Visionario de los negocios, autor de libros como The Cluetrain Manifiesto (coautor) y Small Pieces Loosely Joined, David Weinberger muestra como la revolución digital está cambiando radicalmente la forma en que damos sentido a nuestras vidas.
Los seres humanos somos omnívoros de información: constantemente estamos recogiendo, clasificando y organizando datos. Pero hoy en día, además, el cambio del mundo físico al digital está ripeando, grabando y entremezclando nuestras vidas. En el pasado todas las cosas tenían un lugar (el que demandaba el mundo físico), pero ahora todas las cosas varios lugares: múltiples categorías, múltiples estantes. De pronto, todo es misceláneo.
En Everythig is Miscellaneous: The power of new digital disorder, David Weinberger nos da un alborozante tour por la ascensión de lo misceláneo. Examina por qué el Sistema Decimal Dewey se está sustituyendo por otros, cómo Rand McNally decide qué información no incluir en un mapa físico (y por qué Google Earth los está desechando), cómo las almacenes Staples emulan tiendas online para incrementar las ventas, por qué los profesores de nuestros niños dejarán de hacerles memorizar hechos, y cómo los cambios a la música digital y playlists no están transformando los negocios de la música, sino resistiendo como modelos para el futuro en casi toda la industria discográfica.
Habla de 3 esquemas o modelos de organización. ordenes en cuanto a empresas u organismo adaptadas al ambiente misceláneo.
Tres modelos/tipos de organización
Nos referimos a conceptos espacio, la cuestión es el lugar que ocupa un objeto y cómo encontrar el lugar en el que está. Asociado a cada modelo de organización existe el consiguiente de recuperación y búsqueda.
Primer orden
Cuando las cosas se organizan por lo que son (según la clase de objetos a la que pertenezcan), tenemos el 1º orden: las cucharas en el cajón de las cucharas, los cuchillos en el de los cuchillos, etc.
En el caso de la información, es el modelo más primitivo de organización. Los artículos, libros, revistas u otra documentación sobre Educación, están todos juntos en un espacio reservado para ellos. Los de Matemáticas con los de matemáticas, etc. Se etiqueta la clase de objetos, no los objetos en sí.
Un objeto que esté en una clase no puede estar en otra, porque sólo puede estar en un lugar.
Estarán en ese espacio, desordenados. Para buscar uno hay que mirarlos todos hasta que se encuentre el que se quiere.
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Segundo orden
El ejemplo prototípico es el de un museo, exposición, biblioteca, etc. El orden viene dado por un catálogo, fichero o por un listado tipo páginas amarillas.
Las cosas están en “estancias” que se comunican y se puede ir fácilmente de un lugar a otro (fichas clásicas, boletines de sumarios, etc…
Lo importante para organizar no es el objeto en sí, ni el lugar en el que está, sino la información sobre ello (metainformación). Un objeto no puede estar en más de un sitio.
Los objetos han de buscarse a mano o por expertos. Ya hablamos aquí de metadatos.
Los objetos no se encuentran buscando uno a uno, sino por la metainformación disponible sobre ellos, y cuyo lugar físico está indicado en el católogo, fichero, o listado.
Tercer orden
Surge con la aparición con la posibilidad de transformar el contenido a bits. El contenido está digitalizado en bits y la información sobre el también. El tercer orden de organización pegando fuerte por que elimina las limitaciones inevitables e inherentes a los ordenes anteriores. Consiste en la organización de la información con medios digitales, con todo lo que esto conlleva. El espacio físico como tal desaparece y hace posible que la personalización y recuperación sea más profunda y compleja. Permite una mejor gestión y contacto con los clientes. La primera fase del tercer orden (pre-web 2.0) corresponde a aquella en la que sólo unos pocos creaban contenido. La gestión de la información se hacía con sistemas aceptados universalmente (Clasificación de Dewey y Tesauros, por ejemplo) y era realizada por expertos.
En este sistema de gestión poco a poco va cayendo por tierra con la nueva web social. Cualquier usuario puede crear contenido y lo organiza según su propios criterios, sin necesidad de unas reglas fijas de organización. Ejemplos claro de ello son Flickr, Youtube, del.icio.us, etc., en el que los tags permiten clasificar de manera personalizada los objetos de información y a la vez socializar ésta según intereses comunes. Lo taxonómico pierde fuerza en esta fase en la que lo que prima es lo folcsonómico con todas sus consecuencias. El usuario tiene también acceso a la metainformación por eso una de las consecuencias es la capacidad de remezclar aplicaciones y contenidos, de hacer mashups y, por consiguiente, convertir la informmación, según la denominación de D. Weinberger, en misceláneo.
Algunos de los párrafos que he elegido para reseñar este libro están en la parte final. Debo agradecer a Concepción Abraira la ayuda inestimable para la traducción y a Luis Suárez por su desprendida ayuda para expresiones y giros no entendidos por nosotros. Es un experto en estas lides.
La paradoja ya se está resolviendo. Los clientes, jefes, usuarios y la ciudadanía en general, no están esperando el permiso para tomar el control de la búsqueda y organización de la información. Y lo estamos haciendo no como individuos. El conocimiento -su contenido y organización- se está convirtiendo en una acción.
La meta información de empresa es inevitable porque agrega valor a la información, y para eso hay y habrá siempre, una demanda. Y esas empresas que son involuntarias o poco aptas para ser meta (la CIA, por ejemplo, no puede permitir que su información se meta en el saco de lo misceláneo) pueden encontrarse a ellas mismos compitiendo con aquellas cuya información se ha hecho más valiosa, útil y significativa.
