Reflexiones sobre ecologías y espacios del aprendizaje, análisis del aprendizaje y análisis de redes sociales, visualización de datos, Big Data y otros temas emergentes

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Diseños de la infraestructura de los data y de las smart cities: Top-Down y Bottom-Up

Las ciudades son como órganos vivientes cuyos agentes interactúan para hacer determinadas gestiones y procesos. Nunca descansa. Lo importante es crear una sistema de sistemas de innovación abierta y colaborativa en esta plataforma que es la misma ciudad. Como comenta Anthony M. Townsend (2014) que uno de los problemas de las ciudades contemporáneas es la poca participación del ciudadano:

“Patrick Geddes’s approach to fixing the problems of cities demanded total participation. This was achievable only by thinking about large-scale transformation as a series of small, incremental changes. Historically, that was the way we always built cities. As writer and architect Bernard Rudofsky explained in Architecture Without Architects, traditional cities were designed and built by everyday people, working together as communities to respond to local challenges using local materials.”

Fragmento de: Townsend, Anthony M. “Smart Cities: Big Data, Civic Hackers, and the Quest for a New Utopia”.

Hay tres vertientes del “diseño de la infraestructura” ante la creación de plataformas para generar políticas de Smart Cities y, por ende, de la generación de todos los datos que se procesarán desde el concepto la data.

Se trata de sistemas que parten de la Ciencia de la Computación, pero atienden al análisis estructurales de una ciudad y al diseño estructural:

1.El enfoque Top-down. Para entenderlo desde las estrategias computacionales y como metáfora de las estrategias del diseño de ciudades inteligentes podemos definirlo este enfoque como un resumen del sistema, sin especificar detalles. Cada parte del sistema se refina diseñando con mayor detalle. Cada parte nueva es entonces redefinida, cada vez con mayor detalle, hasta que la especificación completa es lo suficientemente detallada para validar el modelo. El modelo top-down se diseña con frecuencia con la ayuda de “cajas negras” que hacen más fácil cumplir requisitos aunque estas cajas negras no expliquen en detalle los componentes individuales [Entrada Wikipedia]

2. Y el enfoque Bottom-Up se observa que las partes individuales se diseñan con detalle y luego se enlazan para formar componentes más grandes, que a su vez se enlazan hasta que se forma el sistema completo. Las estrategias basadas en el flujo de información “bottom-up” se antojan potencialmente necesarias y suficientes porque se basan en el conocimiento de todas las partes y sus variables que pueden afectar los elementos del sistema. Son estructuras sintéticas que se pueden convertir en ecosistemas retroalimentados constantemente.

3. Hay un tercer enfoque (de diseño de infraestructura vertical pero con estructura de City API o CityOS. Ciudades programables), intermedio entre los dos, donde los datos en abierto juegan un papel importante. La open data como pegante de los dos “diseños de la infraestructura”. Crean infraestructura y un flujo de datos en abierto gestionados por la administración y dando la capacidad de crear una API para poder hacer uso de datos dispares. Las APIs es un elemento de participación para el ciudadano. El Instituto de SENSEable City Lab del MIT se centra en la creación de una API flexible y accesible para los sensores en las ciudades. Carlo Ratti, director del laboratorio, cree que los módulos conectores son fundamentales para el desarrollo de una plataforma que utiliza diferentes tipos de datos en tiempo real. Con el fin de lograr esto, APIs deben estructurarse con facilidad de uso en mente. “El desarrollo de la API tiene por objeto permitir un mecanismo de consulta de datos que permite a los usuarios con poca experiencia en programación para aprovechar fácilmente el pool de datos reunidos en la plataforma. Diría que se trata de una ciudad multiplexada.

