(Parte de este documento está extraido del prólogo del libro de G. Siemens “Conociendo el conocimiento” en http://bit.ly/cICBFD [pdf]. Amplicación al prólogo)

Como afirma Siemens, es necesario que las redes surjan dentro de algo, de un dominio, y ese algo es lo que podemos definir como ecología.

¿Qué es una ecología?

Una ecología es un entorno que fomenta y apoya la creación de redes y comunidades (y también en estructuras mixtas como las redes en práctica (Network of Practice) muy útiles para el desarrollo profesional). La definición aplicada a estructuras biológicas se aplica también a las comunidades de aprendizaje (y otros tipos de comunidades como las de investigación y las de interés. Una ecología de aprendizaje es un entorno que es consistente con (y no antagónicos a) que los alumnos aprenden como ha escrito John Seely Brown sobre el concepto de ecología del conocimiento.

A finales del siglo pasado y principios de este, se investigaron estos temas y se hablaron casi de manera indistinta de ecologias informacionales y de ecologías del conocimiento (este último concepto viene del campo de la Gestión del Conocimiento). Esto dio para hablar de ecologías del aprendizaje en el que implícitamente entrarían en su ‘habitat’ tanto el conocimiento como lo informacional.

John Seely Brown [Sustaining the Ecology of Knowledge y Growing up digital: how the web chages work, education, and the ways people learn] define una ecología como un sistema abierto, dinámico e interdependiente, la organización de diversos agentes. Parcialmente es auto-aprendizaje, de carácter adaptativo y, a la vez, frágil. Este concepto se amplía a las siguientes características de una ecología de aprendizaje a partir de la construcción que hace J.S. Brown y que posteriormente retoma G. Siemens en Learning Ecology, Communities, and Networks: Extending the Classroom(2003):

* Un conjunto de comunidades superpuestas de interés.
* Una polinización cruzada con otros (aquí se producen las sinergias).
* En constante evolución.
* En gran medida propio de los sistemas de auto-organización.

Ecologías de aprendizaje ciertamente puede exceder de las características que presenta Brown. En ambientes de educación formal, el concepto de autoorganización da paso a un proceso más estructurado para la transmisión de conocimientos. El instructor desempeña el papel de jardinero y en los tiempos actuales se trataría de curator [veáse el anterior post El rol del educador].
Usando esta metáfora funcional de la ecología de base y con las ecologías informacionales en un entorno digital {Haythornthwaite and Andrews, 2011, #92920; Nardi and O’Day, 1999, #1818} podemos establecer una serie de elemento clave para su funcionamiento: especies, nichos, lugares y tecnologías.

Los autores identifican los cinco componentes necesarios para ‘su’ ecología de la información: el sistema, la diversidad, la coevolución, las especies clave y la localidad como espacio de transmisión. La idea de ecología como tecnología está implícito en su discurso. Esta metáfora es única y conveniente, pero no es hasta la segunda mitad del libro de Nardi y O’Day en los estudios de caso que queda claro lo que son para ellos  las ecologías de información y cómo encajamos en ellas (con ejemplo de las bibliotecas en un ecosistema informacional).

¿Cuáles son las necesidades de la ecología del aprendizaje?

El aprendizaje / conocimiento es más que el contenido estático. Es de carácter dinámico, vivo, y su estado en constante evolución. Dentro de una ecología, un ambiente de intercambio de conocimientos (producción de interacciones) debe tener los siguientes acciones:

–           Que sea informal y no estructurado. El sistema no debería definir el aprendizaje y la discusión que sucede. El sistema debe ser lo suficientemente flexible como para permitir a los participantes crear y participar de acuerdo a sus necesidades. No imposición de normas y trabajos con fechas.

–        Herramientas ricas para la interacción, que dan muchas oportunidades para que los usuarios mantengan diálogo y conexiones pertinentes.

–        La consistencia y el tiempo. Nuevas comunidades y nuevos proyectos e ideas comienzan con mucho bombo y promoción … y luego se desvanecen poco a poco. Para crear una ecología de intercambio de conocimientos, los participantes necesitan ver a un entorno en constante evolución y implicación de intereses propios del participante en el nicho específico.

–        Confianza (Trust). De alto contacto, social (cara a cara o en línea) es necesaria para fomentar un sentido de confianza y comodidad. Entornos seguros y protegidos son fundamentales para el desarrollo de la confianza, que no quiere decir cerrados y a cuatro llaves para entrar en los entornos de aprendizaje.

–        Sencillez. Otras características tienen que ser equilibradas con la necesidad de simplicidad. Métodos sencillos, de trabajo social más efectiva. La selección de herramientas y la creación de la estructura de la comunidad debe reflejar esta necesidad de simplicidad. Aquí me interesa aplicar los conocimientos de HCI (Human Computer Interaction) combinado con las técnicas de swarm (bandadas de animales) para generar sencillez en el diseño de interacción {Fisher, 2009, #77965}.

