Las habilidades que más se aprecian hoy en día ni mucho menos se han conseguido en nuestras instituciones educativas, cual si fueran prisiones, año tras año, semana tras semana, clase después de clase, con los estudiantes se ponen en las aulas, bien separados unos de otros para hacer los exámenes, amputados de prótesis de pensamiento tales como los teléfonos móviles y otros gadgets. Sus capacidades intelectuales que no se forjaron limpiamente, al exigir determinados resultados concretos en lugar de la creatividad y la imaginación.
Deben ser educados en el contexto actual, en el cuál hay cada vez más oportunidades para las personas curiosas al tiempo que poder aprender con eficacia eludiendo intermediarios como los docentes y las instituciones educativas.
El corazón de este cambio está en las tecnologías sociales de interacción. Esta amplia gama de herramientas descentralizadas no están controladas por las instituciones formales, sino por los propios aprendices.
Para hacer un estudio en cualquier ámbito, no es preciso un acuerdo formal entre estudiantes y profesores ni una relación de enseñanza/ aprendizaje.
Cada vez más los estudiantes tendrán ventaja sobre los maestros, de modo análogo a los parásitos que no piden permiso a los anfitriones para abastecerse.
Más información en el artículo original: Learning Zeitgeist: The Future of Education is Just-in-Time, Multidisciplinary, Experimental, Emergent de Teemu Arina
Actualización: Los conceptos monocrónico y policrónico tienen que ver con el concepto temporal de acción, como bien ha explicado J.C. Fernández en su acertado comentario. También se habla de personas policrónicas y de aulas policrónicas, como la capacidad de gestionar múltiples tiempos y tareas a la vez. Policrónico es una palabra que tiene que ver con lo múltiple y variable y, a la vez, con el tiempo (crono) y con lo gráfico y la escritura (crónica). Es un concepto más complejo y rico que el de multitarea (multitask) dentro de la teoría de Marc Prensky.
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