Reflexiones sobre ecologías y espacios del aprendizaje, análisis del aprendizaje y análisis de redes sociales, visualización de datos, Big Data y otros temas emergentes

Categoría: Web 2.0 (Página 1 de 10)

Primer libro sobre el concepto 2.0 en 2002

Estoy leyendo ahora un libro especial. Se trata de la primera referencia o libro al concepto 2.0 se produjo en junio de 2002 cuando la editorial Aspatore Books publicó «Web 2.0: The Future of the Internet and Technology Economy and How Entrepreneurs, Investors, Executives & Consumers Can Take Ad (Execenablers)» por Dermot A. McCormack. Unos meses más tarde (octubre de 2002) se cambió el título a «Web 2.0: 2003-2008 AC (After Crash) cuya portada pongo a continuación:

Portada del libro

El texto de la contraportada es bastante significativo:

«Web 2.0, escrito por el líder visionario de la tecnología Dermot McCormack, esboza el futuro de la economía de Internet y la tecnología y cómo los empresarios, inversionistas, ejecutivos y los consumidores pueden tomar antes de las oportunidades. ¿Cree que la economía de Internet y comercio electrónico están muertos? ¡Está equivocado! La primera fase de la economía de Internet ha terminado con la dramática caída de los mercados, sin embargo la segunda fase (Web 2.0) está simplemente comenzando e irá cobrando forma con mucha prudencia durante los próximos años. En este libro, Dermot McCormack, define claramente las tendencias específicas, retos y oportunidades para las empresas, los consumidores, el mercado de valores y los empresarios. Una lectura crítica de cada director general, ejecutivo, inversionista, consultor, empresario y cualquiera interesado en sacar provecho a nivel profesional o personal en la siguiente fase de la Internet y la economía de la tecnología.»

O sea, que yo soy de los que piensa que el límite fundacional de la web social no está en ese artículo del 30 de septiembre de 2005 por Tim O’Reilly.

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Folcsemántica: nuevo término social para integración de metadatos por parte del usuario(s)

La web semántica evoluciona poco a poco y algunos conceptos propios de la web 2.0 o web social a propuestas más semánticas. Es el caso de la folcsemántica (o folksemántica, el otro término con c es el más usado o debería), una evolución de la folcsonomía.

La “web folcsemántica” es una visión de información que se hizo más comprensible para los ordenadores a través de metadatos folcsonómicos proporcionados por los usuarios.

Por aliviar el tedio de los usuarios que participan en la búsqueda, compartición y combinación de la información en la web, la web folcsemántica les permite a los usuarios pasar más tiempo añadiendo valor a los contenidos y participando las valiosas interacciones de persona(s) a persona(s).
 
La folcsemántica es un conjunto de herramientas web 2,0 que dan poder a las personas para descubrir, remezclar, crear y compartir contenido. Las herramientas les dan nuevas y potentes vías de modelar la web de acuerdo con sus necesidades concretas.
Ya habrá más tiempo de comentar lo que va suponer esto en conceptos de identidad, privacidad y OpenID 2.0 incorporando APIs y desarrollando widgets para proporcionar una mejor experiencia al usuario.

Algunas web que establecen principios folksemánticos:

La serendipia como idea de un tercer entorno de aprendizaje

Voy hacer unas reflexiones inconexas con respecto a los espacios de aprendizaje, la serendipia, el aprendizaje informal y otros conceptos que han puesto en circulación algunos gurús del aprendizaje: Ray Oldenburg, Marshall McLuhan, Teemu Arina, Jay Cross, etc. De ahi T. Arina habla de Serendipia 2.0.
George Siemens habla de realineamiento de las formas de los media en cuanto al diálogo. Hay un resurgimiento de de las capacidades de comprensión por medio del diálogo:

En los siglos XVII y VXIII, gran parte del aprendizaje y diálogo en la sociedad tenía lugar en salones, café y tabernas. Estructuras formales con la Royal Society (1660) realizaron exploraciones de conocimiento y diálogo más centradas ¿más definidas, más concretas?
Pero, cafés y otros espacios de encuentro informal fueron espacios de aprendizaje eminentemente importantes (incluso se llegaron a denominar “penny universities” porque el precio de una entrada era un centavo). Con las aportaciones científicas, la «voz» de los medios de comunicación emergentes de la época, se ha ido perdiendo poco a poco nuestras voces individuales en el diálogo de espacios. La alfabetización y los nuevos medios que fueron surgiendo a partir de finales del siglo XVIII y XIX se fue disipando ese tipo de aprendizaje.
Estamos -por malcitar a Kant- en una posición de silencio autoincurrida en la que permitimos a otros que hablen en nuestro lugar. El silencio autoincurrido se encuentra en los medios de ese último siglo: periódicos, radio, televisión. Hoy en día estamos en un punto de reinspiración (re-esclarecimiento) en el que estamos empezando a reclamar nuestras voces en un diálogo público. Este redespertar tiene importantes repercusiones en el mundo educativo.
Los tres entornos del aprendizaje

El concepto de terceros lugares o terceros entornos, se refiere a un “entorno social diferente de los dos entornos sociales clásicos, el hogar y el trabajo” está ganado una mayor atención por la irrupción de las tecnologías colaborativas, redes sociales y el mismo software social. Teemu Arina que asigna a la serendipia atributos basados en el espacio en su presentación «Serendipity 2.0: The missing third places of learning«. Se les ha llamdo popularmente «penny universities» (universidades baratas). Richard Florida sugiere que «algunos hoteles y salas de aeropuertos ofrecen una posible visión del futuro de los terceros lugares”.