En un enfoque de abajo hacia arriba los elementos de base individuales del sistema se especifican primero con gran detalle. Estos elementos son unidos entre sí, para formar subsistemas más grandes, que luego a su vez están vinculados, a veces en muchos niveles, hasta que se forma un sistema completo de nivel superior (un sistema de sistemas). Esta estrategia a menudo se asemeja a un modelo de “semilla”, con lo que los comienzos son pequeñas pero con el tiempo crecen en complejidad y totalidad. Sin embargo, “las estrategias orgánicas” pueden resultar en una maraña de elementos y subsistemas, desarrollados de forma aislada y con sujeción a optimización local en lugar de cumplir con un propósito global y sintético. Se necesita sentarse y planificar desde una idea holística de ciudad que emerge, de una ciudad viviente y en red y de una ciudad sensible, términos que han ido investigando diferentes autores.

Los proyectos de arriba hacia abajo (Top-Down) tienden a ser a gran escala y requieren una inversión significativa, por ejemplo en la nueva ciudad de Songdo y el Centro de Operaciones de la ciudad de Río de Janeiro como ejemplos reconocidos.

Estos proyectos tienen su entorno en las grandes empresas de tecnología que quieren vender sus soluciones de smart city (Ej: Cisco, IBM, Telefónica etc). En medio de la fuerte comercialización de productos y servicios de la ciudad inteligente es difícil encontrar evidencia de los impactos en el mundo de ciudades. Es una forma de estandarización y crear ciudades sin un “estilo” y maneras propias según el contexto y características de cada ciudad. Por ello, en esta perspectiva los ciudadanos tienen poco que decir. Se les recoge los datos, pero ellos no serán creativos, activos en el desarrollo de la plataforma de la ciudad.

Otros han establecido con la creencia de que la tecnología inteligente, como los contadores inteligentes, vehículos eléctricos, un centro “dashboard o el control de la ciudad inteligente va resolver sus retos de la ciudad, sino ocuparse de la elaboración de dónde implementar la tecnología inteligente en lugar de tener claro su objetivo, la identificación del problema y luego considerar si la tecnología inteligente es la solución correcta.

Los proyectos de abajo hacia arriba (Bottom-Up) como MK:Smart (todos los proyectos de MK:Smart) en la ciudad de Milton Keynes (Inglaterra), tienden a ser más de bajo costo y soluciones centradas en los ciudadanos. Este es un sólo ejemplo de cientos de ellos que hay desde una perspectiva de aplicaciones colaborativas, de proyectos crowdfounding (Big Data Analytics se ha encontrado con crowdfounding, y con ejemplos el crowdfounding para la investigación y desarrollo de las ciudades, y en Inglaterra se ha creado unCentro de datos Crowdfounding), y de economía colaborativa implementando datos que emergen. Las ciudades que adoptan un Bottom-Up deben establecer infraestructura y plataformas colaborativas que hagan posible esto, desde la propia intervención, creación y desarrollo del propio ciudadano. El potencial creativo e intelectual viene de estos y no de entidades que hasta ahora se consideraban las más aptas para ello (Centros de investigación, Universidades, Empresas, etc). Pero en los tiempos que vivimos ya no es así. Un Gobierno inteligente debe ser deudor de los ciudadanos y SERVIRLES poniendo la infraestructura adecuada para ello (como comenté con los APIs, por ejemplo).

En Bogotá hay mucho por hacer (la movilidad como el transmilenio y salud entre otros factores críticos). Empezar a plantear estos nodos conflictivos y unidad del sistema para ir creando desde abajo un sistema de sistemas (un ecosistema abierto de innovación). Hay herramientas y potencial humano para que todos puedan colaborar y el Centro de Excelencia y Apropiación deje de ser un ente asistemático, jerárquico y piramidal que no activará la economía de este país para el postconflicto.

Otro concepto del que desde la estructura Bottom-Up hablaremos es el de detección participativa (Participatory Sensing) y unida a la gamificación es un arma poderosa.

En los datos y en las ciudades podemos plantear rutas de acción epistémicas, y que en este gráfico que podemos revisar en Nestler Analytics:

Seguimos hablando de esto y otros temas ligados a datos y participación ciudadana? Ustedes quieren?

