La teoría de la actividad es una teoría basada en un(os) objeto(s). Tiene un largo desarrollo en el tiempo. Va por la tercera generación. El problema es que se queda un poco anticuada con respecto a la producción social en web. Ante esta evolución de las actividades entre pares y colectivas y los flujos de contenido en las actividades que dana boyd analiza en la última Web2.0 Expo.
Los objetos son la preocupación, los generadores y los focos de atención, la motivación, el esfuerzo y el significado de toda actividad. A través de sus actividades las personas cambian constantemente y crean nuevos objetos. Los nuevos objetos a menudo no son productos intencionales de una sola actividad, sino las consecuencias no intencionales de múltiples actividades. Es importante desde mi modo de ver, esta teoría para el diseño del aprendizaje contemporáneo (design learning) unido a las teorías HCI y que son válidas para crear un buen soporte y diseño en un entorno personal de aprendizaje.
La relevancia social y el impacto de la teoría de la actividad depende de nuestra habilidad para llegar a comprender el carácter cambiante de los objetos. En la presente era, necesitamos entender y negociar con lo que ha llamado «objetos fugitivos»(en inglés runaway objects) (Engeström, 2008).
Los objetos descontrolados o fugitivos tienen el potencial para incrementarse y expandirse hasta la escala de influencia global. Son objetos que están escasamente bajo el control de cualquiera y tienen efectos fuera del alcanza, inesperados. Tales objetos a menudo son monstruos: parecen tener una vida propia que amenaza nuestra seguridad y libertad en muchas maneras. Klein (2007) argumenta en el capitalismo actual los desastres y sobresaltos se están convirtiendo en un objeto dominante, explotados por las élites económicas y políticas para reorganizar las condiciones de la sociedad en línea con la doctrina neoliberal.
Los objetos descontrolados o fugitivos son objetos competitivos que generan oposición y controversia. También pueden ser objetos con fuerza emancipadora que abren radicalmente nuevas posibilidades de desarrollo y bienestar. El sistema operativo Linux es un ejemplo bien conocido. Hay otros, menos conocidos pero potencialmente nuevos objetos muy significativos que se están creando.
«En Brasil, el fenómeno se está apreciando mejor en el millón y medio de campesinos del Movimiento Pueblo Sin Tierra (MST) que han creado centenares de cooperativas para reclamar las tierras no utilizadas. En Argentina, es más claro en el movimiento de «empresas recuperadas», doscientas empresas en quiebra que han rescatado sus trabajadores, que las han convertido en cooperativas que funcionan democráticamente. Para las cooperativas, no hay miedo de enfrentar una crisis económica de los inversores que marchan, porque éstos ya se han retirado.» (Klein, 2007)
En contra de los mega-proyectos, la mayoría de los objetos fugitivos no empiezan como importantes y arriesgados. Más comúnmente, comienzan como pequeños problemas o innovaciones marginales, lo que hace que su potencial fuera de control sea difícil de prever y utilizar. A menudo permanecen latentes, invisibles o invisibles durante largos períodos de tiempo, hasta que estallan en forma de agudas crisis o innovaciones.
La bien conocida sentencia de Leont’ev (1978) afirma que no hay actividad sin un objeto. En relación con los objetos descontrolados, podemos preguntarnos: ¿hay objetos sin actividad?, ¿de quién es objeto el calentamiento global, por ejemplo?
Por supuesto, los objetos descontrolados no aparecen ni existen sin actividades humanas. Para empezar, deben ser identificados y nombrados por los seres humanos. El concepto mismo del calentamiento global no existiría si los expertos, investigadores, políticos y periodistas no hubiesen articulado el fenómeno.
En la producción social o producción de pares, los límites y las estructuras de los sistemas de actividad parecen desvanecerse. Los procesos con frecuencia se convierten en simultáneos, multidireccionales y recíprocos. La densidad y entrecruzamiento de los procesos hace que la distinción entre proceso y la estructura sea un poco obsoleta. Los movimientos de la información(flujos) crean texturas que cambian constantemente, pero no de forma arbitraria o momentáneamente. Las texturas se componen de rastros o pistas (insights) que, en «en el mundo» son a la vez de carácter cognitivo. La Wikipedia es un buen ejemplo de que toda alteración de una entrada se almacena automáticamente y es recuperable por cualquier persona como un registro acumulativo de las anteriores versiones y modificaciones (como si se tratará de un palimpsesto digital y propio de la colaboración estigmérgica). Así que la textura en constante movimiento es también de multicapa e históricamente duradera.
Se pueden caracterizar en el contexto de la Teoría de la Actividad estas nuevas formas de actividad como «actividades de fuego incontrolado» y como lo que Engeström hablo en otro artículo sobre actividades de micorrizas (Engeström, 2007a) en la que la interacción toma la forma de knotworking (pequeños nódulos de trabajo como actividad. G Conole et al hablan de micro actividades [pdf] tomando como referencia a Engeström) sin un centro estable único. Otro aspecto de interés es la capacidad de simbiosis y de colaboración. Las «actividades micorriza» en las que la interacción cobra el aspecto de nudo de trabajo sin un centro estable único (Engeström, 2006, 2007a, 2008). Aunque mejorado y acelerado por la web, no creo que dependan necesariamente de la Internet. Tal vez las nuevas cooperativas de base que se difunden en América Latina, descritas más arriba, son también hasta cierto punto los ejemplos de este tipo de organización.
Los objetos fugitivos tendrán un aspceto importante en los ambientes futuros del «Internet de las cosas» desde el plano social y comunicativos, para establecer focalizaciones de interés, a nivel local y mundial. Teniendo en cuenta de donde ha tomado prestado el concepto Engeström: del libro «Runaway World: How Globalization is Reshaping Our Lives» de Anthony Giddens.
Un ejemplo gráfico (incompleto) de su representación:
Referencias:
Engeström, Y. (2008). From teams to knots: Activity-theoretical studies of collaboration and learning at work. Cambridge: Cambridge University Press.
Engeström, Y. (2006). Development, movement and agency: Breaking away into mycorrhizae activities. In K. Yamazumi (Ed.), Building activity theory in practice: Toward the next generation. Osaka: Center for Human Activity Theory, Kansai University.
Engeström, Y. (2007a). From communities of practice to mycorrhizae. In J. Hughes, N. Jewson & L. Unwin (Eds.), Communities of practice: Critical perspectives. London: Routledge.
Klein, N. (2007). The shock doctrine: The rise of disaster capitalism. New York: Penguin.
Leont’ev, A. N. (1978). Activity, consciousness, and personality. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall.
Más información de Runaway Objects:
- Engestrom’s perspective
- Runaway objects and elearning (with E. Wenger)
- Wiki de Runaway Objects