Cuarta entrega de la traducción del artículo Why teach digital writing?, fraccionada en cinco partes:
- Introducción
- Como la tecnología modifica las prácticas de escribir
- Cambiando el contexto de la escritura
- Un punto de vista retórico de la escritura
- Cómo deberíamos enseñar escritura digital
Esta vez los autores entran en el concepto de retórica y en la importancia de las nuevas tecnologías en los procesos implicados en la escritura. De algunos párrafos me ha costado extraer el significado del original. Se admiten sugerencias. Vale la pena leerlo, desde mi punto de vista es de sumo interés.
Para la mayor parte de la gente, la palabra «escritura» significa palabras en papel, prosa en frases y párrafos. Desde esta perspectiva, los ordenadores (o cualquier otra tecnología) son elementos accesorios para escribir, simplemente un medio de producir, pero, de hecho, no forman parte del arte de escribir. Pero para nosotros nos es así. No para las personas del campo de la retórica y composición y, especialmente, no para las personas del campo de la computación y escritura. Rechazamos la idea de que escribir corresponde con estilo, sintaxis, coherencia y organización, que denota el nivel de la frase o párrafo. También rechazamos la idea de que toda lo que se escribe es lo mismo, tanto si se escribe a mano, en máquina de escribir o un ordenador en red.
En lugar de eso, vemos la escritura como un proceso de descubrimiento de significados o conocimiento, no como una simple vía para presentarlos. La escritura no es un contenedor. Los artículos de profesores e investigadores, en general, sostienen una visión de conjunto de lo que es escribir, visión en las que los cambios tecnológicos en la producción y distribución tiene nuna gran importancia. Incluso el más «tradicional» de los profesores de escritura que están involucrados en el campo de la retórica y de la composición, adoptan lo que nosotros sugerimos que es un punto de vista retórico. Pero ¿qué significa esto?
Consideremos una aspecto clave para el papel de la tecnología en la escritura: la cuestión del alcance de «escribir». ¿Qué lleva implícito cuando decimos «escribir»? Desde un punto de vista retórico, escribir no sólo concierne a las palabras en la página (el producto), sino también a los significados y mecanismos para la distribución o envío (por ejemplo, a través de los medios), invención, exploración, investigación, metodología y procedimientos de búsqueda, así como cuestiones de audiencia, persuasión e impacto.
Desde esta perspectiva, las tecnologías para escribir juegan un papel significativo para la elaboración del significado, especialemente en términos de producción (proceso) y distribución (envío). Recuerda las clásicas visiones de Aristóteles y Cicerón, de los reglas de la retórica, taquigrafía para el alcance del desempeño/rendimiento/intrepretación retórico.
La retórica y la escritura, incluye cuestiones de contexto, invención (generación de ideas), argumento y distribución/envío, así como cuestiones de sintaxis, estilo y organización. Con esto sí estamos de acuerdo. Nuestro libros de texto indican que estamos de acuerdo, igual que nuestro curriculum. El tema que nos gustaría sacar a colación aquí, sin embargo, es un poquito más complicado. ¿Estamos dispuestos a asumir para nuestra concepción de escritura compartida, nuestro punto de vista sobre la retórica? El grado hasta el que estemos dispuestos a hacer puede determinar bien la mayor diferencia entre aquello que creemos enseñar escritura digital como algo central, en oposición a la práctica especializada. De manera contundente, manifestamos nuestra duda de que los especialistas en computación y en escritura, rutinariamente, vayan más allá de las normas clásicas: invención, disposición/ordenación, estilo, memoria y distribución, de lo que lo hace la corriente principal. También de manera rutinaria piden una práctica de la escritura más del mundo real en sus aulas vía tecnología a través de todas las categorías canónicas.
Prácticas de disposición
Un ejemplo de este cambio en el modo que la disposición (dispositio), derivado de la retórica de Aristóteles, ha hecho saber los géneros que aprenden los estudiantes. En la clase de escritura en la que se enseña con el modo retórico, la disposición ya se centra en la narración, exposición y argumento. Sin embargo en las áreas de la red, la disposición que los estudiantes necesitan para entender y ser capaces de producir necesita dar cuenta de manera fluida para las convenciones de la organización textual, forma y el contenido que sus particulares y múltiples audiencias aplicarán al leer y navegar. Esto es, no hay un conjuto de disposiciones que podemos enseñar a los estudiantes que los preparán para las exigencias que tienes en entornos digitales
Para enseñar algo sobre disposición en entornos mediados digitalmente, se debería introducir a los estudiantes en el considerable trabajo que la alfabetización de los escolares ha hecho buscando diferencias culturales con estos géneros de impacto de la escritura alfabética (Anis Bawarshi, 2003; Charles Cooper & Lee Odell, 1999; Amy Devitt, 2004; Ann Johns, 2002). La escolaridad en diseño también considera la disposición de los medios (Stephen Berhardt, 1993; Lester Faigley, 1999; Gunther Kress & Theo VanLeeuwen, 2001; Wysocki, 1998, 2001) de forma que fusionan forma, función y contenido en paisajes digitales, a través de pantallas y paisajes, no páginas. La disposición también incluye la comprensión de que a la información pueden acceder usuarios en distintas situaciones y para distintos propósitos. Grabill (1998, 2003a, 2003b) y Allison Regan y John Zuern (2000) han apuntado temas de acceso pra explorar el movimiento de composición mediada por ordenador, fuera de clase y en comunidades. Lester Faigley, Selfe (1999), Moran (1999), y Joseph Janangelo (1991) han estudiado temas de acceso y rastreado a través de tendencias culturales, sociales e históricas. Considerados juntos, la configuración de la enseñanza de la información en entornos digitales pra las proliferación de audiencias ycomplejidad de los propósitos, exige mucho más que simplemente una introducción, práctica y composición en entornos digitales (DeVoss, Ellen Cushman, & Grabill, 2004; DeVoss & Porter, 2004).