New Media Consortium expone en su libro blanco de Redes Sociales, publicado en octubre de 2007, titulado «Redes sociales, el «tercer lugar» y la evolución de la comunicación» [pdf, 78 kb], donde ve que Internet es el nuevo espacio «donde la gente conecta con amigos, ve televisión, escucha música, crea un sentido de Convivencia con personas de todo el mundo, y proporciona expresiones de nosotros mismos que son formas de comunicación “
Constance Steinkuehler observa los juegos online como terceros lugares [.doc]. Los terceros lugares han estado con nosotros desde siempre. Las nuevas tecnologías y los medios de comunicación, sin embargo, están proporcionando una nueva forma y nueva posiblidad de acceso a estos espacios. La cuestión se reduce a: ¿cómo podemos los educadores hacer uso de estos espacios como herramientas de aprendizaje informal?.
Pregunta por ahora complicada, porque tratar con los terceros entornos o lugares es tratar con el aprendizaje informal, algo que no está estructurado ni formalizado, con lo cuál en ambientes formales de enseñanza esto no se contempla, ni por supuesto su integración en aspectos evaluativos.
En Internet debemos hablar de lugares (no físicos y expansivos) en plural, ya que nos permiten establecer una comunicación disruptiva y amplia, donde la personalización, lo social o la interacción de las comunicaciones, la identidad fragmentada hacen posible ese plural. Internet como plataforma hace posible que veamos buen «ambiente» para crear una serendipia. El aprendizaje informal no debemos entenderlo como un aprendizaje única y exclusivamente como un aprendizaje fuera del colegio, sino como dice T. Arina «es un fenómeno más social, más propio de los estudiantes que de los maestros. Bueno, es como la vida misma: La vida es un aprendizaje informal.» Los procesos de networking pueden producir la serendipia, aunque la tecnología empleada para ello sólo sea el medio. Se debe profundizar en estos terceros lugares en entornos virtuales para llevar a cabo un proceso distinto de aprendizaje significativo. En este tercer nivel es importante para formatos educativos. Aunque los que más lo intentan aplicar son empresas y organizaciones no educativas. Son producciones significativas para el individuo por que hay un interés de facto, al contrario de algunas herramientas como Twitter que es una herramienta de comunicación fática, pero sí clave para las organizaciones ya que permite establecer un nexo de microblogging para una comunicación, sin un receptor claro.

Evolución

Retomando a M. McLuhan muchas de estas tecnologías son y serán una extensión de nuestros cuerpos como en su día fue el martillo, el hacha o cualquier otro utensilio. Ahora estas extensiones de networking tienen de base la información/conocimiento (en un principio un magma de información) en entornos virtuales y de redes sociales. La extensión de nuestro cerebro se incrementará virtualmente, conectando humanos sin las limitaciones del espacio físico. Incluso en esto podemos llegar a estadios filosóficos más metacognitivos como es al noósfera (V. Vernadsky y Teilhard de Chardin) y el Homo Contextus (T. Arina), uan evolución del Homo Sapiens en el que se expande la mente más virtual que físicamente, donde se usan tecnologías sociales que expanden nuestro cuerpo y mente, como prótesis de nuestra comunicación expansiva y planetaria.

He remezclado la información de:

Libro de la Fundación Bankinter sobre redes sociales

Portada del libro sobre redes sociales

La Fundación Bankinter ha sacado un e-book que se está presentando estos días en algunas ciudades españolas: «Web 2.0: el negocio de las redes sociales«. La página web donde se presenta deja mucho que desear, pero como vemos está ya hasta en la sopa este tipo de libros, que por lo que veo son mediáticos e interesa publicar a las fundaciones y organizaciones (además les hacemos publicidad gratuita los blogs). Bueno el caso es que en el capítulo 4 (Principales implicaciones de la web 2.0) hay un subapartado (4.2) en el que se muestran las implicaciones a nivel educativo, viendo tanto las ventajas como los inconvenientes de estos entornos de web social. Para ello el autor echa mano de León Trahtemberg de su paper del año 2000 «El impacto previsible de las nuevas tecnologías en la enseñanza y la organización escolar» en que dice como inconvenientes para estas nuevas herramientas tecnológicas:

  • Disminución de la imaginación.
  • Menor esfuerzo mental.
  • Menor atención hacia la información puramente verbal.

Estos puntos habría que «discutirlos», no creo que sean menos imaginativos si que cambian las maneras de imaginar y de ver las cosas.

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