En un post magnífico, Paz Peña (tilt!) nos da unos excelentes razonamientos acordes con los tiempos sobre el ciber-plagio. Algunos profesores ven todavía a Internet como el diablo para el aprendizaje y cercenan el conocimiento del estudiante. Cercenan otros entornos como pueden ser los EVA o las clásicas plataformas de aprendizaje, pero eso es otra historia. Yo con este post estoy dando unas ideas y aumentando las reflexiones de Paz, si cabe, de manera breve. Por eso este conocimiento del plagio lo estamos socializando y poniendo en mente de muchos lectores para aumentar el aura del conocimiento sobre el tema. Eso es lo que permite la red, algo distinto a los cánones librescos a los que estamos acostumbrados. Algo que creo como dice la autora que no se han percatado de las posibilidades del aprendizaje social a través de la red. Y habrá plagio mientras tengamos metodologías individuales y transmisivas, éstas hacen que surja la picardía del estudiante. Mejor que nos lo diga con sus palabras la autora del post:
Tomando 5 citas de autores y rebatiendo algunos de sus argumentos concluye:
Es idea mía, ¿o podríamos buscar una salida mejor? ¿Al menos una que responda a la actualidad de los tiempos?
Este tema puede levantar muchas ampollas entre los círculos académicos. No lo hago con ese fin sino con el de la reflexión de la imposibilidad de control (aunque se establezcan controles con software anticopia para ahuyentar a los estudiantes. La cuestión va por otro lado. En el aprendizaje en red (Learning network) es un reto tecnológico de conocer en todo momento los procesos de aprendizaje y de visualizar los grafos de contenidos generados por el propio estudiante. Quizá quede lejos, pero muchas de las tecnologías se encaminan hacia una personalización y caracterización del contenido generado o «retomado». Estamos en una fase de transición, de mezcla en la que al confusión predomina. La ecología de los contenidos es también mezclada entre la normativas librescas dentro de contenidos digitales, en metodologías transmisivas (no en el sentido peyorativo) que operan y chirrían en contenidos conectivos y descentralizados («no-autor» como centro). No se compendia sino que se distribuye y se regeneran los contenidos. Otra de las cuestiones a evaluar es la credibilidad de los contenidos y su «karma», que debería la propia red darnos los mecanismos sociales para valorar y los propios intermediarios a través de su algoritmo como hacen los buscadores. Es un tema nada objetivo y que puede traer mucha controversia en su análisis cualitativo.
Más información en:
- TIC en la escuela: ¿Cabe el plagio en la educación? de Paz Peña
- Plagiarism, Education, and Information Security de Julie J.C.H. Ryan
- The Death and Rebirth of Plagiarism Ethics and Education in the InfoSphere de Rodney P. Riegle
- Ciber-Plagio Académico. Una aproximación al estado de los conocimientos de Rubén Comas & Jaume Sureda