Reflexiones sobre ecologías y espacios del aprendizaje, análisis del aprendizaje y análisis de redes sociales, visualización de datos, Big Data y otros temas emergentes

Categoría: CoP

Diferencias entre redes sociales online y comunidades de práctica

Después de leer los comentarios de Howard Rheingold en ICTlogy de Ismael Peña, sobre redes sociales online, y hablando de este tema, aparecen en el post de ICTlogy las siguientes palabras de Rheingold:

Online Social Networks — a more comprehensive term than virtual communities — enable people to co-operate. Social networks have always existed, but now they’re empowered, enhanced by ICTs, so communities of practice can form.

Lo que viene a decir es que las Redes Sociales siempre han existido, pero las TIC le han dado poder y alas para generar comunidades de práctica.

Para mí es muy importante H. Rheingold, pero hay que decir que él fue el creador e impulsor de las comunidades online, que nada tienen que ver con las comunidades de práctica.

Hablando y comentando con expertos como John D.Smith y Nancy White, cuyo libro en compañía de Etienne Wenger se va a retrasar y que va tener un título llamativo e interesante: «Digital Habitats: stewarding technology for communities«; la primera visión de su draft (lo tengo en mis manos por cortesía de los autores) es más que interesante para tener muchos de los conceptos que pululan en sitios web y blogs de forma confusa, a mi modo de ver.

La confusión entre Redes Sociales online y Comunidades de Práctica es patente debido a la complejidad adyacente a estos conceptos, donde el análisis de las interacciones y de la identidad es clave para su diferenciación. Funcionan con diferentes dinámicas.

Las comunidades a nivel general (tanto las de interés, como de práctica y las de aprendizaje) gozan de buena salud con el impulso de las herramientas que surgen en la web social.

Las comunidades suelen estar delimitadas, tienen identidades que sienten «pertenencia» a esa comunidad (Nancy habla de «we», de sentirse como una «piña» vamos). E incluso renunciar a su propias necesidades e intereses personales para generar cohesión (me gusta la palabra cosificar para establecer el grado de pertenencia).

En cuanto a las redes sociales online no tienen una delimitación concreta (son difusas), es un espacio genérico en el que no todos tienen por qué conocerse y establecer relación, se mueve a través de una identidad individual (el perfil de un sitio de red social como elemento para generar interrelaciones). Por eso la identidad es lo primero que generaría una red social en el individuo que ingresa.

En este entorno tecnosocial en el que estamos inmersos, tanto uno como otro concepto ha variado a través de la tecnología, cambiando al integrarse en un espacio virtual. Se han transformado tanto las redes sociales como las comunidades de práctica que existían antes de la web en sí. Ello no nos tiene que llevar a sustituir las comunidades virtuales por redes sociales en línea.

Las redes, en general, sustentan o mantienen a las comunidades, mientras las comunidades se abastecen de las redes sociales. Hay vasos comunicantes entre los dos conceptos pero no son necesariamente lo mismo. Hay retroalimentación entre ambos en diferentes dinámicas de actuación. Pero una cosa es una CoP y otra una red social online (o SRS), que lo que puede este último por una serie de características de su cohorte acabe una parte o un grupo de personas en una comunidad.

Hay que medirlo con los patrones de interacción social, algo que explica el formidable libro que está por salir.

Hay más aspectos sutiles que dejaremos para otro día.

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Comunidades virtuales y redes sociales en educación

Dejó aquí el artículo que escribí para Espacio de reflexión nº 10 en Internet en el Aula. Ahora que se ha acabado ese espacio de reflexión, aunque todavía se puede participar, pongo este escrito aquí, en este blog en total low blogging.

