Blog de Fernando Santamaría

Reflexiones sobre ecologías y espacios del aprendizaje, análisis del aprendizaje y análisis de redes sociales, visualización de datos, Big Data y otros temas emergentes

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La era conectiva del aprendizaje: teorías enmarcadas en este contexto

Introducción

En el siglo pasado ha habido diferentes teorías que describieron cómo se aprende en los diferentes contextos de la educación. Hay estudios y manuales (Olson & Hergenhahn, 2013 ; Klein, 1989; Illeris, 2009 ; Thorpe & Schmuller, 1954; Mowrer, 2000; Schunk, 2000 ; Leonard, 2002 ; Scott, 2012) que nos indican la importancia de muchas de las teorías en el siglo XX.

En el momento actual que estamos viviendo son válidos marcos de representación o teorías de aprendizaje que respondan  una única perspectiva, a diseños simples y metodologías unidisciplinares. Se requiere un esfuerzo conjunto de muchas personas y disciplinas.

Las teorías conectivas del aprendizaje demuestran que no sólo lo social se imbrica en los recovecos del aprendizaje.

La era conectiva

Dentro de esta apreciación se encuentran muchas de las teorías que se han ido desarrollando en este siglo bajo el paradigma de la comunicación global a través de Internet, la profundidad y el análisis de las interacciones, y la ampliación de lo que se entiende actualmente por Educación a Distancia (EaD) y la educación en entornos virtuales de aprendizaje. Este ecosistema comunicativo es profundo en los niveles de asincronía y sincronía, ya que ha permitido tener mayor conocimiento y análisis de todas las interacciones producidas. Por otro lado se ha pasado de las pedagogías de la ejemplificación y memorización a la demostración, práctica y el contexto. Vivimos en la edad del contexto con estas tecnologías emergentes (Scoble & Israel, 2013). Estamos de acuerdo en concretar que estas teorías de la edad conectiva tienen un marco referencial importante. Vivimos en la era de la “sociedad-red” (Castells, 2006) o la sociedad informacional (Castells, 2009 ; Castells, 2000).

Bajo estas delimitaciones, Terry Anderson y Jon Dron escribieron un libro importante titulado “Teaching Crowd: learning and social media” (2014) y que pueden descargar de la página de la editorial universitaria AUPress . Piensan en que hay múltiples formas de trabajo en red y de pedagogías en red:

Desde finales del siglo XX, estos temas han surgido a partir de múltiples áreas disciplinarias y, en suma, se suman  unas nuevas formas de  pensar sobre el aprendizaje.  Al hacer esta afirmación, distinguimos Conectivismo (una teoría creada por George Siemens a finales de 2004)) a partir de conectivismo con una pequeña «c», que se utiliza como un término genérico para una familia de teorías del aprendizaje de la red.  Al igual que hay muchas variaciones diferentes del constructivismo social que comparten las características unificadoras, también hay variaciones de conectivismo que comparten las propiedades comunes de conocimiento emergente desde y dentro de una red (Anderson y Dron, 2014, p. 48)

Hay muchas teorías relacionadas que ayudan a explicar y recomendar enfoques de aprendizaje en contextos de red y fuera del aula. Estos autores contextualizan como es el aprendizaje en esta era conectiva:

  • El aprendizaje es y debe ser sin restricciones dentro de los límites formales y grupos delimitados;
  • El aprendizaje no es sólo una característica de los individuos, sino también de las comunidades;
  • El aprendizaje no se distribuye sólo en las cabezas de los seres humanos, también en las herramientas, conceptuales y físicas, que utilizan, y en los artefactos (digitales) que se crean, y en los ambientes que construyen y habitan;
  • El conocimiento existe en un contexto social y físico, así como en uno de manera personal;
  • La estructura y el significado pueden ser una característica emergente del sistema de aprendizaje dinámico en el que muchas personas, unidas débilmente, pueden desempeñar un papel en la creación;
  • La diversidad tiene valor para toda la comunidad de aprendizaje, y diferencias individuales debe ser valorizado.

¿Qué marcos y teorías entrarían en este estadio conectivo? Según estos autores serían:

la heutagogía,  la cognición distribuida, la teoría de la actividad, la teoría del actor-red, la teoría de la complejidad y los sistemas adaptativos complejos, las comunidades de práctica, las redes de práctica y, por supuesto, el conectivismo (Anderson y Dron, 2014, p. 48-60).

Continuaremos.

3. Referencias bibliográficas

Dron, J., & Anderson, T. (2014). Teaching crowds: learning and social media. Edmonton, Alberta: AU Press. Recuperado a partir de http://www.aupress.ca/index.php/books/120235

Castells, M. (2006). La Sociedad red: una visión global. Madrid: Alianza.