¿Cree usted que es uno de los ilustrados? Intente nuestro «¿toma la retórica digital en serio?» ¡Broma! Cada uno de estos ejemplos está basado en una de las categorías canónicas e incluye uno o más principios de la retórica antigua. Cada uno refleja una práctica de escribir muy frecuente en el mundo real. Compruébelos y vea cuáles tendría en cuenta para su clase de escritura.
Las tecnologías también cambian las mismas formas que construyen el significado, la forma de los pensamientos que aparecen en la pantalla. Escribir, como tecnología funciona poniendo las letras una al lado de otra en un cierto orden dentro de una página. David Olson describió las formas en usar estas tecnologías afecta a la forma de pensar. «Escribir proporciona una serie de modelos para el léxico, la sintasis y propiedades lógicas de lo que se dice y, consecuentemente, esos modelos se hacen conscientes (p. 259). Las herramientas para escribir (abecedario, palabra, frase, etc.) posibilita la «objetización del lenguaje porque» los escritos/la escritura proporcionan un modelo para el discurso» no la otra manera alrededor. En otras palabras, escribir hace posible el conocimiento meta-lingüístico, en otras palabras, y eso es enormemente importante para el aprendizaje y la enseñanza.
Si la escritura hace esto para el habla/discurso, imaginemos los tipos de conocimiento meta-semiótico desarrollados cuando se compone con múltiples medios. George Landow (1992) describió como «La hypermedia nos coge incluso más cerca del sin estar interrelacionado del sin-consciencia» de cada día; se extiende hasta el hipertexto, reintegrando nuestras facultades visuales y auditivas en una experiencia textual, enlazando imágenes gráficas, sonido y vídeo a signos verbales.
Hipermedia pretende aproximarse a la forma en que nuestras mentes despiertas siempre hacen una síntesis de la información recibida a través de todos los sentidos» (p. 212). El proceso de orquestación múltiple de los medios hace posible un conocimiento meta-semiótico de como varias tecnologías trabajan a la vez para producir significados. La forma en que el texto se relaciona con el sonido, imagen, color y movimiento para falsificar la realidad es un proceso de composición bastante diferente al proceso de escribir que demanda sólo que los escritos descontextualizan el habla desde el contexto de su produción (Cushman 2004a, 2004b; Diana George, 2002; Wysocki, 2002). A veces, el proceso de producción de significado con estas tecnologías, oscurece la noción de autor haciendo del lector un escritor y productor de significado.
Escribir no es sólo escribir letras. Escribir requiere un análisis minucioso y crítico y selección entre los múltiples elementos media. Coger unas cuantas piezas media-interactivas relacionadas con el escribir y se producirían haikus. Dos chicas veinteañeras, Sammie y Jennifer, han producido un documento que instruye en forma, ofrece un lugar para someter a consideración y después publica el trabajo. Cushman ha producido otro que pide a los lectores que organicen las líneas como si fueran imágenes y las coloquen con modelos e imágenes de segundo plano. Kohler desarrolló una obra que produce haikus aleatoriamente. Es un circo de haiku hecho posible ahora a través de las variaciones en la composición, producción y construcción de significado. Los escritores digitales se apoyan retóricamente en sofisticadas combinaciones de palabras, movimiento, interactividad y efectos visuales para construir el significado. El software permite que los usuarios, de manera sencilla, manipulen e incrusten la información visual en documentos. En el nivel más básico, incluso procesadores de texto vienen con clips de colecciones de arte bastante grandes y ofrecen a los escritores los medios para crear presentaciones de datos como cuadros, gráficos y diagramas. La mayor parte de los motores de búsqueda permite que los escritores busquen fotos, animaciones y videoclips y los descarguen y usen en documentos, páginas web o películas digitales. Estas opciones precisan escritores que piensen cuidadosamente sobre la elección de las producciones. Estas herramientas cambian las formas en la cual tiene lugar la composición: cambian las formas de investigación la forma de producir «textos» y la forma en que difundimos lo que escribimos.
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