–        Descentralizado, fomentado y conectado. Sobre todo que el conocimiento sea distribuido (cognición distribuida) a tracves de los espacios para el aprendizaje. Lo contrario sería centralizado, gestionado y aislado.

–        Alta tolerancia para la experimentación y el fracaso.

Un enfoque ecológico para el aprendizaje podría empezar por tratar de comprender las complejas relaciones entre las diversas calidades de los estudiantes, ambientes de apoyo, y los maestros eficaces y las cosas que hacer y no hacer, los materiales didácticos que utilizan, y las oportunidades que ofrecen la experiencia desde la participación de todos los componentes. Creo que esto es lo que está haciendo aprendizaje en red (Networked Learning). El aprendizaje en red ofrece una perspectiva y la fundación en la que explorar la interrelación de los alumnos y sus ambientes de aprendizaje, entre otros. El funcionamiento optimo de estas ecologías es consistente si la perspectiva es analizable desde el todo. Un elemento no sería causa de un buen análisis.

Para ver ese funcionamiento en red deben usarse paradigmas analíticos. En este caso la importancia de percibir y escanear las posibilidades de un análisis de esas redes (Social Network Analysis).

Una ecología tiene algunas similitudes con una red de aprendizaje. Posee, de todas formas, algunos elementos que la distinguen. Una red es en gran medida un proceso estructurado, compuesto por nodos y conectores, que conforma una estructura. En contraste, podemos decir que una ecología es un organismo vivo (aunque esos conectores o conductos no son algo dinámico en su representatividad). Si esa ecología es sana, permitirá el florecimiento y crecimiento de la red susodicha. Si no lo es, las redes no se desarrollarán óptimamente y morirán lentamente. La tarea de cualquier formador es crear y fomentar una ecología de aprendizaje que permita que los aprendices mejoren con rapidez y eficacia con respecto al aprendizaje que tienen. Por ello, creemos que una de las competencias clave para generar sanas ecologías de aprendizaje es ser un dinamizador y arquitecto de espacios, donde desde los lurkers hasta el más activo sean conscientes de sus papel y de la importancia de los demás elementos para el buen funcionamiento.

¿De dónde viene conceptualmente todo esto? Procede de la disciplina de la gestión de la información, tratada por autores como Davenport y Prusack, que hablan de ecología de la información. En los años posteriores se empezó por determinar los ecosistemas del conocimiento y la ecología del conocimiento. G. Pór y J. Molloy en sendos artículos lo desarrollan, lo que comenzó a marcar el área de rápido desarrollo que une la creación y utilización de conocimiento con aspectos sociales y de gestión de redes. Y. Malhotra acotó y conceptualizó estos términos en 2002. Tanto John Seely Brown como G. Siemens vieron el filón de este estadio conceptual. John Seely Brown establece algunos principios de cómo se crean las ecologías de aprendizaje en web (no exploró la ecología del conocimiento) como propulsoras de cambios.

La ecología del conocimiento

Algunas de las premisas claves de la ecología del conocimiento en estructuras digitales han sido resumidas de manera clarividente por Y. Malhotra en este artículo:

• La ecología del conocimiento se centra principalmente en las redes sociales de las personas, en contraste con el énfasis excesivamente tecnológico de los sistemas tradicionales de gestión de conocimiento en computadoras y redes de tecnología de la información.
• La ecología del conocimiento centrado en las personas no sólo implica la comprensión de los intercambios de conocimientos y de las relaciones basadas en dichos intercambios. Implica también la comprensión de cómo este conocimiento influye en la acción o potencial para la acción basada en dichos intercambios.
• Así como la ecología natural prospera sobre la base de la diversidad de especies, la ecología del conocimiento se nutre de la diversidad de conocimientos. Tal diversidad se basa en la competencia cooperativa: colaborar con nodos de conocimiento diferentes, así como competir con alguien en función de sus características diferenciadoras.
• En un entorno de ecología del conocimiento afectado por el cambio repentino y generalizado, el modo de supervivencia es la adaptación (o, más exactamente, la anticipación a la sorpresa) en lugar de la optimización.
La ecología del conocimiento está formada por nodos de conocimientos y el intercambio de conocimientos y de los flujos de ese conocimiento. En la ecología del conocimiento, la base para la cooperación y la supervivencia es la diferenciación y la similitud entre los nodos de conocimiento. Los nodos de conocimientos altamente diferenciados pueden colaborar para llevar a cabo acciones específicas y pueden disolverse después.

