La tecnología RFID: ronda la polémica desde hace años

Actualización:
Emisión del espacio Gabinete de informática sobre el tema RFID en podcasting:

En estos últimos días se está hablando cada vez más de la ética y polémica generada por el uso de chips para idenificar empleados, como el caso de la empresa de vídeo-vigilancia Citywatcher.com, de Cincinnati (Ohio), que ha implantado chips a sus empleados. Noticia aparecida hace varias semanas, pero ha saltado en los medios más convencionales y populares esta semana. Parece ser que una tecnología que nació con grandes posibilidades y se está utilizando para el “control” de las personas. Una de las más polémicas es el RFID.
Pero ¿qué es eso de RFID?

Concepto
RFID, (siglas de Radio Frequency IDentification, en español Identificación por radiofrecuencia) es un sistema remoto de almacenamiento y recuperación de datos que usa dispositivos denominados etiquetas o tags RFID (pequeños dispositivos que pueden adherirse o implantarse en objetos y seres vivos. Las etiquetas RFID contienen una especie de antenas que permiten recibir y responder a peticiones desde un emisor-receptor RFID.
Aplicaciones

En ecojoven.com nos explica como funciona, la polémica suscitada con un chip y algunas de las apliaciones de actual uso de esta tecnología:
Control de accesos. Se gana en comodidad, no es necesario el contacto físico de la tarjeta con el lector, lo que lo hace más cómodo y más rápido de usar. Este es un sistema en el que el interrogador (el dispositivo que lee los datos) tiene que poder leer muchas tarjetas diferentes, tantas como usuarios haya autorizados.
Inmovilizadores de vehículos. Se basan en un sistema interrogador situado en el vehículo a proteger y en un identificador en la llave. El primer sistema de este tipo se empezó a usar en 1994 y era el sistema U2270B de Atmel. En este tipo de sistema un interrogador sólo da paso a una sola llave.

Identificación. Se pueden usar para identificar:

• Envíos de cartas o paquetes en correos o agencias de transporte.
• Personas.
• Animales y mascotas.
• Equipajes aéreos. Esto permitiría identificar y encauzar automáticamente los equipajes de los viajeros y evitaría muchos problemas y extravíos de equipajes que tantos problemas causas a los viajeros y a las compañías aéreas. El problema es la falta de estandarización, que todos los sistemas sean capaces de leer las mismas tarjetas. En 1998 Texas Instruments y Philips Semiconductors propusieron un estándar que la ISO ha adoptado, el ISO/IEC 15693. Este estándar internacional transmite en la frecuencia de 13’56 Mhz. Muchos de los nuevos circuitos integrados RFID usan ya este sistema.

Marcado de productos. Es algo así como la evolución de los códigos de barras. Se trata de marcar todos los productos del supermercado con etiquetas RFID. Al salir con el carrito de la compra, de manera automática se identifican todos los productos que hemos comprado y nos comunican inmediatamente el precio total.

Otros. inventario automático, control de fabricación, identificación de mercancías, distribución automática de productos, logística, sistemas antisecuestro, localización de documentos.

Iniciativas
Enrique Dans hace referencia a un interesante artículo sobre las iniciativas más conocidas de RFID.
Metro Future Store Initiative, correspondiente a una cadena de supermercados alemanes Metro. Hace un recorrido con Virtual Tour, una tienda piloto de Metro. Estos son proyectos que vale la pena conocer, y que dan cuenta de las posibilidades de RFID. Como contrapunto, tenemos Chip Espía, de iniciativa española, que se declara abiertamente en contra de su uso, llegando a comparar, tal como dice Dans con la apocalíptica “marca de la Bestia”.
Seguridad
La cantidad de aplicaciones de las tarjetas RFID hace que sin tardar mucho tiempo se encontrarán por todas partes sistemas de identificación inalámbricos. Pero todo tiene un precio, de modo que junto a sus ventajas aparecen también los inconvenientes: ya ha surgido la polémica como consecuencia de las posibilidades de control que tienen sobre las personas que podría conducir a la violación de la intimidad, privacidad, derecho de protección de datos.
Con las etiquetas RFID es fácil seguir los movimientos de una persona. Por ejemplo, a raíz del 11S, se ha implantado un pasaporte con dichas etiquetas. En los Estados Unidos hay movimientos en contra de esta tecnología, el más conocido es el anti RFID.
Por otra parte está la seguridad. Según Adi Shamir, uno de los criptólogos más prestigiosos, las etiquetas RFID están totalmente desprotegidas. Parece ser que basta con un teléfono móvil para poner en riesgo todas las de la vecindad.
E. Dans y en Kriptopolis explican este hecho desde la competitividd en el mercado. La presión de los fabricantes para que una etiqueta no cueste más de cinco centavos, ha obligado a rebajar las medidas de seguridad, eliminando la mayor parte de las prestaciones de seguridad y algoritmos de hashing.
Tal como dice E. Dans, es

algo que compromete el uso de ese tipo de chips en cuestiones como los documentos de identificación, dispositivos de acceso y otros usos relacionados. Evidentemente, no tiene la misma gravedad el que alguien vaya por el supermercado «escuchando» lo que le cuentan los bricks de leche y las paletas de Jabugo, que el que una persona en la misma sala de espera que tú pueda ver tus datos personales en su teléfono móvil, sin ir más lejos.

Este mismo autor, en otra ocasión, afirmaba El RFID es una tecnología con unas posibilidades fantásticas e ilimitadas para la industria. Y todo lo demás son cuentos de viejas.
En cualquier caso, la polémica está servida.

De cara al desarrollo, parece que la salida está en que se fabriquen chips con distintas sensibilidades dependiendo del nivel de seguridad requerido.
En resumen, esta tecnología, por ella misma, no es mala. Hay casos, como hemos dicho, en los que resulta útil. E incluso muy útil, cuando se usa con enfermos de Alzheimer, por ejemplo. Es la implantación masiva en las personas lo que nos cuestionamos. Aunque también es cierto que, supuestamente, la implantación es voluntaria: “La implantación de los chips ha sido y seguirá siendo completamente voluntaria, así que no daña en absoluto el área privada de nuestra vida. Para nosotros es una medida de seguridad muy eficaz», es una frase de Darks, presidente de Citywatcher, una de las empresas que implantó los famosos chips a los empleados de su empresa.
Es cierto que la seguridad brilla a veces por su ausencia, como ocurre en muchas tecnologías inalámbricas o de radiofrecuencia. En este caso, tal como comentaba, un simple teléfono móvil basta para atacar la supuesta seguridad. Esto sobre lo que escribo se refiere a lo que los ciudadanos de a pie sabemos. ¿Qué será lo que no sabemos? ¿No tendrá tal vez más peligro?