La autoorganización es una corriente de estudio que está anterior a Internet pero los nuevo medios de comunicación en red permiten amplificar y robustecer este concepto. Este término se utiliza ampliamente desde la Física a la Química y en l a Cibernética de las Ciencias Sociales. En la ciencia moderna se ha abordado desde la economía hasta en puntos de vista sociológicos y filosóficos (Max Weber, G. H. Mead, Jürgen Habermas, E. Durkheim, Robert Merton, Talcott Parsons y los imprescindibles trabajos de Niklas Luhmann). Y con los sistemas actuales de comunicación, las redes y como procesos se le denomina autoorganización social (Fuchs, 2002).
Apuntes de la autoorganización en Sociología y Management
El término autoorganización se utiliza ampliamente desde la física a la química y de la cibernética a las ciencias sociales como sistema. En la historia moderna de la ciencia, se ha abordado desde puntos de vista filosóficos y empíricos. Cuanto menos tiene de la rama de la ciencia, se puede entender como un proceso en el que una forma, patrón o estructura aparece en un sistema sin una autoridad central o sin elementos externos que presionen en un sistema social humano. A este respecto hay un interesante estudio de Christian Fuchs [pdf] tanto en estructuras sociales a través de Internet entre los individuos, sus redes y en sus procesos.
Jeffrey S. Juris en su libro Networking Futures: The Movements against Corporate Globalization nos remonta a los antiguos movimientos libertarios de principios del siglo pasado:
La red autogenerada, autodesarrollada y autogestionada se convierte en un ideal cultural generalizado que proporciona no sólo un modelo efectivo de organización política, sino también un modelo para la reorganización global de la sociedad en su conjunto.
Juris citando al anarquista ruso Volin (Vsevolod Mikailovitch Eichenbaum) que comentó en los años 40 en su exilio lo siguiente:
Por su puesto, la sociedad tiene que estar organizada […] la nueva organización debe establecerse libremente, socialmente y, sobre todo, desde abajo. En principio la organización no debe partir de un centro creado de antemano para capturar el todo e imponerse sobre él, sino que, por el contrario, debe proceder de todas partes y crear nodos de coordinación, centros naturales que sirvan a todos esos puntos.
Cimienta las bases de lo que pretenden muchos activistas del movimiento contra la globalización y demás grupos.
En el libro «Sistemas emergentes: o qué tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y software» (2001) Steven Johnson trata el tema de la autoorganización tomando la inspiración biológica:
En los movimientos de protesta contra la Organización Mundial de Comercio (OCM) se ven mejor que en ningún otro caso las posibilidades progresistas de la emergencia; se han organizado a partir de estructuras celulares distribuidas por sistemas autoorganizados.
No es una razón para adherirse a la pura anarquía, por supuesto. Las colonias de hormigas no tienen líderes en sentido estricto (Nota: sentido de la estigmergía), pero descansan fuertemente sobre reglas: cómo leer patrones en un rastro de feromonas, cuando dejar de recolectar y dedicarse a la construcción del hormiguero, cómo responder a otras hormigas, y así sucesivamente. Una colonia de hormigas sin reglas locales no tiene posibilidades de crear un orden de nivel superior, ni de desarrollar inteligencia colectiva. Los movimientos antiglobalización apenas están comenzando a vislumbrar las reglas (Nota: o quizá los patrones clave de la autoorganización) adecuadas para vincular distintas células. Los spokescouncils de Settle fueron un principio prometedor, pero aprender cómo formar grupos requiere tiempo.[…] Pero como ya hemos visto, en innumerables ocasiones en las páginas precedentes, incluso la Web – el mayor y más avanzado sistema de autoorganización creado por el hombre en el planeta-apenas comienza a ser capaz de generar verdadera inteligencia colectiva. En todo caso, las habilidades telepáticas de la Web son aún incipientes porque todavía estamos ajustando las reglas del sistema, todavía estamos afinando el modo en que los grupos inteligentes y adaptadores prosperarán en línea. Y si la inteligencia colectiva de la Web todavía está en pañales, pensemos en lo mucho que deberán crecer los nuevos movimientos de protesta. Pero hasta el momento, sus instintos han sido sensatos. Más allá de las ventanas rotas y de los conciertos de Rage Against the Machine, los activistas anti-OCM ya están haciendo algo significativo en los comienzos de su andadura. Están pensando como un enjambre.