Las comunidades virtuales

Las comunidades virtuales es un término muy genérico. Debemos focalizar nuestro interés en las comunidades virtuales de aprendizaje y las comunidades virtuales de práctica como géneros más específicos para los entornos académicos y educativos.
Según Wenger, McDermott y Snyder (2002) una comunidad de práctica (CP) es “un grupo de personas que comparten una preocupación, un conjunto de problemas o un interés común acerca de un tema, y que profundizan en su conocimiento y pericia en esta área a través de una interacción continuada”. Uno de los factores clave de su éxito es el moderador o facilitador (estos autores lo denominan coordinador), que es una pieza determinante a la hora de garantizar el funcionamiento de las CP, sobre todo en el caso de las CP virtuales. Su misión es promover la participación y gestionar los contenidos intercambiados entre los miembros de la CP, identificar los contenidos relevantes y almacenarlos de manera adecuada para facilitar su recuperación. Desde las publicaciones de E. Wenger y J. Lave, como creadores e impulsores de esta forma de aprendizaje (influenciadas las comunidades de práctica por la gestión de las organizaciones y su gestión del conocimiento), esta, por primera vez, se puede considerar por primera vez social y generado de forma colectiva. En 1998 Wenger ya fijó tres premisas o dimensiones en las que se deben asentar las CP: un compromiso mutuo, una empresa conjunta y un repertorio compartido. Se debe diferenciar de otras formas de equipos, predominando aquí la autorregulación y autogestión dentro de un ecosistema informal.
Las comunidades de práctica virtuales, para algunos autores, son “semi-comunidades” ya que pierden uno de los aspectos más importantes de la comunicación (en este caso se trata de comunicación mediada por ordenador) que es el cara a cara para darle al canal más veracidad. En la última década esto está cambiando debido a los avances de las herramientas de software social. Hay plataformas donde se pueden establecer comunicación escrita, hablada e incluso “simbólica”, como es el caso de Second Life o de otro entorno de mundos virtuales.
Se han hecho muchas clasificaciones de comunidades virtuales, pero la que verdaderamente nos importan son las que están centradas en el aprendizaje o en su construcción.
Tanto Wenger (1998) como Brown y Duguid (2000) son los impulsores de las teorías sociales del aprendizaje y, por ende, en las intrincados mecanismos del aprendizaje informal. Con esta conceptualización han ido apareciendo términos como contexto (situated learning, aprendizaje situado), práctica, identidad, significado, comunidades textuales (a diferencia de las presenciales), etc.
Sobre la base de las CP virtuales debe haber un comportamiento de acción subyacente. No sólo se debe describir sino que también han de tener un carácter transformativo, por eso el carácter innovador necesario para aplicarlas en las áreas de conocimiento o de investigación. Como nos dice José Luis Cabello (2008):

Las comunidades virtuales de profesorado por áreas o intereses afines son uno de los mejores instrumentos para fomentar la innovación y la integración curricular de las TIC; también una buena fuente de actualización y formación continua. Un ejemplo a seguir es Webheads in Action , comunidad virtual de práctica de profesorado de idiomas cuyo objetivo común es el uso de las aplicaciones CMO y las nuevas tecnologías en general para el aprendizaje de idiomas.

La CP es una herramienta de mucha utilidad para el intercambio entre pares (profesores) y entre estudiantes y profesores. En este último, las jerarquías desaparecen para establecer la focalización de los intereses en la práctica, donde el profesor queda diluido entre un conjunto de propósitos de la comunidad. Se necesita un facilitador o moderador para hacer dinámica la comunidad. No debe tener actitudes autoritarias ni manipuladoras, debe dejar que se autorregule, y debe dinamizar con preguntas, mejoras, acciones, propuestas e interconexiones.
También debe estar definida bajo los principios de la colaboración para que la aportación sea mutua y de interés para la comunidad.
Los estándares de la Unesco de competencias en TIC para docentes con respecto a la formación profesional del docente aseguran que se deben “utilizar recursos de las TIC para participar en comunidades profesionales y examinar y compartir las mejores prácticas didácticas.
Debatir cómo se pueden utilizar recursos de las TIC para apoyar la innovación y el mejoramiento continuo por conducto de comunidades profesionales de aprendizaje; y proponer a los participantes que a partir de su propia experiencia, presenten ejemplos de esas prácticas basadas en las TIC”.

Se ha hablado mucho de los factores de éxito y de barreras para una exitosa creación de comunidades. Gannon-Leary y Fontainha (2007) lo describen en una tabla que hemos traducido.