Según Siemens las ecologías son entornos de conocimiento compartido, fomentando las conexiones y fuentes de conocimiento, dando lugar a la circulación de éste. Son libres, inarticuladas, dinámicas, adaptables, confusas y caóticas. Por eso habla de un organismo vivo.

Ante este ecosistema de aprendizaje nos podemos preguntar: ¿cómo influye la ecología de las redes personales? Siemens hace hincapié en la libertad de elección para utilizar diferentes sistemas y herramientas que satisfagan las necesidades de cada persona, y que se perciban por su facilidad de uso. Esto podemos explicarlo a través del marco (framework) que el aprendiz desarrolla a través de su entorno personal en red (PLN) dentro de un ecosistema institucional más amplio como puede ser un entorno personal de aprendizaje (PLE) y que a la vez puede interconectarse a otros sistemas PLE por medio de iframeworks institucionales o no.

Por esto, el entorno del individuo es dinámico, y adaptable al uso de cada persona. No importa la herramienta sino los conectores o conductos. Esto puede aumentar la posibilidad de hacer conexiones entre personas y entre artefactos a través de diversos medios y formas. La elección personal al hacer conexiones es de suma importancia para mantener la motivación y el espíritu de investigación. Dado que suponemos que el conocimiento debe estar situado en redes y conexiones, las conexiones son profundas y de confianza entre los individuos. Visto así, podemos reconocer la coherencia de participar en ciertas prácticas con el conocimiento que se sugiere, el cual puede aumentar la probabilidad de que surgan nuevos modelos dentro la ecología cambiante, y que las personas que están dentro de ella puedan verlos.

En una parte de este libro se explica el funcionamiento de las redes de conocimiento de la siguiente manera: las personas están activas en la ecología de aprendizaje en términos de consumir o adquirir nuevos recursos y herramientas. El aprendiz comienza a contribuir de forma activa en la red o la ecología, convirtiéndose en un nodo visible. El tiempo en la red se ha traducido en el desarrollo en el aprendiz de un sentido creciente de lo que ocurre en la red o en la ecología en su conjunto. Estos aprendices serán más capaces de reconocer nuevos modelos o de captar los vientos cambiantes de información del conocimiento. Los individuos son así capaces de entender qué significa lo que hacen los patrones emergentes. El alumno también se centra en la reflexión activa del aspecto de la propia ecología, y de este modo puede participar en los intentos de transformar la ecología más allá de su popia red.

En la aplicación práctica de las ideas conectivistas en el aprendizaje, Siemens sugiere tres aspectos fundamentales de las ecologías: ser integral, adaptativo y centrado en los resultados. Estos conceptos también pueden servir como puntos de partida para la nueva forma de ver la ecología del conocimiento, “cultivando” este ecosistema a partir de entornos flexibles.

Adicionalmente podemos argumentar que el punto de vista holístico significa que podemos encontrar muchos espacios en las ecologías, los cuales difieren entre ellos por las perspectivas. Las ecologías están formadas por muchos individuos que tratan de realizar sus objetivos personales, a menudo individualmente y sin estar implicados conscientemente en las acciones del grupo. El punto de vista a nivel de ecología permite ver que los usuarios de manera individual crean varias comunidades que comparten visiones similares o actúan de una cierta manera, incluso sin conocerse entre ellos, o formando redes. Sin embargo, las comunidades residen en subespacios de la ecología, que evoluciona y cambia dinámicamente. A través de las fronteras de los subespacios de la comunidad definidas vagamente, el conocimiento puede ser interpretado y trasladado, creando nuevo conocimiento. El abstracto concepto de subespacio, formulado como un nicho de aprendizaje para cierta comunidad, es importante en las revisiones del marco del Conectivismo. Un nicho de aprendizaje tiene aspectos de una comunidad (de aprendizaje), que se enmarca en un espacio de aprendizaje más amplio dentro de la ecología de conocimiento.

En segundo lugar, Siemens sugiere que las ecologías deben ser adaptativas y capaces de ajustarse y cambiar a medida que el entorno cambia. Se introduce la idea de posibilidad (affordance) que define los nichos. Las posibilidades denotan las relaciones entre aspectos particulares de las situaciones y personas planificando o llevando a la acción. Si las personas están enlazadas a sus hábitos, actividades, procesos y herramientas, igual que sugiere Siemens, cualquier cambio en sus objetivos y preferencias daría lugar a cambios en todo el entorno, en esas comunidades. Personas, actividades, procesos y herramientas que ellos consideran que pueden encajar con sus objetivos están interrelacionados ecológicamente.

