Reflexiones sobre ecologías y espacios del aprendizaje, análisis del aprendizaje y análisis de redes sociales, visualización de datos, Big Data y otros temas emergentes

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Las redes de práctica y las redes distribuidas de práctica

Una red disttibuida dibujada

Una red disttibuida dibujada. Fuente: El Correo de las Indias. Ver http://bitacora.lasindias.com/globalizacion-guion-ilustrado/

Una red de prácticas es un concepto originado por John Seely Brown y P. Duguid (a menudo abreviado con las siglas NOP en inglés, Networks of Practice). Este concepto, relacionado con el trabajo en comunidades de práctica por Jean Lave y Etienne Wenger, se refiere al conjunto general de los distintos tipos de grupos informales y las redes sociales emergentes que facilitan el intercambio de información entre las personas con objetivos relacionados con la práctica.

Conceptos básicos

Para definir mejor el concepto, en primer lugar el término red implica un conjunto de personas que se conectan a través de las relaciones sociales, que pueden ser por medio de vínculos fuertes o débiles. Los términos tales como comunidad tienden a indicar una forma más fuerte y cohesionada de la relación, pero las redes se refieren a todas las redes de relaciones sociales, ya sean débiles o fuertes.
En segundo lugar, el término práctica representa el sustrato que conecta a los individuos en sus redes. Las ideas principales son que la práctica implica las acciones de los individuos y de los grupos al realizar su trabajo, por ejemplo, la práctica de los ingenieros de software, periodistas, educadores, etc, y que la práctica implica la interacción entre las determinadas personas de ese oficio.

Lo que distingue a una red de la práctica de otras redes o sitios de redes sociales (SRS) es que los individuos interactúan a través del intercambio de información con el fin de realizar su trabajo (no hay focalización temática), pedir y compartir el conocimiento con los demás. Una red de práctica se pueden distinguir de otras redes que surgen debido a otros factores, tales como la participación en pasatiempos o deportes comunes en discusiones teniendo el mismo autobús al trabajo, por ejemplo. Por último, la práctica no tiene por qué limitarse a incluir aquellos dentro de una ocupación o disciplina funcional. Más bien, puede incluir a personas de diversas ocupaciones, por lo que el término, la práctica, es más apropiado que otros, como la ocupación de cada uno.

Como ya describí en un artículo del Congreso de Cibersociedad, las redes de la práctica incorporan una serie de redes informales, emergentes, de las comunidades de práctica a los sitios de redes sociales en Internet y con una práctica determinada. De acuerdo con Lave y el trabajo original de Wenger de 1991 y el de J.S. Brown & P. Duguid proponen que las comunidades de práctica son un subconjunto limitado y especializado de las redes de la práctica, por lo general consiste en fuertes lazos que unen personas que participan en una práctica común que suelen interactuar en situaciones de cara a cara (las redes sociales estan formados por el potencial de vínculos débiles). En el extremo opuesto del espectro están las redes electrónicas de práctica, que a menudo se hace referencia como las comunidades virtuales o electrónicas y que consisten generalamente en lazos débiles. En las redes electrónicas de práctica, los individuos nunca podrán llegar a conocer unos a otros y en general se coordinan a través de medios tales como  blogs, microblogging, correo electrónico, listas de anuncios, wikis, sitios de redes sociales y demás herramientas.

Las redes de práctica distintas de los grupos de trabajo formales

En contraste con el uso de los controles oficiales para apoyar el intercambio de conocimientos de uso frecuente en los grupos de trabajo formales, como obligación contractual, de organización jerarquías,incentivos monetarios, o reglas ordenadas, las redes de práctica promueven flujos de conocimiento a lo largo de las líneas de la práctica informal y a través de redes sociales. Por lo tanto, una manera de distinguir entre las redes de práctica y grupos de trabajo creados es por la cuestión de jerarquías y de mecanismos de control. Los grupos de trabajo tienen una jerarquía establecida en las organizaciones mientras que las redes de práctica no tienen una delimitación de temas a tratar ni una jerarquía implícita.

