Los sitios o entornos de red por lo general fijan y estabilizan las ideas, generan grupos afines, comportamientos afines y lo que un servidor llama cliqueísmos ( término extraído de la Teoría de Grafos, en perspectiva sociológica, son personas que comparten unos mismos intereses). Por esta y otras razones, he comentado en alguna ocasión que las plataformas de sitios de redes sociales no es el único lugar para poder generar innovación en procesos). Esto viene a cuento con la forma del «Think different» de la campaña diseñada por Ken Segall para Apple en 1997. Detrás de ello, aunque sólo viéramos la parte de lo increíblemente simple, la unión de la simplicidad con la complejidad, todo un hallazgo de hibridación de conceptos. En los años posteriores fue copiado hasta la saciedad.
¿A que viene todo esto? Pues que las ideas se repiten y copian de una forma viral y con técnicas de mash-up de contenidos. Los vemos diariamente en los éxitos musicales, en el arte, en la ciencia y, por su puesto, en los procesos educativos. Hay una de estas ideas de difusión en la que vamos a centrarnos en concreto: las tendencias en tecnología educativa. Es la fecha en la que se hacen múltiples vaticinios y predicciones para el año en curso que entra: 2013.
Se trata de un futuro determinista. Es todo un mercado y empresas que están trabajando en ello para darnos los buzzwords que deberemos usar en nuestras consultorías y formaciones. Están en constante creación de términos nuevos para que su consumo no se agote y hagan ruido y nos maravillemos con lo que viene (la más, lo in, la próxima cuestión que va venir). Se debe fijar y poner en difusión como si se tratará de una «marca» y con una palabra clave que sea fácil de memorizar, sintética y que de juego. Para ello existe una palabra que es el hype. Hay una megaempresa consultora que nos muestra los hype de cada año y su ciclo de sobreexpectación (Christian Ruiz nos habla de ello) Se trata de Gartner.
Este es el último gráfico de sus Top-Hit de tecnologías emergentes. Nos sirve para ver los conceptos emergentes y su relación empresarial, lo que se habla en la red de ello y otros factores y metodología de uso a tener en cuenta que estén en el peak del gráfico anterior:
Se compone de cinco fases: una de lanzamiento (Technology Trigger), luego en poco tiempo pasa a un pico de expectativas sobredimensionadas (Peak of inflated expectations), luego como muchas de los «comportamientos informacionales» se desploma y ya no se habla de ello (ejemplo de ello son los medios informacionales y su difusión de noticias), cayendo en un abismo de desilusión y ya no cumplen las expectativas tan sobredimensionadas de esa nueva tecnología (Trough of disillusionment). En años posteriores se sigue investigando por empresas del sector y universidades de manera silenciosa y fuera de las visiones marketinianas. En estos años se produce una rampa de consolidación (Slope of Enlightenment) y, por último, viene la puesta en marcha de de proyectos y de puesta en marcha en las instituciones con ese tipo de tecnología. Es lo que llama Gartner una meseta de productividad (Plateau of Productivity).
Otro de los que nos prevé las futuras tecnologías en educación (donde son personas las que deciden por donde va a partir de conceptos) es el Informe Horizon (inglés NMC Horizon Project)
Cremos que los caminos recorridos por las tecnologías emergentes entran en el terreno emergente (valga la redundancia) y en la complejidad en términos más amplios. Decir que por unos estudios analíticos decir en que momento se encuentra una tecnología es falso. No tengo datos comparativos de una tecnología descrita en su camino hacia la productividad y la normalidad por parte de Gartner y un estudio de esta tecnología desde la perspectiva histórica y estando en la fase de normalización con el periodo de la meseta de productividad. Creemos que cada tecnología tiene unos recorridos, unos intereses empresariales, unas interrelaciones con otros mercados y productos. Con esto, lo que quiero decir es que es muy complejo ver por donde pueden ir las tecnologías y su éxito o fracaso. Se deben analizar tanto factores de usuario, medios, empresas que han invertido mucho dinero en ello y otros factores que juegan un papel importante en este mundo complejo en holísticos análisis emergentes. No hay una lógica y casualidad operativa y que siempre funciona.
Por eso, debemos entender todo estos factores para apostar por determinadas metatendencias más que unas tecnologías en concreto. Y también en la tendencia de esa tecnología disruptiva tendrá, ya que algunas de las tecnologías disruptivas se están «amansando» para perpetuar los conceptos transmisivos y jerárquicos que habilita y establece la educación como negocio. La educación emergente tiende hacia lo auto (autoaprendizaje, autogestión, autodeterminación y autorreflexión por medio de procesos de autocuantificación). Otro tema es que el control y poder a las instituciones se les escapa de las manos con este empoderamiento de las tecnologías. Un caso que todavía no está resuelto y veremos por donde se encamina es el aprendizaje analítico (Learning Analytics). Es una potente infraestructura tecnológica de lo auto y de no necesitar tutores para poder recorrer su evaluación (podríamos llamarlos asociados al aprendizaje) y un camino hacia los logros de su propio aprendizaje y poder integrar perfectamente elementos del aprendizaje informal. Dentro de unos años volveremos a hablar y veremos como muchas de las potencialidades quedan reducidas e impera la sustitución y la evaluación (analítica y de datos) por parte de los tutores y profesores. Aferrándose a una evaluación y análisis tautológico, ya que el propio aprendiz puede disponer de esos datos (y sepa interpretarlos y leerlos es una competencia clave) y los algoritmos creados permitirán «recomendar» la mejor opción para seguir en su trayectoria educativa (término que alguna vez desarrollaré como una metatendencia educativa) que tuve la suerte de hablar en el TEDxLeón en febrero de 2012.
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