Implicaciones para la Educación superior y Formación empresarial

En el entorno constructivista los estudiantes necesitan ser activos e interactivos, y el software social es inherentemente participativo. El constructivismo sugiere que los estudiantes crean conocimiento en su intento de comprender sus experiencias. El proceso de aprendizaje en el conductismo es como un acto de internalización de los conocimientos. El constructivismo asume que los aprendices no son recipientes vacíos para ser llenados con el conocimiento. Al contrario, los estudiantes tratan activamente de crear significados. Los estudiantes seleccionan a menudo, y persiguen su propio aprendizaje. Los principios constructivistas reconocen que el aprendizaje real de la vida es complicado y complejo. Las aulas que emulan la “imprecisión” de este aprendizaje serán más eficaces en la preparación de los estudiantes para el aprendizaje permanente. Las teorías del aprendizaje tienen que ver de este modo con el proceso real de aprendizaje, no con el valor de lo que se está aprendiendo.

En un mundo en red, merece la pena explorar la forma misma de la información que adquirimos. La necesidad de evaluar el mérito de aprender algo es una meta-habilidad que se comienza a aplicar antes del aprendizaje en sí mismo. Cuando el conocimiento está sujeto a la escasez, el proceso de la evaluación es intrínseco al aprendizaje. Cuando el conocimiento se encuentra inserto en una economía de la abundancia, la evaluación rápida de los conocimientos es lo importante. Otras preocupaciones se derivan del aumento rápido de la información que no nos deja tener una visión global. En el entorno actual, la acción es a menudo necesaria sin aprendizaje personal, es decir, tenemos que actuar mediante la elaboración de información fuera de nuestro conocimiento primario. La capacidad de sintetizar y reconocer conexiones y patrones es una habilidad valiosa en la era digital.

El Conectivismo como teoría presenta un modelo de aprendizaje que refleja una sociedad en la que el aprendizaje ya no es una actividad individual. Ahora se trata de reconocer el hecho de que los modos de aprender y su función se alteran cuando se utilizan nuevas herramientas. Siemens es crítico con los educadores por su lentitud para reconocer tanto el impacto de las nuevas herramientas de aprendizaje como los cambios del entorno en el que tiene lugar el aprendizaje. El Conectivismo es el fundamento teórico de las habilidades de aprendizaje y la tarea necesaria para que los estudiantes prosperen en la era digital.

El punto de vista conectivista acerca del aprendizaje es un proceso de creación de redes. Esto está impactando de forma significativa en cómo diseñar y desarrollar el aprendizaje dentro de empresas e instituciones educativas. Cuando el acto de aprendizaje se percibe como una función que gira en torno al propio aprendiz y no sobre el profesor, hace que su rol cambie. El profesor se convierte en tutor, curator, administrador de red, entre otros apelativos recibidos. Al reconocer que el aprendizaje es un proceso desordenado, nebuloso, informal, caótico, tenemos que repensar la forma en que diseñamos la enseñanza. Por lo general, la enseñanza está alojada en cursos con gestores de aprendizaje (LMS, LCMS) ajustados a un período temporal. Hay que dejar atrás esta forma de presentar la información como objeto hierático. La información en red tiene estructura reticular, lo que nos lleva a enunciar algunos principios útiles para llevar a cabo una formación conectivista:

• La estructura de presentar la información hay que procesarla como un no-curso (denominación planteada por Siemens).
• No hacer uso de LMSs (como este o el conocido Moodle, y de manera cerrada) sino de aplicaciones web y servicios de todo tipo como blogs, microblogging, wikis, podcasts, agendas colaborativas, e-portfolios abiertos y gestionados por el propio aprendiz, IMs y videoconferencias, web conferences, redes sociales abiertas e interconectadas a otros elementos (como plataformas), sindicación de contenidos y aplicación para gestionar los feeds. Uso del concepto de MOOC (Massive Open Online Course).
• Todo lo anterior es transformable mediante un estudio previo y su posible ecosistema, con vistas a generar los flujos de información y las evidencias claves de participación en red. Así se evidencia un PLEF (Personal Learning Enviroments Framework) para su propio autoaprendizaje. Evaluación por medio de grafos de evidencia y persistencia y el Análisis de Redes Sociales como paradigma evaluativo de los entornos en red.
• El flujo de información y la base de conocimiento se distribuye. Se usan entornos de aprendizaje distribuido.
• La clase y los tiempos de clase desaparecen. Los grupos de trabajo son espontáneos y adecuados a los propios intereses de cada usuario.
• El currículo debe ser negociado con los propios aprendices. Este principio es adyacente al aprendizaje rizomático de D. Comier. El currículo no se basa en materias sino en el desarrollo de conceptos clave de las áreas del saber. Por ejemplo, las destrezas de matemáticas, comunicación y artes se trabaja de manera integrada.
• Debe haber una transformación de la arquitectura en espacios abiertos, transparentes, que tengan más forma de sala de estar que de aula rancia con sus pupitres.

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