Un segundo grupo de propiedades distintivas se refiere a su composición. Las redes de práctica y los grupos formales de trabajo varían en función de su tamaño, ya que las redes de práctica puede variar desde unos pocos individuos selectos a muy grandes, las redes abiertas electrónicos que consisten en miles de participantes mientras que los grupos son generalmente más pequeñas. También varían en cuanto a quién puede participar.Los grupos de trabajo y los equipos virtuales suelen consistir en miembros que son formalmente designados. Por el contrario, las redes de práctica están integrados por voluntarios sin restricciones formales impuestas a la adhesión de la NoP.

Finalmente, las redes de práctica y grupos formales de trabajo varían en función de las expectativas sobre la participación. En los grupos formales de trabajo y los equipos virtuales, la participación se determinan conjuntamente y los miembros deben alcanzar un objetivo de trabajo específico. La participación en comunidades de práctica se determinan conjuntamente, de manera que las personas en general tienen un acercamiento a otros específicos grupos o personas para obtener ayuda. En las redes electrónicas de práctica, la participación se determinará individualmente, buscadores de conocimiento no tienen ningún control sobre quién responde a sus preguntas o la calidad de las respuestas. A su vez, los contribuyentes del conocimiento no tienen garantías de que los solicitantes puedan entender la respuesta dadas o estar dispuesto a corresponder el favor.

Este trabajo se deriva de un estudio longitudinal realizado en una empresa multinacional. A través de un enfoque de estudio de caso interpretativo, hemos explorado el fenómeno de las redes de conocimientos en el trabajo distribuido. Más concretamente, nos hemos centrado en los patrones de evolución en una estructura de conocimiento en red en particular denota como redes distribuidas de práctica. En el documento se conceptualiza este tipo de red de práctica como una tecnología de la información y comunicación (TIC) que facilita la relación dinámica de los participantes que están geográficamente dispersos y en el tiempo mutuo, y que comparten y crean conocimientos relacionados con sus prácticas diarias de trabajo y los problemas de negocio. Hay tres categorías diferentes de redes que se identificaron:

1) redes de resolución de problemas,

2) redes de mejora de empresas, y

3) redes de innovación.

Los hallazgos demuestran que las redes evolucionan de forma distinta con el tiempo, y en el estudio de E. Hustad (2010) identificó cuatro patrones de evolución diferentes que comprenden: 1) la descentralización y disolución en términos de ciclo de vida corto, 2) los patrones recurrentes en las nuevas redes ad-hoc surgidas de la red madre, 3) la integración de las prácticas de los conocimientos a través de propuestas de redes cruzadas, y 4) la innovación y expansión en alcance y tamaño de estas.
Por lo tanto, estos hallazgos desafían los modelos de los ciclos de vida que se sugiere en la comunidad tradicional de la investigación práctica. A través de las líneas sociales de la práctica y el intercambio eficaz de conocimientos, los participantes crearon una infraestructura de conocimiento dentro de la organización y lograron alterar las prácticas de la organización a través de la evolución. Esto es, una estructura de redes de conocimientos, como tal, puede facilitar las prácticas de trabajo distribuido y actividades de conocimiento a través de límites temporales y espaciales.