Referencias:

Couldry, N., y Powell, A. (2014). Big Data from the bottom up. Big Data & Society, 1(2), 2053951714539277. doi:10.1177/2053951714539277

Goldman, J., Shilton, K., Burke, J., Estrin, D., Hansen, M., Ramanathan, N., Reddy, S., et al. (2009, mayo). Participatory Sensing: A citizen-powered approach to illuminating the patterns that shape our world. Recuperado a partir dehttp://www.wilsoncenter.org/sites/default/files/participatory_sensing.pdf

Institut d’Arquitectura Avançada de Catalunya. (2012). City sense: shaping our environment with real-time data : 4th Advanced Architecture Contest. (Cappelli, Lucas, Ed.). Barcelona: Actar ; IaaC.

McGuirk, J. (2014). Radical Cities. London ; New York: Verso.

Mitchell, W. J. (1996). City of Bits: Space, Place, and the Infobahn (New edition edition.). Cambridge, Mass.: The MIT Press.

Pedroni, M. (2012). Dynamic Maps’ Use in Smart-Cities Learning Contexts:International Journal of Digital Literacy and Digital Competence, 3(4), 33–49. doi:10.4018/jdldc.2012100103

Strohbach, M., Ziekow, H., Gazis, V., y Akiva, N. (2015). Towards a Big Data Analytics Framework for IoT and Smart City Applications. En F. Xhafa, L. Barolli, A. Barolli, y P. Papajorgji (Eds.), Modeling and Processing for Next-Generation Big-Data Technologies, Modeling and Optimization in Science and Technologies (pp 257–282). Springer. Recuperado a partir dehttp://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-319-09177-8_11

Townsend, A. M. (2013). Smart cities: big data, civic hackers, and the quest for a new utopia. New York, NY: W.W. Norton & Company.

Anatomía de una red social en organizaciones (extracto libro)

 

Portada del libro

Portada del libro

Esto es un extracto del libro The Connected Company de Dave Gray. La influencia de este extracto esta puesta en
Ronald Stuart Burt (nacido en 1949) que es profesor de Sociología y Estrategías de Negocios en la Universidad de Chicago. Él es el más notable por sus investigaciones y escritos sobre redes sociales y capital social, en particular el concepto de agujeros estructurales en una red social y que hemos hablado ya en este blog. También tiene tiene un libro titulado Brokerage and Closure: An Introduction to Social Capital (Oxford University Press, 2005) en el que se basa este párrafo del reciente libro de Dave Gray (The Connected Company, 2012), en el que merece la pena leer para personas que trabajen como asesores y formadores para organizaciones como es mi caso. Creo que en cualquier estructura organizacional como una educativa se pueden aplicar estos criterios. Un campus universitario tiene muchos agujeros estructrurales y nodos de gran valor de intermediación que hay que saber gestionar en procesos de innovación. Las notas son aportaciones de un servidor.

R. S. Burt ha identificado dos tipos de actividades que crean valor en redes de mundo pequeño: Brokerage y Closure.

Corretaje como intermediación (Brokerage) se trata de desarrollar los lazos débiles: construyendo puentes y relaciones entre grupos. Los corredores están en condiciones de ver las diferencias entre los grupos, y a la vez, la polinización cruzada de ideas para desarrollar las diferencias dentro de las nuevas ideas y sus oportunidades.

Clausura (Closure) se trata de desarrollar los lazos fuertes:  construcción de alineación, generar confianza, reputación y comunidad dentro de los grupos. Los constructores de confianza están en condiciones de comprender las profundas conexiones que unen a la gente y les dan a estas identidad y unos propósito comunes.