Castells, M. (2000). La era de la información: economía, sociedad y cultura. Vol. 1. Sociedad Red. Madrid: Alianza.

Castells, M. (2009). Comunicación y poder (1a. ed.). Madrid: Alianza Editorial.

Illeris, K. (2009). Contemporary theories of learning: learning theorists — in their own words. London; New York: Routledge.

Klein, S. B. (1989). Contemporary learning theories. Hillsdale, N.J.: L. Erlbaum Associates.

Leonard, D. C. (2002). Learning theories, A to Z. Westport, Conn.: Oryx Press.

Mowrer, R. R. (2000). Handbook of contemporary learning theories. Mahwah, N.J.: Lawrence Erlbaum Associates. Recuperado a partir de http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&scope=site&db=nlebk&db=nlabk&AN=52755

Olson, M. H., & Hergenhahn, B. R. (2013). An introduction to theories of learning. Upper Saddle River, N.J.: Pearson Prentice Hall.

Schunk, D. H. (2000). Learning theories: an educational perspective. Upper Saddle River, N.J.: Merrill.

Scoble, R., & Israel, S. (2013). Age of Context: Mobile, Sensors, Data and the Future of Privacy (1 edition). Patrick Brewster Press.

Scott, D. (2012). Theories of learning. London: SAGE.

Thorpe, L. P., & Schmuller, A. M. (1954). Contemporary theories of learning, with applications to education and psychology,. New York: Ronald Press Co.

La sociedad flujo

Una sociedad que tiene una superlativa información en su ecosistema tecno-ambiental, que opera en tiempo real y es instantánea no le queda otra otra que las grandes plataformas (planetarias) y cuya estructura/elemento de análisis sea el flujo.
Elemento clave y dinámica, en el que cada décima de segundo es distinto del otro, donde se pueden hacer retratos de un momento determinado, cámara lenta de flujos microscópicos en el que se descubre la aspectos hasta ahora no vistos (las interacciones en los sitios de redes sociales con técnicas analíticas y técnicas de descubrir aspectos por visualización de datos), la creación a partir de distintos espacios tiempo de flujo para recomponerlo de otra manera, explorando desde perspectivas macroscópicas o microscópicas. Deslocalizando en formas de microcopias.
Ese flujo va lleno de datos, marcadores temporales/espaciales (code/spaces) y medios.
Esto es otra cosa, nada que ver con la Teoría del flujo de Mihály Csiksgentmihalyi, ni con las medidas de flujo, ni con los movimientos migratorios y de ciudadanos, ni….
Es el flujo de nuestros entornos tecno-sociales que marcan una manera nueva de investigar y de “analizar” lo que vemos y hacemos. Aspectos y focalizaciones multimétodo y polivalente, de carácter global. [Que hable Lev Manovich]
Querer atrapar el flujo es osado muchas veces. Se nos escapa entre las manos. Seguimos en una sociedad líquida.
Los algoritmos y sus formas de aprendizaje máquina lo hacen más fácil. Aunque “lo que somos capaces de recopilar y procesar siempre será una fracción minúscula de la información que existe en el mundo.” (Big Data: la revolución de los datos masivos (Cita de Viktor Mayer-Schönberger y Kenneth Cukier (2013)).

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¿Es el principio de un libro-flujo?.

¿Cuáles son las tendencias tecnológicas del futuro? [Joi Ito]

 

Joi Ito es un tipo extraordinario. Tanto que dirige el MIT Media Lab (uno de los centros de innovación más prestigiosos del mundo) sin haberse graduado en la universidad. Lo que vendría a ser algo similar a llegar a ejercer como director de un colegio sin haber acabado los estudios de primaria. En el caso de Ito, sin embargo, lo inusual es normal. Si se conoce su historia y sus logros, no resulta descabellado afirmar que se trata de uno de los constructores más influyentes de la cultura digital en las últimas décadas. Y frente a eso, los títulos académicos palidecen.

Como director del MIT Media Lab, Joi Ito anticipa algunas de las novedades tecnológicas que veremos en un futuro muy cercano y cambiarán nuestra vida cotidiana: ciudades eficientes y conectadas, casas en las que el mobiliario y los muros se mueven para adaptarse a nuestras necesidades, robots sociales que se relacionan con humanos o medicina a molecular capaz de modificar las neuronas del cerebro.