Las redes distribuidas de práctica 

Investigadores y profesionales han sugerido que las comunidades de práctica (CoPs) y las redes de la práctica (Networks of Practice, NoPs) son importantes para el intercambio de conocimientos (transfer knowledge), la creación de conocimiento, el aprendizaje y la innovación dentro de las organizaciones, como han dicho ya hace mucho tiempo (2001) J. Seely Brown y P. Duguid en su libro The Social Life og Information. El concepto de NoP (Teigland 2003) y los subconjuntos de comunidades de práctica (Lave y Wenger, 1991) describen la autoorganización de los grupos que surgen de forma natural, y que consiste en la realización de los individuos relacionados con la práctica las tareas. Las redes distribuidas de práctica (Distributed Networks of Practice, DNOPs), son estructuras de red que representan una extensión del concepto de una comunidad de práctica (Brown y Duguid, 1991; Lave y Wenger, 1991). Una comunidad de práctica (CoP) consiste en un grupo muy unido de miembros que participan en una práctica común que se conocen entre sí y trabajan juntos, por lo general se encuentran cara a cara, y negocian continuamente, se comunican y se coordinan entre sí directamente. En comparación, una DNoP cuenta con un mayor cantidad de miembros por lo general. Se trata de un grupo geográficamente disperso de los participantes que se involucraron en una práctica compartida o tema de interés común (Brown y Duguid, 2001; Teigland 2003; Wasko y Faraj 2005). Las comunidades de práctica y las redes distribuidas de práctica (DNoPs) comparten las características de ser emergentes y con procesos de autoorganización y, por otro lado, los participantes crean vínculos de comunicación dentro y entre las organizaciones que proporcionan una red «invisible» existente junto a la jerarquía de la organización formal. Dentro de una organización, las redes de la práctica por lo general consisten en débiles lazos que unen a individuos dispersos geográficamente a través de una organización que está trabajando en tareas similares que utilizan una base de conocimientos similar (Granovetter, 1973). En un trabajo distribuido, los participantes que pertenecen a estas redes que comparten la dinámica del conocimiento mediante el uso de diferentes tipos de herramientas web, tales como correo electrónico, videoconferencias, twitter, intranet y otra gran cantidad de herramientas de colaboración en web. La dinámica de las comunidades y las redes de la práctica se han conceptualizado en la literatura antigua como ciclos de vida desde el nacimiento hasta la muerte o como etapas en el desarrollo de un modelo de evolución en organizaciones. El equilibrio entre los grupos de autoorganización y el grado de formalización con las comunidades de práctica ha sido importante entender que las iniciativas de organización y estilos de gestión pueden influir en los ciclos de vida de las comunidades y los resultados (Thompson 2005). En particular, las comunidades innovadoras (llamadas comunidades de innovación) han demostrado ser vulnerables a las interferencias y cambios que no son por iniciativa propia y puede alterar ese círculo virtuoso y la existencia de una comunidad (Thompson, 2005).

El estudio de E. Hustad (2010) identificó varias redes que giraban en torno a la organización. Estos entretejen redes e interactuan unos con otros a través de fronteras distintas, independientemente de la estructura jerárquica de la organización (tiene conceptualizaciones que fueron precursora de la innovación abierta) Varias de las redes de la práctica se identificaron de forma dispersa en la geografía de países a nivel mundial, en el que los participantes se encontraban en diferentes oficinas de negocios geográficas, y por lo tanto dependían de las tecnologías de la información para mantener una relación. Aunque algunas de las redes tienen una composición estable de los miembros a través del tiempo, otros son más ad-hoc (las comunidades ad-hoc son muy estratégicas en al organización y en un periodo de timepo muy corto) por la relación con los temas tratados, el propósito y la pertenencia. Típicamente, cada una de estas redes constituyen una estructura de la comunidad interconsistente e interrelacionadas en múltiples  co-comunidades ubicadas en las que los participantes pertenecen a una comunidad de co-ubicados (geoposicionada), así como de red distribuida. Por lo tanto, el intercambio de conocimientos se produjo entre los participantes dispersos que cruzan las diferentes prácticas y ubicaciones geográficas, así como entre los participantes en que se encuentran estas co-comunidades.

Los resultados de este estudio de caso demuestran diferentes características de los identificados DNoPs y hecho posible dividen las redes en tres categorías principales ya dichas más arriba:

Los tipos de redes de práctica según E. Hustad

Lo podemos ver en la siguiente tabla de categorización:

Red de práctica

Categoría de la red

Resultado

Contrato de la red de consultoría Redes de resolución de problemas Aprendizaje
Redes de aseguraciónRed de manejo de reclamaciones Redes de mejora de negocios Innovación incremental
Red de desarrollo de productos Redes de innovación Innovación incremental/radical

Referencias:

Blog de Andy Coverdale: http://phdblog.net/ y su wiki: https://sites.google.com/site/andycoverdale/texts/distributed-communities-of-practice

DCoP or DNoP:
https://sites.google.com/site/andycoverdale/texts/distributed-communities-of-practice

Exploring Knowledge Work Practices and Evolution in Distributed Networks of Practice: http://www.ejkm.com/issue/download.html?idArticle=221

A Conceptual Framework for Knowledge Integration in Distributed Networks of practice: http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.102.6754&rep=rep1&type=pdf

Hustad, E. (2010). Exploring Knowledge Work Practices and Evolution in Distributed Networks of Practice. Electronic Journal of Knowledge Management, 8(1), 69-78.

Granovetter, M. S. (1973). The Strength of Weak Ties. American Journal of Sociology, 78(6), 1360-1380.