Estos dos tipos de actividad, los puentes y la construcción de confianza, demuestran dos maneras muy diferentes que las personas y las organizaciones pueden aportar valor a una red: los llamados puentes de red (Bridging) que conducen a la innovación y el fomento de la confianza en el rendimiento de un grupo. El valor que proviene de estas actividades se conoce como “capital social”. Al igual que todas las otras formas de capital, el capital social representa el valor almacenado en este caso, la relación de valor que se puede traducir en beneficios significativos y tangibles.
El poder de un nodo individual en cualquier red se puede considerar en tres dimensiones: grado, cercanía e intermediación. Veámos:

«Grado» (Degree) es el número de conexiones que un nodo tiene hacia otros nodos, por ejemplo el número de personas en su familia, o de su equipo en el trabajo, o el número de «amigos» conectados a su cuenta de Facebook. Para una organización, por ejemplo, podría ser el número de afiliados de ventas o socios comerciales. (Nota: falta distinguir entrelas conexiones outdegree y indegree.)

El valor de un grado alto tiene sus posibilidades: el potencial de conectar e interactuar con un gran número de otros nodos en la red.

La proximidad (Closeness) es una medida de la facilidad con que un nodo puede conectarse con otros nodos. Por ejemplo, usted está probablemente muy cerca de su equipo en el trabajo, ya que es fácil conectar con ellos: puede comunicarse con cualquier persona en cualquier momento. Pero es posible estar más lejos de otras personas en su empresa. Algunos que usted podría ser capaz de atrapar al andar por el pasillo o yendo a su oficina, mientras que para ver a otros es posible que necesite una cita, o puede que tenga que ser introducido por un conocido mutuo. Cualquiera que haya tratado de hacer una conexión en LinkedIn sabe que cuanto mayor sea la distancia, más difícil es hacer una conexión.

El valor de cercanía es la facilidad de  Cuanto más corta sea la distancia entre usted y otros nodos de la red menos «saltos «hay que hacer, más fácil será para que usted pueda hacer las conexiones cuando sea necesario.

La intermediación (Betweenness) indica el grado en que un nodo forma un puente o vínculo crítico entre otros nodos. Por ejemplo, muchos ejecutivos están protegidos de las distracciones de los asistentes ejecutivos o secretarios que actúan como guardianes o vigías, que controlan el acceso al tiempo del ejecutivo y la atención.

El valor de intermediación es el poder que tienen para bloquear o permitir el acceso a los demás. Cuantos más nodos que dependen de ti para hacer las conexiones para ellos, mayor es su valor potencial para ellos y, por lo tanto, el de su mayor poder (Nota: es uno de los aspectos “jerárquicos” y de poder de las redes)

Así, la persona más poderosa u organización en cualquier red es aquella que tiene un alto número de conexiones posibles, todos los que están relativamente cerca y por lo tanto fácilmente accesible, mientras que al mismo tiempo disfrutan de una posición dentro de la red de tal manera que se puede elegir para bloquear o permitir el acceso a otros nodos.

Control en redes organizacionales
En los sistemas de negocio jerárquicos, los nodos de control, por ejemplo, gerentes y ejecutivos, obtienen el poder de su intermediación en los puentes que conectan los críticos de la parte superior de la jerarquía con el fondo. Este es el poder de los gatekeepers.
Influir en cómo es percibido por los trabajadores, y la forma en que un gerente transmite información desde el terreno puede influir mucho en cómo se perciben los trabajadores de más alta jerarquía. Los ejecutivos con alta intermediación están claramente en posiciones de poder. La mayoría de los gerentes son conductos para la información dentro de sus empresas. Metas, objetivos, estrategias, y el flujo de decisiones hacia abajo, mientras que la información y la retroalimentación de las actividades de primera línea fluye hacia arriba. Puesto que los administradores ocupan los nodos a través del cual fluye la información, ejercen una poderosa influencia sobre cómo los acontecimientos se entienden. La forma en que un gerente transmite una estrategia de la empresa u objetivo puede influir mucho en la acertada toma de decisiones.

Pero a medida que el número de conexiones en una red aumenta, la «intermediación» de poder de los gerentes disminuye. Hay una razón para esto. Más conexiones crean más oportunidades para evitar los nodos de control, lo que reduce el grado (degree) en los propios nodos y, a la vez, este control puede limitar el flujo de información y conexión, limitando así su poder.