No sólo los movimientos de protesta sino la sociedad en la autoorganización política, ya que se esta en un período donde hay suficientes elementos para poder crear una sociocracia (A. Compte) dinámica y autoorganizada. Hay muchas expectativas y experiencias al respecto. El problema es que se necesita una cultura de la colaboración activa y de los mecanismos de autoorganización ante una sociedad «sedada». A las fuerzas sociales, políticas y de poder les interesa que haya sitios de redes sociales como los que hay ahora. Socializan y moralizan en otro nivel, pero no tienen la infraestructura para generar una mecha de cambio revolucionario. Muchos pensaréis acaso ¿Y las revueltas del mundo árabe? Es complejo y ha habido muchos factores que han llevado a levantarse como Al Jazeera donde era un nodo importante y dirigista amplificando la rabia e ira por medio de vídeos que grababa ellos y algunos de los manifestantes. Manuel Castells lo explica mejor y ve los nodos de estas revueltas:
El proceso, que en menos de un mes hundió un régimen sólidamente asentado desde 1987, ha seguido una pauta familiar: un hecho dramático desborda la indignación contenida por el temor, suscita manifestaciones que reprime la policía y de inmediato las imágenes de represión y los mensajes de protesta se difunden en las redes sociales de internet, amplificando el movimiento hasta que los medios de comunicación no controlados por el Gobierno –en este caso Al Yazira– informan y retransmiten las imágenes y mensajes que cuelgan los manifestantes en YouTube y otras webs. Conforme se difunde la protesta, se activan las redes móviles, los SMS, los twitts y las páginas en Facebook y otras redes, hasta construir un sistema de comunicación y organización sin centro y sin líderes, que funciona con suma eficacia, desbordando censura y represión.
Las sitios de redes sociales actuales y la web de tiempo real junto a geolocalización da formas más precisas de autoorganizarse y generar acciones/protestas/compromisos en tiempo real de multitudes en formas de inteligencia de enjambre. Algo quizás futurible, pero posible.
La programación de los sitios de redes sociales se quedan en sólo en el discurso (me adhiero, me gusta, no me gusta, etc.), no son plataformas para la acción, no son plataformas enactivistas. Los nuevos interfaces y los sensores pueden trabajar más la voluntad, los sentimientos y las acciones colectivas. Por todo ello, en la red de escala libre (Barabási, 2001), en cada propuesta social o de red se aplica la fórmula 1-9-90, que quiere decir que un 1,2 por ciento de la población o grupo son participantes activos y enactivistas, un 9 por ciento escribe o pone comentarios adhiriéndose sin ser activo y un 90% lo que dicen los líderes o más activos del movimiento sin comentar ni disentir en ningún aspecto.
Apuntes de la autoorganización en la Complejidad
La autoorganización es un proceso emergente desde el caos. Tiene que existir muchos centros radiados hacia puntos de interés, o lo que es lo mismo un orden sin control ni filtros previos, es impredecible y no linear. Emerge desde la co-evolución. La comunicación y el feedback , mecanismos y estructuras abiertas para poder desarrollarse.
Los mecanismos de Internet funcionan bien si las bases son distribuidas, si los elementos de distribución entretejen entre los múltiples nodos, sin un nodo central que distribuye (routers, hubs). Tecnologías como Ad-Hoc Wireless Mesh networks son propicias para desarrollar ciberprotestas y actitudes desafiantes en las que no se puede tan fácilmente filtrar o «cortar» conexión a Internet.
La sistematización de la cooperación emergente en una situación de caos se explica mejor por medio de la inteligencia de enjambre (Swarm Intelligence). Teniendo en cuenta que el liderazgo está en boca de todos los estudiosos del management. No se necesita líder en los comportamientos de enjambre convertidos en inteligencia de enjambre. No hay un plan central. Lo colectivo como «organismo» no indivisible, sin acciones individuales. Son los movimientos espontáneos. Son reglas simples y transmitidas para el su conjunto no de forma individualizada. Estos mecanismo también deben inferir en los comportamientos. Algo difícil de generar en lo humano con comportamientos individualizados y dispersos. Es una de las premisas de los poderes intersticiales y contrarrestándolo con el discurso social/mediático de manera generalizada.
Para optimizar muchos de los procesos políticos actuales debe establecerse estructuras de red sin centro, orgánicas, donde el «bottom-down» sea fundamental para un constante feedback. Todos los agentes de esa sociocracia (en otro momento o post hablaremos de heterarquía conceptualizado últimamente por Karen Stephenson)y que también hemos hablado en este blog) deben estar conectados (stakeholders más allá del concepto empresarial) activamente y que simplifiquen las normas de acción. Un ejemplo de sentido común y metafórico es cuando en la construcción de un parque los caminos que se construyen por los miles de ciudadanos que pasean. La lógica común, por ser el más eficiente y rápido, es el camino más corto para llegar a un punto determinado y no los construidos por el orden imperante de la construcción. Esos caminos son emergentes y son los que necesitamos como reglas claras y activas para la construcción de una sociedad mas activa y comprometida. Todos los agentes(sindicatos, políticos, empresarios) que conocemos actualmente «bailan» al son de los estructuras de poder y están desgastados y presionados ante la multitud de lobbys en esta Dictadura de los Mercados. Esta crisis también se habilita en estado de Complejidad. No hay unos entes o personas culpables. Es difusa y heterogénea. Por eso va más allá y se trata del colapso del sistema. Es sistémica y se necesita sistemas de equilibrio y de desarrollo sostenible ya que en el crecimiento económico estará propenso a crisis fuertes en períodos cíclicos. Y la autoorganización será un aliado interesante en la sociedad red.
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