Teigland, R., & Wasko, M. (2004). Extending richness with reach: participation and knowledge exchange in Electronic Networks of Practice. En: P. Hildreth & Kimble, C. (Eds.), Knowledge Networks: innovation through communities of practice (pp. 230-242). Hershey: Idea Group Publishing.
Hildreth, P. M., & Kimble, C. (2004). Knowledge Networks: Innovation Through Communities of Practice. Idea Group Inc (IGI).

Seely, J. S., & Duguid, P. (2000). The Social Life of Information. Boston: Harvard Business School Press.
Thompson, M. (2005). Structural and epistemic parameters in communities of practice. Organization Science, 16(2), 151-164.
Wenger, E., Mcdermott, R., & Snyder, W. (2002). Cultivating Communities of Practice: A Guide to Managing Knowledge. Boston, Massachussetts: Harvard Business School Press.

Wasko, M., and Faraj, S. (2005). Why should I share? Examining social capital and knowledge contribution in electronic networks of practice. MIS Quarterly (29:1), 35-57

Los posibles futuros del ecosistema digital

El sitio web sobre el ecosistema digital, creando para ello una Comunidad se establece como una plataforma neutral de colaboración destinado a fomentar el diálogo, el debate, y también para proporcionar una mejor comprensión del futuro emergente en el ecosistema digital con respecto a la convergencia entre las Tecnologías de la Información (TI), Telecomunicaciones y medios de comunicación y las propias industrias del entretenimiento .

La comunidad de ese sitio web es el resultado de una iniciativa de los socios de World Economic Forum para hacer frente al desafío digital presentados por los diferentes escenarios para la evolución del ecosistema digital. Desde 2006 más de 75 altos ejecutivos de TI, telecomunicaciones, medios de comunicación y compañías de entretenimiento, y más de 150 expertos de la industria, los reguladores y los miembros de la sociedad civil han participado en una serie de talleres y discusiones sobre el futuro del ecosistema digital. El objetivo es fomentar la comprensión y ayudar a construir un ecosistema que puede continuar proporcionando productos y servicios innovadores, y los valores económicos y sociales en servicios locales.

La comunidad de este sitio web es una plataforma independiente y de colaboración abierta a los miembros registrados. Los miembros registrados pueden acceder, publicar y compartir comentarios, documentos, vídeos, noticias y eventos. Discutamos los posibles futuros del ecosistema digital (de organizaciones). Este es el vídeo de presentación:

Digital Ecosystem Community from Digital Ecosystem Community on Vimeo. Derechos reservados de decommunity.net

Presentación en el Congreso UNIRECS (Colombia)

Pongo en este post las transparencias expuestas en la XVI Jornada nacional y segunda internacional de actualización y capacitación de bibliotecas médicas, los días 8 y 9 de octubre en Bogotá (Colombia). Son unas reflexiones y divagaciones sobre comunidades de práctica y de aprendizaje ( no propiamente virtuales la conceptualización de algunas transparencias), pero si que pienso en la evolución transformadora a través de nuevas teorías de aprendizaje, de entornos de la web social y, sobre todo, de las redes sociales. Estas han «polinizado» algunos de los desarrollos conceptuales clásicos de las comunidades de práctica. Espero que les guste.

Diferencias entre redes sociales online y comunidades de práctica

Después de leer los comentarios de Howard Rheingold en ICTlogy de Ismael Peña, sobre redes sociales online, y hablando de este tema, aparecen en el post de ICTlogy las siguientes palabras de Rheingold:

Online Social Networks — a more comprehensive term than virtual communities — enable people to co-operate. Social networks have always existed, but now they’re empowered, enhanced by ICTs, so communities of practice can form.

Lo que viene a decir es que las Redes Sociales siempre han existido, pero las TIC le han dado poder y alas para generar comunidades de práctica.

Para mí es muy importante H. Rheingold, pero hay que decir que él fue el creador e impulsor de las comunidades online, que nada tienen que ver con las comunidades de práctica.

Hablando y comentando con expertos como John D.Smith y Nancy White, cuyo libro en compañía de Etienne Wenger se va a retrasar y que va tener un título llamativo e interesante: «Digital Habitats: stewarding technology for communities«; la primera visión de su draft (lo tengo en mis manos por cortesía de los autores) es más que interesante para tener muchos de los conceptos que pululan en sitios web y blogs de forma confusa, a mi modo de ver.