Las redes sociales

Las redes sociales se están convirtiendo en un caballo de batalla en centros de educación de muchos países desarrollados. En algunos estados americanos se ha prohibido la utilización de sitios de redes sociales (SRS). Éste es un problema que va más allá de los aspectos tecnológicos en educación. Se plantea el desfase entre lo que los estudiantes aprenden por su cuenta y lo que los centros escolares imparten, en contraposición a las herramientas y maneras de actuar de muchos jóvenes de hoy día. Las tecnologías de la información y las comunicaciones forman parte, cada vez más, del entorno generacional en el que se mueven. Acercarnos a esa “relación” de los jóvenes con las tecnologías que usan nos parece indispensable para una interpretación correcta del papel de las TIC en el proceso educativo y, especialmente, en los resultados académicos de los estudiantes (véase el fracaso escolar). Las escuelas en la sociedad red deben hacer uso de estos instrumentos de aprendizaje (wikis, blogs, podcast, redes sociales y comunidades en red) cercanos a esta generación para devolverles el empoderamiento (que ha revindicado la corriente de pedagogía popular y social) a los verdaderos artífices de los procesos de enseñanza-aprendizaje: los estudiantes.

Proporcionan a las nuevas generaciones un valioso espacio público (tercer espacio para algunos autores) en red para reunirse con sus compañeros. Dependiendo de la función que desempeñe la escuela en sus vidas, los jóvenes aprovecharán estas estructuras con fines educativos, para hacer preguntas sobre la tarea, compartir recursos y enlaces, e incluso en algunos casos, pedir a sus profesores información fuera del aula. Los SRS no hacen que los jóvenes se impliquen en lo educativo, pero proporcionan una estructura para que se impliquen los que están motivados y, por otro lado, refuerzan las redes de la vida cotidiana, proporcionando un espacio de reunión cuando no existía nada anteriormente.

La pedagogía educativa en los últimos años ha oscilado entre el aprendizaje centrado en el individuo, el aprendizaje en grupo y aprendizaje entre pares (peer-to-peer). Si se considera un enfoque de aprendizaje peer-to-peer, se están valorando inherentemente las redes sociales que tienen y mantienen los jóvenes. De otro modo, se les está animando a construir una. Estas redes están mediadas y reforzadas a través de los SRS. Si existe un valor pedagógico para alentar a sus pares a tener redes sociales potentes, entonces hay valor pedagógico en dar apoyo a sus prácticas sociales en los SRS.

Ning, la red social que se está usando para este congreso, fue creada en 2005 por M. Andreessen y G. Bianchini, es la más utilizada para entornos educativos. Según aparece en el ítem de Wikipedia esta palabra significa paz en chino. La plataforma está construida en Java y el servicio corre en PHP. Una de las diferencias significativas con respecto a Facebook y a MySpace es que cualquier usuario puede construir sus propias redes sociales y, por supuesto, agregarse a las ya formalizadas. Esta plataforma centrada en comunidades de intereses específicos tiene en estos momentos 240.000 redes sociales creadas y va en camino de convertirse en una red viral exitosa. Cuando alguien crea “su” red social ya cuenta con las siguientes herramientas: blog, foro, gestión de usuarios, grupos, posibilidad de generar eventos, añadir fotos y vídeos e integrar widgets de todo tipo. Gestiona bastante bien los aspectos de privacidad y visibilidad de la web. Otras aplicaciones para crear redes sociales de ámbito educativo son Soceeo y Elgg (este último se debe instalar en servidor de nuestra web).

En el contexto de educación primaria y secundaria se ha discutido mucho sobre la conveniencia o no de integrar algún sitio de redes sociales en los espacios de centros escolares o entre centros. Creemos que su integración viene dada desde espacios de aprendizaje más informales, que deberían conjugarse con los espacios de aula formal. La creación de redes sociales y comunidades en entornos abiertos está transformando la manera de aprendizaje de las nuevas generaciones (donde entran aspectos de aprendizaje colaborativo con técnicas de pares y socialización de sus contenidos). Los SRS son más valiosos para distintos tipos de aprendizaje informal, para perfeccionamiento de habilidades de alfabetización digital y para fomentar las conversaciones entre pares sobre contenidos educativos fuera del contexto y el espacio del aula tradicional, todo ello bajo una arquitectura de la participación.

