American journalist Jeff Jarvis at the 2008 Wo...
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La velocidad con que van los acontecimientos y hypes en el mundo digital hace que reflexionar sobre ello sea complejo. Como diría Paul Virilio (no tomándolo desde el lado tremendista) vivimos en procesos comunicativos de hipervelocidad donde los conceptos renacentistas de cuerpo, espacio y tiempo histórico se diluyen. La velocidad es el espacio del flujo de la información. Esta hipervelocidad consume la memoria y la desplaza. Esto nos hace sentir una anamorfosis en la perspectiva de la realidad. No hay vuelta atrás con la capacidad tecnológica de la web en tiempo real.  Al no disponer de «historicidad» perdemos la perspectiva. Formas tecnológicas de desaparición, de dispersión y a la vez de transgresión. Cortocircuitos de nuestra identidad se hacen palpables en la maneras hipnóticas de muchas aplicaciones web con discurso fragmentario. La conversación y su contexto desaparece.
Todo este discurso medio críptico me viene de unas reflexiones que ha hecho Jeff Jarvis en su blog BuzzMachine a cerca de la web temporal en la que estamos inmersos y traducido por 233grados.com. Vivimos en una era de web temporal. El concepto de web en tiempo real enmarca esa visión y en detrimento de una gestión de la información y del conocimiento. El instante «aislado» es un estado luminoso y vivo pero sin profundidad. Jeff Jarvis nos comenta en este post:

Twitter es temporal. Los hilos son fugaces. Si el futuro de internet después de las páginas, y los portales y la SEO son los flujos (y creo que será así al menos en parte), nos arriesgamos a perder información, ideas y los puntos permanentes (los permalinks) en torno a los que nos solemos reunir.

En este sentido, Twitter es a las páginas web lo que las páginas web son a los viejos medios. Nuestra experiencia de la información está a punto de ser fragmentada y desperdigada de nuevo.

Mi preocupación es que cada vez tuiteo más y blogueo menos. Twitter satisface mi deseo de compartir. Esa es la principal razón por la que blogueo, y he descubierto que eso es lo que hace mejor un post. También quiero almacenar información, como si enterrase nueces; una vez que está en el blog, la puedo encontrar. Pero cuando comparto enlaces en Twitter, desaparecen pronto. También uso mi blog para analizar ideas y ver las reacciones. Twitter es pobre para eso (bueno, supongo que Einstein podría haber twiteado su teoría de la relatividad, pero muchas ideas y discusiones son demasiado amplias para ese formato), pero aún así lo estoy usando más en ese sentido que el blog.

Estoy de acuerdo con lo que dice Jeff. La web evanescente se ha llevado a cabo desde aplicaciones web. Y la facilidad de crear microcontenidos y de interconexiones entre aplicaciones ha fragmentado nuestro discurso digital.
Otro aspecto que comenta Jeff es el desplazamiento de los blogs por el microcontenido y la inserción en redes sociales. Twitter es volátil y como comenta:

Los blogs, dije, son mejores para eso porque pueden lograr atención a través del tiempo. En Twitter, una idea se puede difundir, por supuesto, pero su vida media es la de un mosquito. Estoy orgulloso de este post (El futuro de las noticias es empresarial), que se retuiteó durante casi 24 horas, lo que en tiempo Twitter es una eternidad. La mayor parte de las cosas vienen y van en cuestión de minutos. Así que Dave y yo charlamos sobre aplicar nuevas convenciones en Twitter, pero Twitter no parece el mejor método para hacer que eso ocurra porque las ideas y las conversaciones desaparecen entre el humo.

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Referencias:

Jarvis, J. (2009). What Would Google Do? New York: Collins Business.

Virilio, P. (1988). Estética de la desaparición. Barcelona: Anagrama.