Joi Ito dice de las Smart cities en este vídeo:

Nosotros utilizamos las palabras “originalidad”, “impacto” y “magia”. Si alguien más lo está haciendo, no lo hacemos nosotros. Debe de tener un impacto positivo en el mundo real. Y debe de ser algo mágico: tiene que ser la pasión de alguien y detrás tiene que haber una historia interesante. Diseñar ciudades mejores requiere mucho trabajo. Tenemos un programa llamado City Science, en el que utilizamos piezas de Lego para crear modelos de ciudades. De esta manera, los usuarios pueden interactuar con ellos y jugar con el diseño. Y proyecta cosas como la evolución del tráfico y el paso de los peatones. De modo que crea una interfaz accesible a la gente.

También estamos trabajando en vehículos eléctricos y en vehículos autónomos. Queremos hacer ciudades para los peatones, donde la gente pueda ir andando y no necesite conducir tantos coches. En la Escuela de Arquitectura hay un interesante proyecto que consiste en mover muebles y paredes mediante elementos robóticos. Una pequeña habitación puede convertirse en un dormitorio, en un salón para dar una fiesta o en una cocina. El objetivo es sacar todo el partido al espacio.

Habla de mucho más. Lo mejor es ver el vídeo:

 

Fuente: http://one.elmundo.es/cuales-son-las-tendencias-tecnologicas-del-futuro-segun-el-mit/

¿Qué educación necesitan nuestros hijos para desempeñarse en un futuro? [Tony Wagner]

Lo que determina nuestra vida no es lo que nos pasa sino lo que hacemos con lo que sucede (El Elemento. Ken Robinson)

Interesante entrevista realizada por Steven Wozniak a Tony Wagner, Director del Laboratorio de Innovación (Harvard Innovation Lab) de la universidad de Harvard. Wagner es consejero de numerosas instituciones educativas y organismos públicos.
En este vídeo entrevista sobre la pregunta compromiso de ¿Qué educación necesitan nuestros hijos para afrontar el futuro? realizado por One. Resumiendo: se requiere de un cambio de la educación y poder desarrollar unas competencias claves para que sea una educación efectiva, y para poder vivir en este mundo complejo.
Portada de Creating Innovators

Para que la sociedad funcione necesitamos todo tipo de disciplinas y habilidades; ¿Cuáles crees que serán las [habilidades] más importantes para que las aprendan nuestros hijos en el futuro?

Las habilidades necesarias para trabajar, aprender y ser ciudadano del siglo XXI se han unificado: son las mismas habilidades. Verás, hay gente que hace largas listas, pero yo creo que al final se reduce a un par de cosas (lo que se llama las 3 Cs: crítico, colaboración y creación):

  • un estudiante debe aprender a pensar de manera crítica. Esto significa, según mis investigaciones, que los estudiantes deben saber hacer muy buenas preguntas. Hoy en día, saber hacer buenas preguntas es mucho más importante que memorizar respuestas fáciles.
  • La segunda habilidad necesaria es la capacidad de colaborar. Cada vez más, todo el trabajo se realiza de forma colaborativa.
  • La tercera es tener buenas habilidades comunicativas, tanto orales como escritas, y también para escuchar.
  • Por último, deben resolver problemas de forma creativa. Descubrí con mi investigación que hay dos tipos de innovaciones: las que crean nuevas posibilidades, y eso es cuestión de juntar tiempo y talento, como Steve Jobs; y las innovaciones que son el resultado de soluciones creativas a problemas. He descubierto que solucionar problemas de forma creativa es cada vez más clave. Es la habilidad más demandada. Esas son las cuatro habilidades importantes, pero además, creo que hay un par de disposiciones importantes: los hábitos de la mente, los del corazón también, la capacidad de ser empático (creo que es muy importante en el mundo actual, esencial para el buen trabajo en equipo), perseverancia, tenacidad, autodisciplina, por supuesto, pero también es necesaria una fuerte visión moral de la vida, una noción de lo que está inherentemente bien o mal. Creo que estas son las cualidades y habilidades más demandadas en el mundo laboral, y son las mismas que se necesitan para el aprendizaje y como ciudadano.

El rol del profesor

El papel del profesor tiene que cambiar. Ya no es lo que enseñamos ni cómo lo enseñamos, es quién somos en el aula. Hasta ahora, los profesores trabajaban en un contexto de escasez de conocimiento. Pero hoy ya no es así. El conocimiento es un producto, es gratis, está en cualquier dispositivo con acceso a Internet. No hacen falta un colegio ni un profesor para adquirir conocimientos. ¿Qué es entonces un profesor en el siglo veintiuno? Yo defiendo que un buen profesor es un instructor de resultados: instruye a los alumnos para alcanzar sus mejores resultados.

