Ayer en El País, sección Negocios, apareció un pequeño artículo hablando de la neutralidad de la red («Red neutral»). En él, Ignacio R. Téubel y Arturo Rojas nos dicen que la neutralidad está basada:
en el principio que establece la plena igualdad del uso de Internet para cualquier individuo, independientemente del contenido o el tráfico que se genere en el origen y destino.
Pero las operadoras de telecomunicaciones están dando al traste a este concepto, tanto en EE.UU como en Europa, que ya empiezan a oirse globos sonda. Estos autores advierten:
El debate subyacente radica en que son los operadores los que tienen que acometer las grandes inversiones necesarias para poder llevar el peso de tal volumen de tráfico de información en forma de ceros y unos. Así, y ésta es la postura de los operadores, sería más coherente una redistribución equitativa del uso y coste de esa red, de tal manera que quien más consume y, por tanto, quien más dinero genera para los proveedores de contenidos pague más. Por otro lado, argumentan los proveedores de contenidos, si se empieza a cobrar más a aquellos que están haciendo que la red se transforme, evolucione y avance hacia los nuevos estadios de maduración, se podría incurrir en un estrangulamiento de la oferta e innovación de estos servicios, y por ende también de Internet.
En Europa, a pesar de que está bien clara la posición de la Comisión Europea hacia la neutralidad, las autoridades no pueden quedarse al margen del debate, especialmente porque los operadores europeos también están acometiendo importantes inversiones de red para no quedarse fuera de los nuevos tiempos que corren en Internet.
Seguirá dando que hablar esto. Pero me temo que encontremos internets de distinto rango dependiendo de lo que se pague. Ya hablaron de implantar cuotas y tarifas por consumo en móviles de última generación, y el resultado es que no tiene el éxito esperado. ¿Qué año morirá la Internet que conocemos ahora? Se admitem apuestas.