Reflexiones sobre ecologías y espacios del aprendizaje, análisis del aprendizaje y análisis de redes sociales, visualización de datos, Big Data y otros temas emergentes

Mes: abril 2012

Vicente Verdú y los males de nuestro tiempo

Entrevista:

 

Vicente Verdú, a mi modo de ver, sigue en este libro con sus obsesiones y describiendo con su característica prosa los vericuetos de este mundo, influenciada por la gran liturgia de prosistas franceses (desde R. Barthes hasta J. Baudrillard). En el libro recién publicado «La hoguera del capital: abismo y utopía a la vuelta de la esquina», obra ganadora de la V edición del Premio De Hoy 2012, además de sus temas que han rondado en los anteriores libros desde «El estilo del mundo» pasando por «Yo y tú, objetos de lujo» (configurando la teoría del personismo) y «El capitalismo funeral», en la que ha certificado la defunción del capital y del estado del bienestar.En sus párrafos podemos ir interpretando este complejo mundo en el que lo negro no tiene que ser negro y donde la hibridación, mixtura, mestizaje conforma este complejo mundo donde la incertidumbre se ha instalado en nuestras esferas vitales.
Os dejo en este Día del libro internacional este buen ensayo misceláneo donde habla de la Gran Crisis, de la salud, de las series televisivas, de lo político y sus secuaces, de la felicidad, de la educación, de la familia, del amor, de la empatía, de las redes e Internet.
Algunos párrafos:

I. La belleza del desorden

Un mundo dividido en secciones -economía, política, sexualidad, religión, ciencia-, como el pasado dictaba, es un mundo concebido a imagen y semejanza de la máquina newtoniana; mientras que un mundo complejo como el presente solo le conviene un sistema en interacción, confusión y copulación. (p. 26)

El mundo de la razón se corresponde ya menos con el mundo de la libertad y de la represión conocidas. Pero el mundo de la orgía y su especulación se corresponde con el nuevo universo del delirio.
Esta crisis maligna es, sobre todo, imponente, porque a diferencia de los otros tiempos, se alimenta de comportamientos apasionados, adquisiciones demenciales, apuestas a golpe de vista, irracionalidad más irracionalidad. Igualmente, al contrario de los departamentos estanco que definían el ordenado tiempo de la modernidad, obsesionado por la clasificación y la taxonomía, la posmodernidad y sus actuales secuelas imitan la naturaleza de un bazar de mil ofertas, misceláneo y surtido, dentro y fuera de internet.
(p. 27)

[…] un racimo de verdades tan profusas como los colores que forman un cuadro y crean armonía desde perspectivas de diferente función. (p. 28)

La disponibilidad inmediata ha sustituido a la acumulación. (p. 28)

Ante los errores y la ingeniería para extraer dinero de las agencias de calificación como Standard and Poor’s ¿Por qué no se las elimina?¿Por qué no se las penaliza duramente cuando cometen errores? No se les elimina porque sirven de faro a los mercados y los mercados son tan indecibles como el mismísimo Dios. Y no se las penaliza, en suma, porque  se teme que las consecuencias reactivas sean todavía mayores, y como alimañas heridas empeoren más la mala situación (p. 32)

III. Hipertrofia de la mercancia

En esta tesitura, cualquier actuación en contra de su hipertrofia parece una mutilación. Más aún: la hipertrofia no aparece como una deformidad del cuerpo, sino como su tránsito hacia otra figura que necesita seguir desarrollándose para alcanzar la armonía de una escala superior. Los mercados se autorregulan para saltarse la regla. El mercado tiende a crear fortunas, a duplicar el precio de lo que poseemos y, en el caso de las viviendas a poseer, como en un sueño, una revalorización sin fin. ¿Quién podría deshacer esa ilusión? (p. 40)

(Nadie y ademas es un sistema muy intrincado que no se puede doblegar tan fácilmente y son los que menos control tienen de sus posibles movimientos y estratégias para usurpar. Algo que no se dice y se usa términos y entelequias «de nube» (ver lenguaje de los mercados):

La metáfora del incesto: Así, el centro hipertrófico de la crisis se confunde con la turbadora metáfora del incesto. El sistema especulativo, desarrollado hasta el desbordamiento, crea una masa de dinero basura que tratan de neutralizar las autoridades inyectando masas de dinero basura. Dinero obtenido no a través de la misma especulación patológica gemela, igualmente prohibida. Dinero extraído de los fondos públicos para entregarlos perversamente a empresas privadas, o dinero conseguido a través de imprimir más billetes impuros.
(p. 45-46)

La suma de iguales (o las bipolaridades) se consideraba antes una mala solución. […] La nueva globalización, por el contrario, tiene que ver con la consideración de un mundo que avanza no como resultado de la bipolaridad, propia de la era eléctrica, sino a través de la idea de fusión de los contrarios o superposición de lo mismo: de las marcas y sus copias, de las wikipedias y sus enjambres, de la pira de muchísimas basuras urbanas que presionadas destilan luz para las vías urbanas.