Un buen profesor entiende el mundo del que vienen los alumnos y el mundo para el que debe prepararlos. Instruye constantemente al alumno para lograr estándares mayores. A mí me gustaría que todos los colegios tuvieran un fondo de innovación accesible para equipos de profesores que quieran probar cosas nuevas. Pero ¿cuánto presupuesto de I+D hay para nuestros colegios? Es broma, no hay presupuesto.

Cuando investigué a algunos innovadores jóvenes, descubrí que tanto sus padres como sus profesores habían animado de manera explícita su motivación intrínseca y su potencial con tres cosas: juego, pasión y propósito. Nacemos siendo curiosos, creativos e imaginativos. Es el ADN humano. Un niño de cuatro años hace una media de cien preguntas al día y casi cualquier niño de párvulos se considera a sí mismo un artista. Pero luego sucede algo. Algo a lo que llamamos “colegio”. Porque los niños, cuando tienen diez, once o doce, dejan de hacer preguntas y empiezan a preocuparse por acertar las respuestas del examen. Y casi ninguno se considera a sí mismo un artista (Es el discurso que se ha planteado constantemente y que una serie de autores han mostrado más detalladamente: Ken Robinson, también Cobo y Moravec en “El aprendizaje invisible”)

Si entendemos que para el mundo es más importante lo que puedes hacer que lo que simplemente sabes y que nos estamos alejando de la falsa credencial (títulos y acreditaciones falsas y alejadas de lo que verdaderamente se necesita en este siglo XXI) que es el tiempo que hemos pasado sentados en clases para aproximarnos a las competencias reales que se exigen en el siglo veintiuno, ¿cómo van a saber las empresas y universidades qué talentos tienen los estudiantes? La mejor forma para ello es ver el trabajo del estudiante (lo que llamamos la evidencia de lo que hace y práctica), así que cada vez más, se ve una tendencia hacia los porfolios digitales, hay muchas plataformas para ello. De hecho, cada vez más empresas dicen: “Quiero ver una muestra de tu trabajo, quiero ver lo que puedes hacer. No me digas lo que has hecho, enséñamelo”.

A los padres de hoy en día los veo muy intranquilos. Ven un mundo mucho más competitivo que el que ellos vivieron. Así que es normal que quieran entrenar a sus hijos para ser niños perfectos, que vayan al colegio perfecto y luego a la universidad perfecta y al trabajo perfecto. ¿Cómo? Eso no funciona. Ir a una universidad de prestigio ya no es una ventaja competitiva como lo era antes. Como he dicho: el mundo quiere saber qué puedes hacer con lo que sabes, no dónde estudiaste (por eso la importancia de crear disparadores para que esto ocurra y no basta con tener los centros educativos, por eso debemos crear centros para la acción y la innovación, (co)laboratorios vivientes (Living Labs), crowdsourcing, diseños coparticipatorios, investigación ciudadana, etc.)

Entonces, ¿qué pueden hacer los padres? Creo que una de las cosas más importantes que pueden hacer es motivar a los jóvenes para que encuentren inquietudes reales y las persigan. Inquietudes que puedan convertirse en pasiones.
Se habla mucho de la determinación, la tenacidad, la perseverancia, la autodisciplina, pero ¿cómo se aprenden estas cosas? No será teniendo a una madre encima, gritando: “¡Vete a hacer los deberes!”. No. Uno aprende perseverancia persiguiendo inquietudes reales, inquietudes que se convierten en pasiones (Ver El Elemento de Kevin Robinson). Un joven que persigue un interés real, el cual puede convertirse en pasión y luego en objetivo, está creando su propio mundo.

Hacer lo que nos gusta nos llena de energía y nos lleva de vitalidad. Se trata no sólo de una energía física, sino mental (El elemento de Ken Robinson).

Portada del libro El Elemento
Puede que no sea el que sus padres siempre quisieron para él, puede que no sea un mundo de fama y fortuna, pero será su mundo. Hay que reinventar la educación para la era de la innovación. Hay que reinventar la educación para el trabajo, el aprendizaje y la ciudadanía. Tenemos potencial e increíbles oportunidades para crear: nos enfrentamos como especie a este enorme desafío y tenemos que comprometernos todos. Esto [el fracaso de la educación y de la manera de conducirla] no es culpa de nadie. No es culpa de los educadores, ni de los líderes. Todos debemos entender la necesidad de una educación diferente y vamos a tener que unirnos y crearla juntos.

Resumiendo en un diagrama de Venn y en una imagen con las siete habilidades para el siglo XXI según Tony Wagner:

Diagrama de Venn de la Creatividad

Las 7 habilidades de T. Wagner

Vídeo de la entrevista:

Otro en el Global Education Forum:

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