CEO de Starbucks, Howard Schultz, no pudo hacer nada para detener la fuga de un memorando confidencial de los ejecutivos. Un restaurante no puede cambiar una opinión de la aplicación Yelp. Si suelta una película y se pone malas críticas, así es la vida. E incluso el Presidente de los Estados Unidos no puede impedir la difusión de documentos confidenciales por Wikileaks. Ese es el poder de la red y su efecto (el efecto red es otra área de estudio).
Al mismo tiempo que las redes tienden a reducir el poder inherente de intermediación, sino que también ofrecen más oportunidades a los nodos para aumentar su grado de cercanía, y el número de conexiones que puede hacer fácilmente con otros nodos. Como resultado, el poder de las redes se distribuye más uniformemente y el control es más limitado que en las tradicionales organizaciones jerárquicas de las que hablamos más arriba.
El ejercicio del poder en tales sistemas distribuidos requiere un enfoque totalmente diferente al tradicional, tanto por su gestión, planificación y control.

Ver entrada en G+:

https://plus.google.com/117373186752666867801/posts/CQRVeKEsUvF de Dave Gray

El cambio cultural en Educación Superior: actuaciones y estrategias

Dentro de 30 años los grandes campus universitarios serán reliquias. Las universidades no sobrevivirán. Es un cambio tan grande como cuando apareció el primer libro impreso. (Peter Drucker)

Han pasado trece años desde que P. Drucker hizo su predicción amenazadora para el futuro de las universidades. Pero hasta que hemos dejado atrás el siglo veinte, la universidad como institución ha sido bastante estable en su capacidad para adaptarse y servir a la sociedad, y continúa haciéndolo hoy en día. Una prueba para la evolución de las instituciones de educación superior se puede encontrar en la gran diversidad de formas institucionales que muestra la educación superior, que van desde pequeñas facultades y universidades de ciencias aplicadas a complejos sistemas universitarios de las universidades privadas a las universidades globales online. De esta manera, las universidades están respondiendo a los retos y oportunidades inherentes a un mundo moderno, ya que están evolucionando para servir a nuevos usos en tiempos rápidamente cambiantes. Sin embargo, especialistas y profesionales académicos creen que la revolución, no la evolución, es el paradigma, que coherentemente caracteriza los cambios necesarios en el panorama de la educación superior.

Algunas instituciones de educación superior seguirán estando como están hoy, mientras que muchas otras probablemente se transformarán en diferentes tipos de organizaciones. Esta transformación será visible en varios aspectos: desde el exterior, desde la apariencia de las instituciones de enseñanza superior, relación con los estudiantes, autoorganización, definición de estructuras y detalles de funciones específicas. La transformación también será visible desde el interior, donde el cambio se caracteriza por la evolución de las culturas organizativas, y afecta a los valores, creencias y prácticas cotidianas de todos los interesados en el ámbito de la educación superior. Es probable que aparezcan nuevas formas de instituciones de educación superior que desafiarán tanto a nuestras experiencias y nuestros conceptos para las universidades como instituciones de investigación y enseñanza. Uno de los puntos que hará posible esa independización será el fin del monopolio de la certificación y con más años la de las acreditaciones susodichas.

Por otro lado, debemos considerar, según R. Barnett, tres espacios transformativos para el cambio de las estructuras en Educación Superior: el espacio pedagógico y curricular, el espacio del saber (se entiende por este espacio el que disponen los profesionales académicos para satisfacer sus intereses investigadores) y el espacio intelectual y discursivo (aquí se trata de la comunidad académica y de sus vinculaciones y aportaciones al discurso social y al gran público)