La producción desmesurada y extrema, la especulación de la especulación alcanza el punto crítico de la basura explosiva o de la implosión. Una y otra son consecuencias del sistema pervertido, cuya potencia incestuosa lleva a convertir nuestro tiempo en el inicio de otra era.
(p. 46)

El sistema estallaría así en pedazos no como efecto de los sabotajes de una briosa vanguardia obrera, sino como la obra suprema del capital.
El capital se come al capital hasta dejar sin fluido a las fuentes del capital. El sistema se seca como un cuerpo viejo que, perdiendo liquidez, se transforma en suma hojarascas propensas a la cremación. La hoguera de las vanidades, o la vanidad del fuego en la hoguera del capital.
(p. 47)

La desaparición del otro, la ausencia de la alternativa crea un abismo de realidad. (p. 48)

Otro mundo es posible. Y en la red habita su profeta (p. 188)

Los lazos en la red son muy débiles, efectivamente, y si sirven para chatear o difundir informaciones sobre películas o locales de interés, no son, por lo que parece, capaces de involucrar a miles de internautas en algo demasiado serio como sería una acción política.
Ninguno de los casos de la mal llamada «Primavera árabe» de 2011 hubiera sido originado por una rebelión popular contagiada en la red. Esta interpretación que suele hacerse en Occidente respecto a las últimas agitaciones de África y Asia le parece a Gladwell una burda transposición de lo que ha sido el verdadero fenómeno en esos países. Los vínculos de la red tienen su fuerza, pueden ser nuestra fuente de ideas e informaciones. Digamos que internet es muy eficiente para la difusión, la innovación y la colaboración interdisciplinaria, es el perfecto lugar de encuentro para compradores y vendedores, para polemistas y diseñadores, pero esos vínculos raramente llevan a un activismo de alto riesgo (p. 195-196)

Estas seudoorganizaciones se comportan como espasmos, accionan como garantes de la dignidad y, sobre todo, en cuanto «movimientos» espontáneos y heterogéneos, son tan efímeros como las estrellas fugaces. (p. 196)

Masivas manifestaciones de ciudadanos se diluyen después como azucarillos o poco menos. No hay una secuencia suficiente (una mecha continua que no se apaga)tras una manifestación ciudadana, puesto que, por su propia naturaleza, se trata de una explosión que hiere y se acaba. Lo que cuenta es el grado momentáneo de calor, el resplandor, la bomba. La conmoción de la emoción. (p. 196)
(de esto último sacaron tajada los medios tradicionales, siendo informaciones burbujeantes sin conexiones a otros nodos activos y que combinarían para una mayor fuerza. Z. Bauman lo califica el movimiento de «emocional».)
Ver: http://politica.elpais.com/politica/2011/10/17/actualidad/1318808156_278372.html

En suma, todas las críticas que se hagan a los movimientos del 15-M censurando su retrato flou o sus propuestas vaporosas carecen de pertinencia. Estas imágenes sin hormigón son señal de que se juzga  con los códigos ya re-conocidos y no con el conocimiento en formación (p. 199)

La vinculación no es el resultado de un proceso libidinal o de aprendizaje. La necesidad del otro es más fuerte que el hambre y más precoz que la sexualidad. (Lionel Bellenger, 1989).

Sin red no hay comunicación y sin colaboración igualitaria no hay vida. Todos los lamentos que anhelan el regreso de un Jefe son estériles y peligrosas melancolías. Angela Merkel, sin ir más lejos, como líder de Europa es un adefesio ideogramático. Efectivamente, el modelo de la red dibuja un mapa aún extraño y confuso, pero, a día de hoy, nada hay más candente que la propia confusión, la complejidad y la falta de guías. De esta incertidumbre debe nacer la arquitectura, el boceto moral y el altamente emocional de la nueva utopía. (p. 202)

XII. LA EDUCACIÓN MOSAICO
El saber, en fin, no llegará al alumno tan solo por la autoridad del magisterio, sino por la astucia de la empatía y del contagio. Pero transmitir mediante empatía, explorar y aprovechar la proximidad, solo parece al alcance de profesores y jóvenes o de adultos que hayan escuchado y comprendido. Comprendido, además, emocionalmente, puesto, que, de nuevo, en la escuela la emotividad y la proposición intuitiva son principales. (p. 207)