La confusión entre Redes Sociales online y Comunidades de Práctica es patente debido a la complejidad adyacente a estos conceptos, donde el análisis de las interacciones y de la identidad es clave para su diferenciación. Funcionan con diferentes dinámicas.

Las comunidades a nivel general (tanto las de interés, como de práctica y las de aprendizaje) gozan de buena salud con el impulso de las herramientas que surgen en la web social.

Las comunidades suelen estar delimitadas, tienen identidades que sienten «pertenencia» a esa comunidad (Nancy habla de «we», de sentirse como una «piña» vamos). E incluso renunciar a su propias necesidades e intereses personales para generar cohesión (me gusta la palabra cosificar para establecer el grado de pertenencia).

En cuanto a las redes sociales online no tienen una delimitación concreta (son difusas), es un espacio genérico en el que no todos tienen por qué conocerse y establecer relación, se mueve a través de una identidad individual (el perfil de un sitio de red social como elemento para generar interrelaciones). Por eso la identidad es lo primero que generaría una red social en el individuo que ingresa.

En este entorno tecnosocial en el que estamos inmersos, tanto uno como otro concepto ha variado a través de la tecnología, cambiando al integrarse en un espacio virtual. Se han transformado tanto las redes sociales como las comunidades de práctica que existían antes de la web en sí. Ello no nos tiene que llevar a sustituir las comunidades virtuales por redes sociales en línea.

Las redes, en general, sustentan o mantienen a las comunidades, mientras las comunidades se abastecen de las redes sociales. Hay vasos comunicantes entre los dos conceptos pero no son necesariamente lo mismo. Hay retroalimentación entre ambos en diferentes dinámicas de actuación. Pero una cosa es una CoP y otra una red social online (o SRS), que lo que puede este último por una serie de características de su cohorte acabe una parte o un grupo de personas en una comunidad.

Hay que medirlo con los patrones de interacción social, algo que explica el formidable libro que está por salir.

Hay más aspectos sutiles que dejaremos para otro día.

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Comunidades virtuales y redes sociales en educación

Dejó aquí el artículo que escribí para Espacio de reflexión nº 10 en Internet en el Aula. Ahora que se ha acabado ese espacio de reflexión, aunque todavía se puede participar, pongo este escrito aquí, en este blog en total low blogging.

Las comunidades virtuales

Las comunidades virtuales es un término muy genérico. Debemos focalizar nuestro interés en las comunidades virtuales de aprendizaje y las comunidades virtuales de práctica como géneros más específicos para los entornos académicos y educativos.
Según Wenger, McDermott y Snyder (2002) una comunidad de práctica (CP) es “un grupo de personas que comparten una preocupación, un conjunto de problemas o un interés común acerca de un tema, y que profundizan en su conocimiento y pericia en esta área a través de una interacción continuada”. Uno de los factores clave de su éxito es el moderador o facilitador (estos autores lo denominan coordinador), que es una pieza determinante a la hora de garantizar el funcionamiento de las CP, sobre todo en el caso de las CP virtuales. Su misión es promover la participación y gestionar los contenidos intercambiados entre los miembros de la CP, identificar los contenidos relevantes y almacenarlos de manera adecuada para facilitar su recuperación. Desde las publicaciones de E. Wenger y J. Lave, como creadores e impulsores de esta forma de aprendizaje (influenciadas las comunidades de práctica por la gestión de las organizaciones y su gestión del conocimiento), esta, por primera vez, se puede considerar por primera vez social y generado de forma colectiva. En 1998 Wenger ya fijó tres premisas o dimensiones en las que se deben asentar las CP: un compromiso mutuo, una empresa conjunta y un repertorio compartido. Se debe diferenciar de otras formas de equipos, predominando aquí la autorregulación y autogestión dentro de un ecosistema informal.
Las comunidades de práctica virtuales, para algunos autores, son “semi-comunidades” ya que pierden uno de los aspectos más importantes de la comunicación (en este caso se trata de comunicación mediada por ordenador) que es el cara a cara para darle al canal más veracidad. En la última década esto está cambiando debido a los avances de las herramientas de software social. Hay plataformas donde se pueden establecer comunicación escrita, hablada e incluso “simbólica”, como es el caso de Second Life o de otro entorno de mundos virtuales.
Se han hecho muchas clasificaciones de comunidades virtuales, pero la que verdaderamente nos importan son las que están centradas en el aprendizaje o en su construcción.
Tanto Wenger (1998) como Brown y Duguid (2000) son los impulsores de las teorías sociales del aprendizaje y, por ende, en las intrincados mecanismos del aprendizaje informal. Con esta conceptualización han ido apareciendo términos como contexto (situated learning, aprendizaje situado), práctica, identidad, significado, comunidades textuales (a diferencia de las presenciales), etc.
Sobre la base de las CP virtuales debe haber un comportamiento de acción subyacente. No sólo se debe describir sino que también han de tener un carácter transformativo, por eso el carácter innovador necesario para aplicarlas en las áreas de conocimiento o de investigación. Como nos dice José Luis Cabello (2008):

