Estas semanas ha caído en mis manos un libro interesante que me parece que pone el dedo en la llaga en algunos de los problemas educativos de este siglo. En el reflexiona, a partir de una buena documentación, del agotamiento del actual modelo escolar de la era industrial y la necesidad de transformar el sistema educativo para afrontar los retos de la sociedad de la información o del conocimiento para otros.
En él escribe mucho de las TIC y su repercusión e influencia en el nuevo orden educativo, como nombra Ferran Ruiz nombra en el capítulo 3, que las instancias políticas y administrativas del mundo educativo se han contemplado o visto de tres maneras:
- La primera de ellas consiste en considerarlas como un conjunto de habilidades y competencias cuyo desarrollo requiere poner un cierto énfasis en las TIC
- Puede ser considerada como un conjunto de herramientas o vías que se pueden usar para alcanzar los objetivos existentes o hacer lo mismo de siempre, pero de un modo mejor y acaso más económico
- Por otro lado es una última opción es considerarlo como un agente con un impacto revolucionario, que lo modifica todo y que obliga a repensarlo todo. Esta no es la idea predominante entre las autoridades educativas
En cuanto a las cuestiones de fondo nombra algunos hechos que hace que no se desarrolle los entornos educativos, el autor habla de 6 ejes de tensión, que son focos conflictivos que no dejan desarrollar esta nueva educación. Parte de un informe publicado en el 2001 de la Unión Europea titulado «The THINK Report [pdf, 4,2 Mb]:
- El currículo bloquea la innovación. Hay opiniones para todos los gustos en este aspecto.Lo que si es cierto es que el currículo no hace promover la innovación y un uso adecuado de la introducción de las nuevas tecnologías.Se plantea en este informe un nuevo «currículo autónomo, no prescriptivo, basado en la dimensión comunitaria, el autoaprendizaje, el razonamiento crítico y la autoexpresión».
- La evaluación no se adapta e inhiben el uso de las TIC. Un de los grandes problemas y espadas de Damocles es la evaluación. Actualmente están materializadas en exámenes escritos. Lo que se valora es la memoria en un entorno de usuarios cada vez más «desmemorizados» (nativos digitales). En palabras de Ruiz Tarragó (vía The THINK Report), «estas prácticas de evaluación inhiben el uso de las TIC (esta palabra deberíamos también cambiarla no está a la altura de nuestros tiempos) y tienen muy poco que ver con la demostración por parte del alumno de sus destrezas de expresión, exploración e intercambio usando las tecnologías, o con su propio relato de las cosas que han hecho, de cómo lo han realizado y de lo que les ha motivado, sea cual sea el tema que haya investigado o trabajado». Las herramientas educativas deben cambiar, el problema son los criterios de cómo evaluar el pensamiento crítico o la cretividad, por decir dos items de valoración. Los e-portfolios deberián jugar un papel importante en la creación, desarrollo e implantación adecuada en los centros escolares y la educación superior.
- El profesor como «técnico» o como «profesional». Las normativas y las políticas de las tecnologías de la información no suelen tener en cuenta esto. Es un tema complicado las nuevas funciones y roles del profesor de este siglo. En el Informe
hablan de decidir que tipo de profesor se promueve. Debe haber unas implicaciones y seguimiento de la formación inicial y permanente del profesorado y concretados en unos perfiles profesionales constantemente puestos al día. No sólo que sirva para concursos y traslados. Los roles de esta profesión deben adaptarse a los tiempos que corren.
- Las TIC incrementan las desigualdades de rendimiento. El informe PISA (salido hace unos días el informe PISA de 2006). Así los estudiantes que tienen acceso «natural» a las herramientas tecnológicas tienen en general mejores rendimientos escolares que los que no tienen un acceso continuado a ellas. El autor cree que no es la mejor solución darle un tratamiento uniformizado del alumnado ante las TIC, sino que requiere enfoques más pedagógicos que den una especial relevancia al desarrollo del potencial individual y a la personalización del aprendizaje. Esto trasciende los ámbitos educativos y se adentran en aspectos de la cohesión social y la igualdad de oportunidades.
- La carga financiera excede las posibilidades. La nueva educación y las reformas educativas deben trascender una legislatura política. Estas coyunturas hace que la inversión y sus implicaciones económicas sean de amplio calado. La financiación debe tener una buena gestión y desarrollo. No debe fijarse en cifras cuantitativas sino en la integración y utilización plena en la aulas.
- Los nuevos contenidos y su gestión. La conversión de los libros de texto que lo viviremos en estos años y el gran negocio de la editoriales. Además el flujo de la información del alumnado y que influyen en el aprendizaje de los estudiantes ya no es controlable por el profesor. Por eso algunos profesores usan el método prohibitivo para llevar sus tareas de clase (copiar y escribir a mano los trabajos sin apoyo de Internet). Hay otro problema que se está planteando con los contenidos. El carácter abierto o restrictivo de los contenidos. Por un lado unos piensan en hacer control de los contenidos consultados en Internet en un centro escolar y, por ende, el énfasis en la protección del menor. Otros, más aperturistas, deciden primar la información que llega a los escolares por los medios digitales y educando en los valores digitales, fomentando su responsabilidad y respetando su libertad de elección.
En el primer capítulo trata sobre los protagonistas de la educación (que por ahora no lo son), de los problemas y asimetrías que se están produciendo. En el capítulo 3 nos describe distintos ámbitos de las políticas de TIC en educación y el papel de las administraciones, en el 4 habla de costes, resultados y beneficios del uso de las TIC. El capítulo 5 plantea retos de la organización escolar, el 6 del liderazgo y dirección. Algo de lo que no hablamos es de tomar ideas del mundo empresarial, lo plantea en el capítulo 7 («De qué hablan las empresas»).
El último capitulo merece la pena unas líneas, escribe sobre las cuatro transformaciones que se deben llevar a cabo en el sistema educativo:
- Una transformación de currículo, como ya hemos nombrado
- La transformación de los roles, tanto del profesor como del estudiante
- La transformación de la organización escolar y su entorno interno, teniendo como eje central y protagonista a el estudiante con todas sus consecuencias (personalización de la enseñanza, perdida de poder (en sentido clásico) del profesorado, flexibilidad organizativa, los horarios y asignación de materias, el trabajo en equipo del profesorado, etc)
- La transformación de la arquitectura de los centros para un uso correcto de las TIC, y ese uso generalizado sea por su estructura organizativa flexible (cambios posibles de conectividad), ubicuo (redes inalámbricas) y permanente.
Y vosotros que sabéis más que yo de todo esto, ¿Qué opinión os merece estos análisis de este libro interesante?
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