Algunas de las ventajas de las redes sociales como plataforma para el aprendizaje y socialización son:
• Uno de los argumentos más apreciados es su socialización y como tal, de un aprendizaje social que implicaría muchas mejoras en los procesos de aprendizaje.
• Las comunidades virtuales de práctica son de gran ayuda para actualizarse profesionalmente en centros e intercentros. La colaboración de los colegas con estas herramientas es clave para allanar “brechas” y activar compañeros que no tienen interés o son unos “lurkers”. La importancia de un facilitador y experto en la materia haría posibles mejores interacciones.
• El aprendizaje suele generarse meidante la interacción de sus componentes y bajo entornos de aprendizaje más informales que formales. Es algo que la escuela debe retomar e integrar con este tipo de herramientas para tener una educación más flexible e integradora.
• Las redes sociales y las comunidades deben ser explicadas a los estudiantes con valores éticos y formas de navegar consecuentes, y con unos principios de ciudadanía digital. Una competencia poco desarrollada en el ámbito español.
• Se puede considerar como una formidable herramienta para una educación inclusiva. En las comunidades de práctica y aprendizaje suelen posibilitar una pluralidad compartida.
• Como eje de interacción entre los distintos agentes de los centros escolares: estudiantes, padres y profesores. Agilizaría y movilizaría determinados aspectos del funcionamiento de un centro.
• Como fuente de conexión con las empresas en busca de trabajo. Aquí entran en juego el ‘networking’ profesional (sitios como Xing y Linkedin) para entrar en contacto con profesionales de un área o rama de conocimiento particulares.
• Al trabajar con redes sociales, son un punto de partida para tratar la identidad digital. Con qué actitudes, formas, presencias conforma el usuario su perfil. Los mundos virtuales serían un paso más allá en este tipo de competencia sobre la identidad digital.
• Facilitan las tareas de inmersión en un entorno lingüístico extranjero por medio de redes o comunidades. Al respecto existen muchas aplicaciones que permiten conectar personas que desean aprender y enseñar idiomas (Livemocha, Italki, Place4langs, friendsabroad, kantalk, Mixxer, Myngle). A estos entornos se les suele llamar Language Learning Community (aunque algunos también los nombran como Community Language Learning). En ellos, por necesidad, los estudiantes se verán obligados a leer y escribir textos en esa comunidad, con el consiguiente aprendizaje construido en la práctica.

Seguro que hay más características y maneras de uso de estas tecnologías sociales. No es fácil ver los SRS como la mejor opción para los educadores, aunque pueden ser interesantes para iniciarse, y una forma de conectar con otros aprendices.
Lo que está claro es que con la prohibición no logramos nada, con enseñar lo que no se debe hacer tampoco. Hay que enseñar a construir, crear, comprender, debatir, interactuar y a aprender haciendo sobre las mismas herramientas sociales, conformando una deontología del buen uso. Creemos que muchas de las tecnologías como pueden ser portales como plataformas, el nuevo software social (más multimedia) y la web social hace que se deban redefinir los conceptos de sitios de redes sociales y de comunidades virtuales (de práctica o de aprendizaje). Hay campos de actuación que están diluyéndose, sin saber con precisión a qué parcela pertenece. Se encuentran redes sociales que permiten crear comunidades y estas que actúan con perfiles de identidad y relaciones de amigos.
Otra información:
Comunidades Vs Networks No es tema sencillo esta comparación, pero nos puede servir de aproximación didáctica.
Ampliamos la biblografía recomendada tanto de redes sociales como de comunidades virtuales de aprendizaje y de práctica.

Bibliografía:
BOYD, D. M. (2007). Social Network Sites: Public, Private, or What?. The Knowledge Tree. Recuperado el 3 de junio de 2008, en http://kt.flexiblelearning.net.au/tkt2007/edition-13/social-network-sites-public-private-or-what/.

BOYD, D. M. (2008). The Economist Debate on Social «Networking». apophenia :: making connections where none previously existed. Weblog. Recuperado el 21 de mayo de 2008, en http://www.zephoria.org/thoughts/archives/2008/01/15/the_economist_d.html.

