Hay muchas vertientes de lo 2.0. Después de las declaraciones de la ministra sobre lo de la escuela 2.0 no me queda nada más que reírme y echarme a temblar. ¿Por qué?
Eso que se llama web social o lo 2.0 es un elemento mental, de actitud, de apertura, de horizontalidad. No creo que que el ministerio se atreva hacer un bottom-up, cuando la educación está constreñida por currículos y normativas impositivas. No creo que eso lleve a algún lado. Hay que empezar por promover la práctica, la experimentación e innovación. Dar incentivos al profesorado, reconocer los trabajos y creación en la red de muchos profesores. Señora ministra, se debe empezar por ahí, no vendiendo la moto. Creo que todo eso se quedará en un portal sin ningún interés de socialización y apertura por medio de una API a otros servicios sociales.
EL tema es es que desde el ministerio quieren ponerse galones, dar una imagen de modernos, cuando lo primero que deben hacerlo es usarlos ellos, dar ejemplo, como dijo Stephen Downes ayer en la clausura del Congreso Nacional Internet en el aula. El temor está en querer «controlar» este «bottom-up» para sus estadísticas internas, que nos puede dar guerra y descontrol. Entonces se plantearon que lo mejor es hacer algo para generar «control de uso» y también de paso dar una imagen de modernidad.
Figura 1. Imagen que representa lo mental y escurridizo del Zeitgeist (espíritu digital de nuestra época).
Con esto que comenta sí que estoy un poco más de acuerdo, ya que se necesita hacer sobre elementos de análisis prácticos, no creo que deba ser una asignatura teórica. Dicen en El País:
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