El aprendizaje de idiomas por momentos sigue manteniendo un vínculo con el aprendizaje del pasado. Se pueden observar los libros de texto de inglés o francés de enseñanza reglada de secundaria o de Escuela de Idiomas. Sigue proliferando la lógica de la gramática, la construcción y esqueleto («framework») de sus estructuras. Hay aspectos psicológicos y de aprendizaje informal que deberían ser materia de aprendizaje y de forma individual. El aprendizaje en red ya lo permite. Otra cosa son las instituciones, el negocio de los libros, la estructura anquilosada de las Escuelas.
Un nuevo blog de Ken Carroll ha escrito un post en el que reflexiona sobre el aprendizaje de un idioma desde la perspectiva de «aprendizaje 2.0» y comienza diciendo:
No hay una sola razón para el fracaso de la enseñanza tradicional de las lenguas. Se parece más a una constelación de malas pedagogías, objetivos irrelevantes, un sistema escolar que se anquilosó en eras pasadas, etc. El punto álgido fue la ilusión de que se podría enseñar, y se enseñaría, un idioma a los niños, es decir, que se les podría explicarlo. El personal docente se centró en lo gramatical, en lugar de lo psicológico. ¿Cuáles son las estructuras de la lengua?, en vez de ¿cómo podríamos fomentar el proceso de aprendizaje de idiomas?
No parece que se le ocurra a nadie más que a los niños, que si se les instó a utilizar el idioma que ellos quisieran, lo hagan sin «dolores de cabeza» y rápidamente. Nada (y me refiero a nada) podría haber sido menos relevante que la conjugación (o declinación) de las preposiciones (lo que hacen, en irlandés) a un grupo de niños, pero eso es lo que tenemos.
Interés hay por el aprendizaje de idiomas pero hay un constreñimiento de miras y de aplicar otras metodologías. ¿Qué os parece?
Comentarios recientes