BOYD, D. M., & ELLISON, N. B. (2007). Social Network Sites: Definition, History, and Scholarship. Journal of Computer-Mediated Communication, 13(1). Recuperado el 20 de mayo de 2008, en http://jcmc.indiana.edu/vol13/issue1/boyd.ellison.html.

BROWN, J. S., & DUGUID, P. (2000). The social life of information. Boston: Harvard Business School Press.

CABELLO, J. L. (2008). Comunidades virtuales de práctica. El Camarote. Recuperado el 1 de junio de 2008, de http://camarotic.es/?p=9.

GANNON-LEARY, P. M., & FONTAINHA, E. (2007). Communities of Practice and virtual learning communities: benefits, barriers and success factors. eLearning papers, 5. Recuperado el 10 de junio de 2008, en http://www.elearningeuropa.info/out/?doc_id=12522&rsr_id=13563.

LAVE, J., & WENGER, E. (1991). Situated learning : legitimate peripheral participation. Cambridge [England];New York: Cambridge University Press.

Los adolescentes y las redes sociales: del patio del colegio a la Red desde la habitación. (2008).Consumer Eroski. Recuperado el 7 de junio de 2008, en http://revista.consumer.es/web/es/20080601/internet/72607.php.

PRENDES, M. P. & SOLANO, I. M. (2008). EDUTEC en la red. Comunidades virtuales
para la colaboración de profesionales. EDUTEC, Revista Electrónica de
Tecnología Educativa. Núm. 25/Marzo 2008. [Fecha de consulta: 8/06/08].
http://edutec.rediris.es/Revelec2/Revelec25/Edutec25_Edutec_en_la_red_cominades_virtual
es_colaboracion.html

WENGER, E. (2001). Comunidades de práctica : aprendizaje, significado e identidad. Barcelona: Paidós.

WENGER, E., MCDERMOTT, R., & SNYDER, W. (2002). Cultivating communities of practice : a guide to managing knowledge. Boston Mass.: Harvard Business School Press.

Trabajando con comunidades de aprendizaje online

En futurelab hemos encontrado un interesante artículo sobre comunidades de aprendizaje online (que por tanto tiene interés en el blended learning, en el que nos desenvolvemos).
El artículo, escrito por Ken Allan, es sumamente interesante; tanto que lo hubiéramos traducido y reproducido tal cual (según nuestra interpretación de su texto en inglés) de no ser por el tipo de licencia que tiene.
En todo caso, no nos resistimos a hacernos eco de las interesantes ideas que recoge, que pueden enriquecerse con los textos que aparecen en los siguientes artículos:

Comunidades

El titulo del artículo de Allan, publicado en el presente mes de enero, es Trabajando con comunidades de aprendizaje online. La primera idea que recoge es la propia definición de comunidad de aprendizaje online, con las siguientes palabras (traducidas):
Una comunidad puede ser definida como un grupo de personas, cada uno con diferente experiencia y con acceso a diversos recursos, en la cual hay una coparticipación de tal modo que cada individuo del grupo puede beneficiarse de los demás», que no difiere sustancialmente de lo que recoge la Wikipedia: «grupo de personas que interactúan principalmente no cara a cara, sino a través de los medios de comunicación como cartas, teléfono, e-mail o Usenet «.
Hay un concepto que consideramos sumamente interesante y delicado como consecuencia del carácter polisémico que está adquiriendo. El concepto es liderazgo.

El liderazgo no es un término popular en la educación española. En la literatura de la investigación no suele ser frecuente encontrar este término. Posiblemente en muchas mentes se esté confundiendo con el autoritarismo, y de ahí el rechazo. Se contradice este término a primera vista con la perdida de poder del profesor. Este término está en todos los ámbitos de la educación en muchos paises.