Creemos que estos cambios no sólo serán visibles en la superficie sino que también alterarán la verdadera constitución del núcleo de lo que presenta la educación superior y cómo se entrelaza con la sociedad. Creemos que los procesos actuales de cambio en su esencia se pueden caracterizar por un cambio hacia un nuevo paradigma de aprendizaje colaborativo, conectivo y heterárquico, en lugar de una desviación gradual hacia la diversificación. Este importante cambio de paradigma requiere a su vez un enfoque más estratégico para el cambio institucional, que se distingue en sí mismo de procesos evolutivos que han caracterizado a las universidades en décadas anteriores. Profundos cambios conciernen a la comunidad de gobierno de toda la educación superior en un esfuerzo combinado para crear un nuevo concepto global para las universidades:

  • Desde la perspectiva del estudiante, los factores clave para la innovación de la educación son temas como una creciente diversidad y cambios demográficos de la población, la necesidad de competencia en lugar de transferencia de conocimientos, la demanda de escenarios de aprendizaje orientados a la práctica en lugar de educación artificial «como si», e implementar las necesidades de movilidad para una educación superior global y no delimitadas a unas «fronteras».
  • Desde la perspectiva de los profesores, tendrá lugar una redefinición del equilibrio entre enseñanza, aprendizaje e investigación. En particular, la facultad tiene que configurar un nuevo panorama de la universidad, destruyendo barreras disciplinarias y adoptando nuevas formas de modelos educativos flexibles y centrados en el aprendiz, que estén orientados hacia el desarrollo de la innovación y la competencia.
  • Se demanda a los profesores que cambien sus roles desde transmisores de información en un paradigma distributivo a orientadores que dan soporte a la interacción social, innovación e invención que se ocupan de cuestiones nuevas y no respondidas como origen de los procesos de aprendizaje de los estudiantes en un paradigma de aprendizaje participativo y reflexivo.
  • El aprendizaje se reorientará a lo largo de paradigmas de colaboración, reflexión e interacción. Los procesos de aprendizaje, su evaluación y medición (el concepto de assessment es importante para una buena política de innovación a través de otros mecanismo evaluativos como pueden ser en aprendizajes en red/Learning Networks por medio de estructuras dinámicas y visuales por medio de herramientas de Análisis de Redes Sociales/SNA) se centrará en la pertinencia para la práctica y competencia. Los profesores tienen que ser artistas, jugando con la naturaleza dialógica del aprendizaje y la enseñanza. Tienen que encontrar formas más creativas de proporcionar educación en una amplia gama de modelos pedagógicos. Es necesario experimentar con nuevos modelos de actividad relativos a las dimensiones de lugar y espacio, tiempo y temas. Los Institutos de apoyo al Aprendizaje (y no hablamos de tecnologías) en los espacios universitarios tienen un valor importante para generar los mecanismos de cambio que lo vemos en el siguiente punto.
  • Los Gobiernos de las universidades tienen que desarrollar centros de apoyo a la enseñanza/aprendizaje e investigación que sugieran forma de organizar la educación superior por delante de retos apremiantes y que logren una mejor comprensión de las necesidades de reestructuración. Más que la mera organización de los procesos de educación superior, estas nuevas entidades administrativas representan los valores, creencias y prácticas cotidianas que se están adoptando cada vez más en las universidades modernas. Ellas juegan un papel decisivo en el apoyo a toda la institución, en particular sobre cuestiones como la integración de la información y la comunicación para el aprendizaje y la enseñanza, la interacción entre la investigación y la administración, la creación de flujos de conocimiento y la comprensión pública de la ciencia.
  • Las instituciones de educación superior en la actualidad están sobregestionadas e infradirigidas. Un nuevo papel de la gestión de la educación superior será del desarrollo sistemático y estratégico e implementación de puntos de vista sobre como se deben tranformar las instituciones de educación superior en organizaciones de aprendizaje líderes y atrevidas.
  • Finalmente, la sociedad y el gobierno encontrarán nuevas formas de identificación de las universidades como actores principales en el desarrollo de la capacidad de las sociedades para resolver problemas actuales y futuros para servir al bienestar y prosperidad económica de los ciudadanos.

