Creo que este manifiesto se queda corto, pero merece la la pena echarle un vistazo. Se encuentra en curriculumreform.org. UOC UNESCO también lo publicó. Esta elaborado en un principio por una serie de universidades americanas. En principio fueron tres y se han ido ligando más. Dice así el manifiesto:


La crisis actual de la universidad es intelectual. Se trata de una crisis tanto de propósito como de enfoque y de contenido. Se tiene una confusión fundamental entre los tres términos. Como consecuencia, los programas son, en gran medida, independientes de la investigación. Las asignaturas se imparten de forma aislada sin relación con otras [transversalidad e interdisciplinariedad], puestas como en cubículos disciplinarios. Y, por último,  el conocimiento se combina con la información y, a menudo, se presenta como algo estático y no dinámico. Además, las universidades son en gran medida reactivas en lugar de proporcionar una clara visión de futuro y perspectivas más (auto)críticas. La crisis se hace hoy muy pantente [no sólo la económica], como el ritmo del cambio social, intelectual y tecnológico dentro y fuera de las universidades es cada vez más patente. Mientras todo el mundo se están experimentando de muchas formas y con estructuras sociales emergentes, parece que la universidad no es permeable a estos cambios disruptivos. Las transformaciones estructurales, que van desde el proceso de Bolonia en Europa y el Exzellenzinitiative en Alemania, a la rápida expansión de las universidades en la India y China, a la disminución acelerada de la inversión pública en universidades de los Estados Unidos y otros países [como los europeos] y una creciente demanda de acceso a la universidad en todas partes. Tiene mucho menos atención la que se ha prestado a los currículos [ocultos] universitarios. Sin embargo, para la universidad como una comunidad de académicos y estudiantes, debe prestar atención en su renovación interna, que es su función clave y central. Las universidades están incrustadas en múltiples instituciones, también en redes económicas, financieras, políticas y de investigación. Todos estos generan presiones y limitaciones, así como oportunidades. El plan de estudios, sin embargo, es el dominio básico de la propia universidad.

Once principios para empezar la reforma del curriculum

Aquí les presentamos una serie de once principios que se superponen. Diseñado con visión internacional y para orientar el proceso de rediseño en todo el mundo para los planes de estudio de pregrado/grado a nivel universitario. No puede haber una fórmula estándar para la aplicación de estos principios, dada la gran diversidad de estructuras institucionales y las diferencias culturales entre las distintas universidades, pero estos principios, a nuestro juicio, proporcionan los conceptos fundamentales de lo que hay que empezar a trabajar:

1) Como una guía central para enseñar las (inter)disciplinas de forma rigurosa en los cursos de introducción junto con una serie de seminarios en paralelo dedicado a los complejos problemas de la vida real que trascienden las fronteras disciplinarias.

2) Enseñar a los conocimientos en sus contextos sociales, culturales y políticos. Enseñar no sólo el tema de hechos, sino poner de relieve los retos, las preguntas abiertas y las incertidumbres de cada disciplina.

3) Crear conciencia de que la humanidad se enfrenta a grandes problemas (el hambre, la pobreza, la salud pública, la sostenibilidad, el cambio climático, recursos hídricos, seguridad, etc.) y demostrar que ninguna disciplina por si sóla puede abordar adecuadamente ninguno de estos problemas.

4) Utilizar estos desafíos para demostrar rigurosamente la práctica la interdisciplinariedad, evitando los peligros del diletantismo interdisciplinario.

5) Tratar el conocimiento histórico y examinar críticamente cómo se genera, adquiere y utiliza. Destacar que las diferentes culturas tienen sus propias tradiciones y distintas formas de conocimiento. No tratar el conocimiento como algo estático e integrados en un canon fijo.

6) Proporcionar a todos los estudiantes con una comprensión básica de los fundamentos de la física y las ciencias sociales, así como de las humanidades. Enfatizar e ilustrar las conexiones entre estas disciplinas tradicionales de conocimiento.

7) Comprometerse con la complejidad del mundo y su desorden. Esto se aplica a las ciencias tanto como a las dimensiones sociales, políticas y culturales del mundo. Dicho compromiso será contribuir a la educación de los ciudadanos afectados.

8) Hacer hincapié en un modo evolutivo amplio e inclusivo de pensar en todas las áreas del currículo.

9) Familiarizar a los estudiantes con los fenómenos no lineales en todas las áreas del conocimiento. [Estructuras de la complejidad y sus elementos de emergencia]

10) Fusionar teoría y rigor analítico con la práctica y la aplicación del conocimiento a problemas del mundo real.

11) Repensar las implicaciones de la comunicación moderna [New Media] y las tecnologías de la información para la educación y también repensar la propia arquitectura de la universidad.

 

Cambios en el currículo de esta magnitud e importancia requieren y producen cambios en los arreglos estructurales y perfiles institucionales de las universidades. Esto es cierto para los temas de gobierno, de liderazgo y de finanzas, así como para los sistemas de recompensas institucional, evaluación e incentivos, y que está obligado a tener implicaciones para el reclutamiento y la evaluación de profesores y estudiantes [totalmente arcaico y endogámico], así como para la asignación de recursos y la práctica institucional de la rendición de cuentas [accountability]. El proceso experimental de la reforma curricular esperamos estimular al ofrecer estos principios rectores por lo tanto se requiere la colaboración de académicos y educadores dispuestos a transformar sus prácticas académicas y educativas, y de los administradores dispuestos a apoyar la experimentación. Para que tengan éxito este reto es necesario proporcionar las condiciones estructurales y un capital humano resiliente. Luego ya vendrá el capital social de cada universidad, alto muy abandonado en sus plataformas de actuación.