Sin embargo, en nuestro contexto, tal concepto tiene unas connotaciones más sociales: el líder no es el que manda, ni el que tiene LA información y EL conocimiento, ni (en contextos educativos) el orador sagrado, dispensador único de la Ciencia. Para nosotros el líder es algo así como el catalizador, que por sí solo no hace nada pero que sin su presencia ciertas reacciones serían inviables. El líder estimula, anima, pero su voz es la de la comunidad que lidera.
Al respecto, en el artículo citado, leemos:
Una comunidad de aprendizaje online se puede describir como un lugar común (online), en el cual todos sus miembros puedan participar en las actividades de la comunidad en áreas de aprendizaje guiados por un líder.
Otro concepto importante que menciona K. Allan es el de lurker. La traducción literal es mirón
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Comunidades de práctica virtuales según Sheryl Naussbaum-Beach

Sheryl Nussbaum-beach

Sheryl Nussbaum-beach en The Art of Building Virtual Communities nos muestra varios puntos de interés para construir de manera saludable una comunidad:

  • Participación realmente activa y consistente. Los miembros de la comunidad comienzan realmente a moderarse a ellos mismos. No se trata de que el moderador sea el único que se ocupe de las cuestiones. Los miembros dan la bienvenida a los nuevos componentes y responden a las preguntas, no sólo señalan a los novatos.
  • La recopilación de datos es el primer paso para el conocimiento y la sabiduría, pero compartir los datos es el primer paso para establecer comunidad.Henry Gates.
  • El tamaño de la comunidad no es tan importante como los resultados. Los participantes se preguntan ¿cuál es el beneficio de ser miembro? ¿Cuál es el valor añadido? ¿Cómo es de bueno el trabajo que hace la comunidad teniendo toda la información y redistribuyendo, en un esfuerzo por devolver algo?
  • Las comunidades sanas se autogestionan y autorregulan. Los miembros tienen un sentido de pertenencia/propiedad. Importante para una incentivación del alumnado con responsabilidades y pertenencia a un grupo.
  • Los organizadores de la comunidad deberían verse como parte de la comunidad, no sentirse los propietarios. Algo que intentamos hacer desde nuestra experiencia. En nuestro caso, los organizadores (profesor y asesor TIC) lideramos la comunidad únicamente para ponerla en marcha, tanto en el caso de la comunidad de blogs como en la creación de vínculos a través del foro, lo mismo que ocurre con las minicomunidades creadas en el wiki para la realización de trabajos colaborativos.
  • La manera de obtener un estatus dentro de la comunidad es a través de la generosidad y el interés, si los valores de la comunidad están estructurados de manera que el estatus se adquiera a través de la pertenencia a la comunidad, no a partir del lucimiento. El ranking debería elaborarse a partir del valor de la contribución, no del número de veces que se publica.Si fuese así, una persona que empiece a sobresalir o a adquirir protagonismo, podría considerarse de alto estatus como consecuencia de la publicación más frecuente que el resto
  • El mejor título para el organizador es el de animador de la comunidad. Tener la filosofía de que toda persona es un líder. Preguntar ¿qué aportas? ¿Dónde están tus competencias? ¿Hay un lugar para cada uno y cada uno en su lugar?
  • Se repartirán tarjetas con puntos cuando los organizadores perciban un buen trabajo; esto anima a la gente a hacer cosas agradables para la gente de dentro de la estructura. Las tarjetas se pueden canjear por premios.
  • Había que dar poco importancia al Karma (puntos según el renombre) condenado al fracaso porque se basa en la motivación extrínseca, no intrínseca.
  • ¿Existe algo que sea como una comunidad demasiado grande? Si es demasiado grande, hay que pensar en la manera de dividir áreas y construir comunidades para el nuevo subconjunto de comunidades.
  • La Comunidad no se mide nunca. Los principios de jerarquía y de liderazgo son diferentes. Puede haber 50 personas que están cubriendo sus necesidades y 2000 que están frustrados. ¿Cuál es la comunidad?
  • ¿Las comunidades son activos/bienes? Cuando creamos una comunidad ¿estamos también creando un mercado? El valor no está en la comunidad, sino en lo que ésta hace. El valor está en los miembros de la comunidad que producen.

Más información sobre comunidades virtuales de práctica en:
21st Century Collaborative

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Comunidades de práctica: recomendaciones

CoP

Según Wenger, McDermott y Snyder (2002) una comunidad de práctica (CP) es “un grupo de personas que comparten una preocupación, un conjunto de problemas o un interés común acerca de un tema, y que profundizan su conocimiento y pericia en esta área a través de una interacción continuada”.