Porque así como la medicina sería mejor que el médico escuchara más al paciente, la enseñanza mejoraría si el profesor escuchara más al paciente, la enseñanza mejoraría si el profesor escuchara al alumno mucho más atentamente (Nota: también fundamental mayor flexibilidad y libertad curricular). Muy pronto estas ecuaciones serán tan obvias que ni siquiera se mencionarán, pero ahora, cuando todavía se arrastran patrones jerárquicos, la sociedad entiende a medias que el modelo desarrollado en las webs sociales sea ahora el paradigma (paradigmas o marcos de actuación que están en total cambio. No se debe aferrar a un marco de actuación, sino a estadios emergentes y patrones de comportamiento que varían dependiendo del contexto) (p. 208)
El paradigma de una intelección en mosaico donde se combina el saber de muchos agentes sin la batuta autoritaria anterior. La enseñanza, como la medicina, como la política, será una mixtura formada por muchos paisanos, paisanos «apaisados» (se diluye el concepto profesor entre los muchos agentes para el aprendizaje). Será esto o no será, porque ya los anacronismos saltan a la vista y dejan ciegos. (p. 208)

Pero, además de innovaciones meteorológicas, los contenidos tradicionales deben formar un currículo en el que se enseñe a tratar con el éxito y el fracaso, la adversidad o la muerte, la traición y el honor. Se debe enseñar honradez y bondad, se debe invitar a ser cabal y a tener palabra, el valor de ser comprensivo y empático. (p. 212)

Significativamente, entre los países que han prosperado mejor en los últimos 15 años destacan aquellos que mantuvieron o introdujeron programas educativos con contenidos tanto técnicos como artísticos, un tutti frutti cada vez más ambicioso y misceláneo (p. 213)
Ver noticia: www.yorokobu.es/google-contratara-a-mas-de-4-000-humanistas-en-los-proximos-anos/

Interesarse por casi cualquier cosa procura una multiplicación de la vida; la falta de interés por muchas cosas lleva a la falta de interés por la vida.(p. 213)

Mientras la educación curricular languidece por todas partes, se acentúa la necesidad de discurrir mejor sobre las circunstancias, y no solamente desarrollando la razón, sino la emoción y sus pulsiones intuitivas. (p. 214)

Artículo periodístico: El profesor fuera de las aulas

Hace unas semanas se me hizo una entrevista informal por parte de Sandra Charro, una periodista de El Mundo de Castilla y León. Hoy ha salido esa entrevista en la sección innovadores. Dije muchas cosas. He tenido la suerte de poder corregir antes de publicar, pero falta una mayor cohesión de las ideas que había expresado. Espero que no se sientan ofendidos. Por ejemplo, la idea de que desaparezca el profesor no una cuestión física, sino «el concepto» de profesor tal como lo entendemos y, por otro lado, la autogestión y autoaprendizaje no es dejar a los estudiantes al libre albedrio y que hagan lo que quieran. No es eso.

Bueno, este es el artículo periodístico:
El profesor fuera de las aulas – ELMUNDO-CyL Emprendedores 16042012

Algunas de las raíces de #eduvida están en John Dewey

Dice un libro que compré hace una semana: «Le educación según John Dewey» de Maite Larrauri – Max en Tandem Ediciones:

Dewey defenderá que las escuelas tienen que crear un ambiente, porque es el ambiente el que educa. Dirá y repetirá hasta la saciedad que la educación no es una preparación para la vida, sino que es la vida. Ya que la escuela tiene que crear el ambiente, que no será un ambiente espontáneo sino organizado, o sea pensado, se trata de seleccionar en este ambiente los aspectos con los cuales se requiere restablecer la continuidad y no introducir aquellos otros que deberían ser superados, en aras de una mejora de la humanidad. Los humanos, como las hormigas, no tenemos una esencia con fines preestablecidos. Como además nuestras condiciones vitales cambian con mucha velocidad en estos momentos, podemos transformar, mejorar y corregir algunas cosas de las que hemos estado haciendo en siglos pasados.

La escuela no tiene que capacitar para una vida futura porque no podemos seguir creyendo que existen las capacidades aparte de su realización, porque no se pueden establecer cuáles son esas potencialidades ya conocidas a priori y que habría que desarrollar, porque hay que descubrir de qué capacidades está dotado cada individuo (se puede hacer esto con la nueva era analítica) y descubrirlo/insights en la acción (quantified self, una autocuantificación de todo los procesos en tiempo real y al instante presente). No existen dos niños iguales. La escuela es experiencia y vida: en ella cada niño y cada joven tiene que vivir y convivir en un ambiente organizado adrede para llevar a cabo las experiencias que irán desvelando de lo que es capaz. Esas experiencias serán formativas, si con ellas se restablece la continuidad de la vida y readapta el ambiente a las necesidades humanas.

Esto es lo que entendemos por #eduvida desde que lo expuse en el TEDxLeon. Educación con/para/en la vida. He puesto algunas ideas entreparéntisis a esta cita literal.
p. 29-30 en La Educación según John Dewey