Las comunidades virtuales de profesorado por áreas o intereses afines son uno de los mejores instrumentos para fomentar la innovación y la integración curricular de las TIC; también una buena fuente de actualización y formación continua. Un ejemplo a seguir es Webheads in Action , comunidad virtual de práctica de profesorado de idiomas cuyo objetivo común es el uso de las aplicaciones CMO y las nuevas tecnologías en general para el aprendizaje de idiomas.

La CP es una herramienta de mucha utilidad para el intercambio entre pares (profesores) y entre estudiantes y profesores. En este último, las jerarquías desaparecen para establecer la focalización de los intereses en la práctica, donde el profesor queda diluido entre un conjunto de propósitos de la comunidad. Se necesita un facilitador o moderador para hacer dinámica la comunidad. No debe tener actitudes autoritarias ni manipuladoras, debe dejar que se autorregule, y debe dinamizar con preguntas, mejoras, acciones, propuestas e interconexiones.
También debe estar definida bajo los principios de la colaboración para que la aportación sea mutua y de interés para la comunidad.
Los estándares de la Unesco de competencias en TIC para docentes con respecto a la formación profesional del docente aseguran que se deben “utilizar recursos de las TIC para participar en comunidades profesionales y examinar y compartir las mejores prácticas didácticas.
Debatir cómo se pueden utilizar recursos de las TIC para apoyar la innovación y el mejoramiento continuo por conducto de comunidades profesionales de aprendizaje; y proponer a los participantes que a partir de su propia experiencia, presenten ejemplos de esas prácticas basadas en las TIC”.

Se ha hablado mucho de los factores de éxito y de barreras para una exitosa creación de comunidades. Gannon-Leary y Fontainha (2007) lo describen en una tabla que hemos traducido.

Las redes sociales

Las redes sociales se están convirtiendo en un caballo de batalla en centros de educación de muchos países desarrollados. En algunos estados americanos se ha prohibido la utilización de sitios de redes sociales (SRS). Éste es un problema que va más allá de los aspectos tecnológicos en educación. Se plantea el desfase entre lo que los estudiantes aprenden por su cuenta y lo que los centros escolares imparten, en contraposición a las herramientas y maneras de actuar de muchos jóvenes de hoy día. Las tecnologías de la información y las comunicaciones forman parte, cada vez más, del entorno generacional en el que se mueven. Acercarnos a esa “relación” de los jóvenes con las tecnologías que usan nos parece indispensable para una interpretación correcta del papel de las TIC en el proceso educativo y, especialmente, en los resultados académicos de los estudiantes (véase el fracaso escolar). Las escuelas en la sociedad red deben hacer uso de estos instrumentos de aprendizaje (wikis, blogs, podcast, redes sociales y comunidades en red) cercanos a esta generación para devolverles el empoderamiento (que ha revindicado la corriente de pedagogía popular y social) a los verdaderos artífices de los procesos de enseñanza-aprendizaje: los estudiantes.

Proporcionan a las nuevas generaciones un valioso espacio público (tercer espacio para algunos autores) en red para reunirse con sus compañeros. Dependiendo de la función que desempeñe la escuela en sus vidas, los jóvenes aprovecharán estas estructuras con fines educativos, para hacer preguntas sobre la tarea, compartir recursos y enlaces, e incluso en algunos casos, pedir a sus profesores información fuera del aula. Los SRS no hacen que los jóvenes se impliquen en lo educativo, pero proporcionan una estructura para que se impliquen los que están motivados y, por otro lado, refuerzan las redes de la vida cotidiana, proporcionando un espacio de reunión cuando no existía nada anteriormente.