Las cambiantes caras de la educación superior liderarán un panorama diferente, pero no unánime de la educación superior. Las universidades tendrán que negociar con varios campos que emergen como piedras angulares del cambio actual pero que a menudo no se entienden consecuentemente en sus posibilidades de reformar los panoramas actuales de las universidades. Entre ellas se encuentran los siguientes temas:

  • Lifelong Learning/aprendizaje permanente: las universidades se convertirán en actores principales para la provisión de oportunidades para el aprendizaje, reflexión e implicación de los ciudadanos en los procesos de aprendizaje en su itinerario de aprendizaje a lo largo de la vida. Mientras que esto requiere una voluntad de los ciudadanos para continuar aprendiendo, también requiere un compromiso para proporcionar oportunidades educativa y espacios que vayan más allá de la provisión actual de la educación superior cercenada e incompleta.
  • Adopción de las TIC en todos los niveles educativos: un enfoque de adopción que no está restringido a la distribución y presentación de materiales de cursos o informaciones dadas, sino que pretende conectar a estudiantes y profesores de universidades de todoel mundo en una web de comunidades sin fisuras que están colaborando, reflexionando, desarrollando y aprendiendo para la innovación.
  • Aprendizaje ubicuo: los escenarios de aprendizaje ubicuo que son asíncronos (en cualquier momento, en cualquier lugar) y disponibles en toda una gama de modelos diferentes de provisión de aprendizaje. Éstos incluyen cursos, talleres, compromisos a corto y largo plazo, grupos ad hoc y paneles internacionales de estudio, así como clases magistrales tradicionales, seminarios y clases, que no obstante sólo se utilizarán para la transferencia de conocimiento sino para estimular debates y discusiones. Las oportunidades de aprendizaje se harán compatibles con y corresponderán a diferentes estilos de vida y necesidades de una población estudiantil diversificada, estructuras de bajo costo, y subvenciones.
  • Aprendizaje colaborativo: los modos de aprendizaje interactivo y colaborativo que se centran en la implicación de grupos en la reflexión sobre problemas reales, romper barreras disciplinarias y establecer currículos interdisciplinarios.
  • Diversidad: la educación diversificada, que es capaz de servir a una población cada vez más diversa con distintos objetivos y necesidades.
  • Internacional: la educación internacional e intercultural, a medida que las universidades cada vez más son los puntos centrales para el cambio, la innovación y el desarrollo de competencias en una variedad de campos que son relevantes a nivel local, regional y necesidades globales.
  • Nuevas formas y modelos: los modelos de cambio, a medida que las universidades futuras desarrollen diferentes modelos para servir a la educación superior en distintas configuraciones entre provisión de educación episódica y secuencial, investigación y servicio público.

Culturas de cambio para las universidades del futuro

La implicación en culturas organizativas estará en el corazón de los intentos y estrategias de las universidades para responder a los retos señalados antes. Los cambios se basarán en tres pilares, sobre los que se construyó este libro:

  1. Estrategias para el cambio: en voluntad, las universidades modernas tienen que implicarse en un proceso de cambio.
  2. Competencias para el cambio: tienen que desarrollar las capacidades de sus profesionales, usar nuevas tecnologías, introducir nuevas tecnologías, nuevas formas de asociación y adoptar nuevas formas de sistemas para incentivar el desarrollo de nuevas formas de vivir y trabajar, enseñar e investigar en las universidades.
  3. Calidad e innovación como base para el cambio: mientras que la evolución natural de las organizaciones de aprendizaje puede ser el mejor modelo de cambio, hay que garantizar la preservación de los valores y misiones fundamentales en educación superior. La innovación estará en el corazón del desarrollo futuro de las universidades y se definirá a través del empoderamiento de las partes interesadas para participar en la definición e implementación de valores en la práctica profesional y reflexiva. La calidad no se caracterizará por el control y la inspección, sino por enfoques que lideren la implicación de las partes interesadas, que innovan e inspiras nuevas formas de servir a las necesidades de estudiantes e investigadores.
  4. El concepto de apertura desempeñará un importante papel. Los enfoques de innovación y liderazgo capacitarán a las universidades para trabajar juntas, más allá de las fronteras de disciplina u organización. La apertura conducirá a que las universidades crucen las fronteras nacionales y se conecten con una sociedad de excelencia en donde la colaboración de las mejores mentes genera beneficios mutuos para esta inteligencia conectiva. El movimiento de los recursos educativos abiertos (OER) liderará cada vez más las prácticas de educación abierta, lo cual cambiará escenarios educativos en laboratorios para la reflexión y participación de los aprendices en comunidades de práctica, aprendizaje a partir de experiencias compartidas. Las universidades serán menos organizaciones de conocimiento y más instituciones de aprendizaje y reflexión. Los materiales educativos y el conocimiento cesarán de constituir el santo grial académico. En lugar de esto, las universidades obtendrán fama y reputación si redefinen y dedican metodologías educativas, proporcionando oportunidades educativas en la colaboración con la industria y sociedades civiles y compartir sus recursos con beneficio mutuo para todos los socios. No conocimiento, sino sabiduría; no información, sino reflexión; no exclusividad sino inclusividad, serán las características de la excelencia de educación superior.