Una de los elementos más importantes en una comunidad de práctica es la negociación de significados que debe establecer el moderador (o profesor en este caso) para garantizar su funcionamiento. Debe promover, gestionar y activar la participación entre sus componentes. Graham Attwell ha escrito un post en el que nos da unas quince recomendaciones para que una comunidad en practica tenga algún éxito en nuestros propósitos:

Factores de éxito críticos para la implementación de comunidades de práctica

El éxito de una comunidad de práctica, a largo plazo depende de los participantes de la comunidad, a causa de la participación voluntaria, autodeterminación y relevancia práctica para los in dividuos y para la organización. Estos aspectos pueden desarrollarse mejor cuando se tienen en cuenta los siguientes factores críticos de éxito.

  1. Es importante no emplear criterios muy específicos y angostos con respecto a lo que constituye una Comunidad de Práctica (CoP) y cuando una tiene éxito. La definición de comunisdades es una tare intrínsecamente complicada, porque por su naturaleza no tienen una delimitación claramente establecida.
  2. Los componentes de una comunidad de práctica han de experimentar la relevancia y percibir que las metas de la comunidad son útiles. Han de ser capaces de identificarse con ellas para llegar a ser «propietarios» de la comunidad y entusiasmarse con ella.
  3. Los partícipes de una comunidad de práctica tienen que estar convencidos de que perfeccionan y aprenden (nuevas) competencias que se encaminan a mejorar el rendimiento en el trabajo.
  4. Para darse cuenta de esto dentro de la comunidad, necesitan estar comprometidos y tener confianza mutua. Cada miembro de la comunidad ha de sentir que el resto valora su participación. En la mayor parte de los casos por el conocimiento que aportan a la comunidad, pero también por su forma de trabajar y comunicarse.
  5. El emprendedor de una comunidad de práctica ha de estar preparado para dar un importante grado de autonomía a los partícipes.
  6. Los partícipes deben tener habilidades sociales bien desarrolladas. Trabajar juntos dentro y fuera , la comunidad caminará más rápido hacia nuevo conocimiento, comprensión y soluciones, que cuando intentan resolver los problemas de manera individual.
  7. Especialmente en la fase inicial, hay que prestar mucha atención a que los propios componentes participen en la construcción de la comunidad.
  8. Los conflictos han de ser tratados de una manera oportuna y respetuosa. a solución de un conflicto no se considera como victoria o derrota de un componente, sino como una oportunidad de aprendizaje para la comunidad de manera general.
  9. Debe existir diálogo. Las conclusiones han de ser extraídas de forma colaborativa. Han de ser respetadas las opiniones de todos los partícipes. Las conclusiones no han de ser impuestas por el moderador.
  10. Los partícipes deberían sentir la comunidad como un entorno sin riesgo alguno en el que expresar opiniones y posturas sin miedo, sentirse libres de plantear preguntas y de explorar soluciones inconformistas e ideas creativas.
  11. Los participantes han de tener sensación de compromiso y apoyo por parte de los directivos de la organización (si es pertinente)
  12. Los partícipes viven su participación como una contribución a su crecimiento personal. El fondo es que esos participantes experimenten eso a partir del conocimiento adquirido, su rendimiento en el trabajo en un hotel, restaurante, hotel, etc. en donde su trabajo se ha intensificado
  13. Los participantes se dan cuenta del valor añadido de que la comunidad es de naturaleza multidisciplinar y está formada por personas de estratos jerárquicos distintos de los de la organización.
  14. Como consecuencia de que la comunidad de práctica funciona en gran medida virtualmente, necesitará el apoyo de herramientas de trabajo colaborativo fiables que permitan ampliar el abanico de funcionalidades a medida que se va desarrollando la comunidad.
  15. Los dirigentes de la organización (si es pertinente) han de entender y apoyar activamente la importancia estratégica de las comunidades de práctica, pero no deberían implicarse directamente en su trabajo diario o en los objetivos que propone dicha comunidad. Han de aceptar y confiar en la comunidad como una unidad «auto-dirigida».