La pedagogía educativa en los últimos años ha oscilado entre el aprendizaje centrado en el individuo, el aprendizaje en grupo y aprendizaje entre pares (peer-to-peer). Si se considera un enfoque de aprendizaje peer-to-peer, se están valorando inherentemente las redes sociales que tienen y mantienen los jóvenes. De otro modo, se les está animando a construir una. Estas redes están mediadas y reforzadas a través de los SRS. Si existe un valor pedagógico para alentar a sus pares a tener redes sociales potentes, entonces hay valor pedagógico en dar apoyo a sus prácticas sociales en los SRS.

Ning, la red social que se está usando para este congreso, fue creada en 2005 por M. Andreessen y G. Bianchini, es la más utilizada para entornos educativos. Según aparece en el ítem de Wikipedia esta palabra significa paz en chino. La plataforma está construida en Java y el servicio corre en PHP. Una de las diferencias significativas con respecto a Facebook y a MySpace es que cualquier usuario puede construir sus propias redes sociales y, por supuesto, agregarse a las ya formalizadas. Esta plataforma centrada en comunidades de intereses específicos tiene en estos momentos 240.000 redes sociales creadas y va en camino de convertirse en una red viral exitosa. Cuando alguien crea “su” red social ya cuenta con las siguientes herramientas: blog, foro, gestión de usuarios, grupos, posibilidad de generar eventos, añadir fotos y vídeos e integrar widgets de todo tipo. Gestiona bastante bien los aspectos de privacidad y visibilidad de la web. Otras aplicaciones para crear redes sociales de ámbito educativo son Soceeo y Elgg (este último se debe instalar en servidor de nuestra web).

En el contexto de educación primaria y secundaria se ha discutido mucho sobre la conveniencia o no de integrar algún sitio de redes sociales en los espacios de centros escolares o entre centros. Creemos que su integración viene dada desde espacios de aprendizaje más informales, que deberían conjugarse con los espacios de aula formal. La creación de redes sociales y comunidades en entornos abiertos está transformando la manera de aprendizaje de las nuevas generaciones (donde entran aspectos de aprendizaje colaborativo con técnicas de pares y socialización de sus contenidos). Los SRS son más valiosos para distintos tipos de aprendizaje informal, para perfeccionamiento de habilidades de alfabetización digital y para fomentar las conversaciones entre pares sobre contenidos educativos fuera del contexto y el espacio del aula tradicional, todo ello bajo una arquitectura de la participación.

Algunas de las ventajas de las redes sociales como plataforma para el aprendizaje y socialización son:
• Uno de los argumentos más apreciados es su socialización y como tal, de un aprendizaje social que implicaría muchas mejoras en los procesos de aprendizaje.
• Las comunidades virtuales de práctica son de gran ayuda para actualizarse profesionalmente en centros e intercentros. La colaboración de los colegas con estas herramientas es clave para allanar “brechas” y activar compañeros que no tienen interés o son unos “lurkers”. La importancia de un facilitador y experto en la materia haría posibles mejores interacciones.
• El aprendizaje suele generarse meidante la interacción de sus componentes y bajo entornos de aprendizaje más informales que formales. Es algo que la escuela debe retomar e integrar con este tipo de herramientas para tener una educación más flexible e integradora.
• Las redes sociales y las comunidades deben ser explicadas a los estudiantes con valores éticos y formas de navegar consecuentes, y con unos principios de ciudadanía digital. Una competencia poco desarrollada en el ámbito español.
• Se puede considerar como una formidable herramienta para una educación inclusiva. En las comunidades de práctica y aprendizaje suelen posibilitar una pluralidad compartida.
• Como eje de interacción entre los distintos agentes de los centros escolares: estudiantes, padres y profesores. Agilizaría y movilizaría determinados aspectos del funcionamiento de un centro.
• Como fuente de conexión con las empresas en busca de trabajo. Aquí entran en juego el ‘networking’ profesional (sitios como Xing y Linkedin) para entrar en contacto con profesionales de un área o rama de conocimiento particulares.
• Al trabajar con redes sociales, son un punto de partida para tratar la identidad digital. Con qué actitudes, formas, presencias conforma el usuario su perfil. Los mundos virtuales serían un paso más allá en este tipo de competencia sobre la identidad digital.
• Facilitan las tareas de inmersión en un entorno lingüístico extranjero por medio de redes o comunidades. Al respecto existen muchas aplicaciones que permiten conectar personas que desean aprender y enseñar idiomas (Livemocha, Italki, Place4langs, friendsabroad, kantalk, Mixxer, Myngle). A estos entornos se les suele llamar Language Learning Community (aunque algunos también los nombran como Community Language Learning). En ellos, por necesidad, los estudiantes se verán obligados a leer y escribir textos en esa comunidad, con el consiguiente aprendizaje construido en la práctica.