    El reto para las universidades es hacer uso de sus grandes recursos de creatividad y energía. Estos resultados asociarlos a espíritus y actividades empresariales, todo esto de manera que se desarrolle y preserve su misión y valores fundamentales. Las universidades del futuro podrían cambiar su apariencia, su estructura o su portfolio educativo, pero primero y ante todo, se reconocerán por las culturas que alteran, su forma mejorada de compromiso de usar el aprendizaje empleado para repensar sus propias estructuras e integrar todos las partes interesadas. Para mi, esta es la perspectiva que deben adoptar las universidades para una comprensión mejorada de la transformación institucional. El objetivo principal no es lograr un conjunto específico de objetivos predefinidos, sino más bien aumentar la capacidad de continuar, la energía, motivación y compromiso (término como la accountability da un paso al frente en universidades anglosajonas y no anglosajonas, por aquí todavía no tiene mucho peso) para avanzar hacia visiones audaces de los futuros universitarios. En resumen, el primer ojetivo, y más importante, de todos los esfuerzos de innovación es la construcción de la capacidad para el cambio estratégico, un cambio que es necesario para permitir que las universidades respondan a la evolución de esta sociedad cambiante y con formas de complejidad en sus estructuras.

    Referencias:
    Barnett, R. (2005). Reshaping the University: New Relationships Between Research, Scholarship and Teaching. Berkshire: Open University Press.

    Barone, C. A. (2003). The Changing Landscape and the New Academy. EDUCAUSE review, 38(5), 40-47. Recuperado de http://eric.ed.gov/ERICWebPortal/recordDetail?accno=EJ678900

    Christensen, C., Johnson, C. W., & Horn, M. B. (2008). Disrupting Class: How Disruptive Innovation Will Change the Way the World Learns. McGraw-Hill.

    Ehlers, U.-D., & Schneckenberg, D. (2010). Changing Cultures in Higher Education: Moving Ahead to Future Learning. Berlin: Springer.

    Lenzner, R., & Johnson, S. S. (1997). Seeing things as they really are [interview to Peter F. Drucker]. Recuperado 12 de febrero, 2010 de http://www.forbes.com/forbes/1997/0310/5905122a.html

    Bardwell, P. (2009). Edgeless University: why higher education must embrace technology. London: Demos.

    Pulido, A. (2009). El futuro de la Universidad: un tema para el debate dentro y fuera de las universidades. Madrid: Delta.

    Rojas, G. (2005). Modelos Universitarios. Los rumbos alternativos de la universidad y la innovación. México: Fondo de Cultura Económica.

    VV.AA. (2009). La educación superior en tiempos de cambio: nuevas dinámicas para la responsabilidad social. Barcelona: Mundi-Prensa.

    Wildavsky, B. (2010). The Great Brain Race: How Global Universities Are Reshaping the World. Princeton: Princeton University Press.