«Education is not preparation for life; education is life itself» (John Dewey)
El propósito de la educación superior es equipar a los estudiantes para el éxito en la vida (o mejor la cita de Dewey), en sus lugares de trabajo, en sus comunidades y en sus vidas personales.
Sin embargo, aunque este propósito se ha mantenido constante durante siglos, las universidades están experimentando un cambio importante. El campus, la biblioteca, el artículo de una revista con referee, el aula y los estudiantes de la edad tradicional, características comunes de la educación superior de hoy, puede ser inadecuado en la descripción de la educación superior de mañana. Consideremos algunos cambios ya evidentes:
- Las demarcaciones formales, tradicionales cada vez son más permeables y porosas. Se están incrementando los campos interdicisplinarios (ej.: nanotecnología, bioética). Las facultades líderes se están reclutando por todo el mundo. Las restricciones físicas sobre cuándo y dónde participantes en la educación se están eliminando mediante la educación abierta y online y la comprobación basada en la competencia o la experiencia.
- El aula ya no está limitada a un espacio tridimensional para la diseminación del conocimiento. Los estudiantes tienen acceso sin límite a la información, facultad, tutores y cualquier otro. Las bibliotecas digitales y repositorios hacen que los materiales sean accesibles al instante. Y el aprendizaje se facilita cada vez más para la exploración, interacción y resolución de problemas. Gracias a las las grandes bases de dato y colecciones, los estudiantes tienen acceso a gran escala en cualquier campus por pequeño que sea o lejos que esté a recursos.
- La biblioteca ya no se define como un edificio para libros. Muchas asignaturas se basan casi exclusivamente en recursos online, tanto si son libros, revistas, datos o artefactos. Los estudiantes pueden considerar la biblioteca como un lugar social que como un sitio para el pupitre de trabajo o libros físicos. Además, el tamaño de las colecciones de la biblioteca es poco problema en una era en la que Google u otros proyectos de digitalización a gran escala son accesibles para que cualquier institución tenga acceso a millones de libros.
- El entorno digital es un «lugar» para la interacción social y el intercambio de comunidad. Aunque el campus como lugar físico sigue teniendo valor, un número cada vez mayor de interacciones para los estudiantes, la facultad y el personal son online, incluyendo la emergencia de organizaciones de investigación virtuales.
- La erudición y la investigación cada vez son más «conversacionales». Hay menos dependencia de la comunicación a través de publicaciones formales a medida que un número creciente de intercambios se producen a través del correo-e, pre-prints y blogs monitoreados. El artículo de revista puede continuar para servir como medio de comprobar las credenciales de autores para propósitos de promoción y ocupación/cargo vitalicio, pero es probable que las contribuciones de eruditos a un campo se publican en más lugares.
- La tecnología digital y la subida/ascenso de datos sin precedentes, así como la capacidad casi ilimitada para reconstituir los datos, han alterado la realización de investigaciones tradicionales y becas. La teoría y la experimentación se han aumentado con la computación, que incluye el modelado, la simulación y la visualización.
- El modelo más tradicional de universidad que proporciona la mayor parte de sus servicios físicamente en (o cerca de) un campus está cambiando. Más y más servicios y programas se crean fuera de sitio y son compartidos, distribuidos o agregados a otras universidades o entidades subcontratadas.
Fuente: Chuck, Henry. Frye Leadership Institute: Ten Year Review (2009) Documento no publicado a partir del artículo: Oblinger, Diana G. From the Campus to the Future. Educause Review, vol 45, num. 1, January/February 2010
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