Seguro que hay más características y maneras de uso de estas tecnologías sociales. No es fácil ver los SRS como la mejor opción para los educadores, aunque pueden ser interesantes para iniciarse, y una forma de conectar con otros aprendices.
Lo que está claro es que con la prohibición no logramos nada, con enseñar lo que no se debe hacer tampoco. Hay que enseñar a construir, crear, comprender, debatir, interactuar y a aprender haciendo sobre las mismas herramientas sociales, conformando una deontología del buen uso. Creemos que muchas de las tecnologías como pueden ser portales como plataformas, el nuevo software social (más multimedia) y la web social hace que se deban redefinir los conceptos de sitios de redes sociales y de comunidades virtuales (de práctica o de aprendizaje). Hay campos de actuación que están diluyéndose, sin saber con precisión a qué parcela pertenece. Se encuentran redes sociales que permiten crear comunidades y estas que actúan con perfiles de identidad y relaciones de amigos.
Otra información:
Comunidades Vs Networks No es tema sencillo esta comparación, pero nos puede servir de aproximación didáctica.
Ampliamos la biblografía recomendada tanto de redes sociales como de comunidades virtuales de aprendizaje y de práctica.

Bibliografía:
BOYD, D. M. (2007). Social Network Sites: Public, Private, or What?. The Knowledge Tree. Recuperado el 3 de junio de 2008, en http://kt.flexiblelearning.net.au/tkt2007/edition-13/social-network-sites-public-private-or-what/.

BOYD, D. M. (2008). The Economist Debate on Social «Networking». apophenia :: making connections where none previously existed. Weblog. Recuperado el 21 de mayo de 2008, en http://www.zephoria.org/thoughts/archives/2008/01/15/the_economist_d.html.

BOYD, D. M., & ELLISON, N. B. (2007). Social Network Sites: Definition, History, and Scholarship. Journal of Computer-Mediated Communication, 13(1). Recuperado el 20 de mayo de 2008, en http://jcmc.indiana.edu/vol13/issue1/boyd.ellison.html.

BROWN, J. S., & DUGUID, P. (2000). The social life of information. Boston: Harvard Business School Press.

CABELLO, J. L. (2008). Comunidades virtuales de práctica. El Camarote. Recuperado el 1 de junio de 2008, de http://camarotic.es/?p=9.

GANNON-LEARY, P. M., & FONTAINHA, E. (2007). Communities of Practice and virtual learning communities: benefits, barriers and success factors. eLearning papers, 5. Recuperado el 10 de junio de 2008, en http://www.elearningeuropa.info/out/?doc_id=12522&rsr_id=13563.

LAVE, J., & WENGER, E. (1991). Situated learning : legitimate peripheral participation. Cambridge [England];New York: Cambridge University Press.

Los adolescentes y las redes sociales: del patio del colegio a la Red desde la habitación. (2008).Consumer Eroski. Recuperado el 7 de junio de 2008, en http://revista.consumer.es/web/es/20080601/internet/72607.php.

PRENDES, M. P. & SOLANO, I. M. (2008). EDUTEC en la red. Comunidades virtuales
para la colaboración de profesionales. EDUTEC, Revista Electrónica de
Tecnología Educativa. Núm. 25/Marzo 2008. [Fecha de consulta: 8/06/08].
http://edutec.rediris.es/Revelec2/Revelec25/Edutec25_Edutec_en_la_red_cominades_virtual
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WENGER, E. (2001). Comunidades de práctica : aprendizaje, significado e identidad. Barcelona: Paidós.

WENGER, E., MCDERMOTT, R., & SNYDER, W. (2002). Cultivating communities of practice : a guide to managing knowledge. Boston Mass.: Harvard Business School Press.

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