Con la adopción de lo meta muchas industrias tradicionales están atemorizadas, comprensiblemente. La miscelanización de la información significa que ésta está arrancada de su árbol de origen y está disponible para cualquier persona que pueda usarla. Se convierte en más autorizada precisamente a causa de que no está en el site en el que se produjo. Eso significa que el sitio de la empresa que la origina no tiene oportunidad de poner a la vista cuidadosamente la experiencia de los clientes, porque éstos se están yendo a otra parte.
Por supuesto que esto también es una posibilidad. Google, la empresa de más éxito de la historia de la Web, es propietaria de la información que ha recopilado (o por lo menos los metadatos que ha acumulado desde las páginas que ha indexado), las maneras de navegar por ella y la experiencia en el sitio que tienen los usuarios. Pero Google ha sido innovadora en el sentido de permitir que esa información fuese miscelanizada. Por ejemplo, facilitándonos hacer mashups con los mapas de Google junto con otra información, Google Maps se ha convertido en, de hecho, el estándar en la Web. Esta fácil integración de las típicas aplicaciones que forman parte de lo que se llama “Web 2.0” permite que la información y los servicios no tengan su propio lugar, o mejor dicho, estar encerrada en el sitio del creador. Flickr ha hecho lo mismo con su colección de fotos digitales; todo lo que pide al usuario es un límite de crédito otorgado (lo qué podría llamarse “publicidad”).
Podría parecer loco dejar que otras aplicaciones usen la información y las posibilidades que se han invertido en el desarrollo, pero a menudo es una generosidad que se paga a si mismo introduciendo el producto para los nuevos usuarios pero haciendo de él una parte integral de su vida cotidiana. También dice algo importante, algo que es virtualmente imposible decir en el segundo orden: Nuestro negocio es realmente todo alrededor de ti. Cualquier vendedor con una gota de sentido común habría aconsejado a Google cuando estaba empezando a llenar el espacio en blanco de su página principal con anuncios, ofertas y mensajes. Pero el hecho de que Google no lo haya hecho, dice algo a los usuarios: No hay nada en Google que no sea para ayudar al usuario. Asimismo, cuando la Wikipedia pone un aviso de que un artículo puede no ser neutral o exacto, está diciendo a sus usuarios que esta dedicada, sobre todo, a educar al usuario.
Este tipo de lenguaje corporal es muy diferente del predador que se agazapa se agacha cuando encontramos en la mayor parte de los sitios web, en donde el objetivo obsesivo consiste en obtener para que consumamos más de lo que nos habíamos propuesto. En la era de lo misceláneo, cuando no tenemos que entrar en las guaridas de depredadores para obtener la información que necesitamos, cuando esa información está realzada para ser mezclada con otra información, para que sea más investigable y ojeada, cuando tendríamos la información, navegación y la experiencia en cualquier lugar pero los sitios de empresas web, las empresas más acertados tendrán que conseguirlas sobre la asunción de segundo orden de que poseen la experiencia del usuario. En un mundo verdaderamente misceláneo, un negocio exitoso no es dueño de nada más de lo que desea vendernos. El resto es nuestro.
¿POR QUÉ NO ES TODO MISCELÁNEO?
Si todo es misceláneo, ¿por qué no se quedó de esa manera?
Al principio de este libro, ofrecí una respuesta: Trabajamos duro en enderezarlo. Hemos construido sistemas de clasificación adornados intentando poner todos los ítems de un dominio (libros, especies de animales, fotos, términos legales, empleados) en su lugar. Hemos desarrollado principios de categorización que de ningún modo reflejan fortuitamente las limitaciones en juntar y separar objetos físicos. Hemos construido instituciones que dependen de sistemas de mantenimiento de la categorización para su autoridad e ingresos.
Con la ascensión del tercer orden del orden, podemos hacer de nuevo la pregunta. ¿Por qué no es todo misceláneo? Porque, no pasamos nuestros días nadando en el río de Heraclitus, incapaz de decir si un petirrojo es un pájaro o un serrucho.
El mundo y nuestra comprensión del tercer orden del mundo son misceláneos en formas diferentes. El mundo ofrece un número indefinido de articulaciones/conexiones sin ninguna preferencia sobre aquello a lo que atendemos. El mundo digital misceláneo que estamos construyendo para nosotros mismos, por otra parte, consiste en lo que hemos elegido para dejar (Hamlet, una edición particular de Hamlet o una cita de Hamlet) y las conexiones que hemos hecho explícita o implícitamente.
Inevitable damos sentido a lo que experimentamos. Pero la forma del sentido es cambiante. Para pensar, usamos ideas que estaban bien ordenadas cuando cada una estaba en una «caja» correspondiente a su esencia, y las cajas estaban cuidadosa y elegantemente organizadas. El mundo favoreció esto. Las cualidades tienden a venir en paquetes fiables: Los melones que huelen mejor cuando sus extremos están apretados, tienden a tener mejor sabor y los animales con plumas y dos patas, también tienden a tener picos y alas. Podemos agrupar ítems por algunas de sus cualidades y tener, confiablemente, otros atributos que están quedando bien. Estos rasgos separables pero relacionados son las verdaderas conexiones de la naturaleza, por usar la frase de Platón una vez más.
En un cierto plazo hemos aprendido a deshacer algunos de estos paquetes de cualidades, generalmente en el pensamiento, pero de vez en cuando en materia. Estos cambios a veces estaban forzados en nosotros, como cuando en el siglo XIX los científicos estaban a disgusto haciendo volver en sí para agradecer que el ornitorrinco podía tener todos los atributos de los mamíferos y además poner huevos.
Pero el requisito para escribir las cosas entorpece nuestra capacidad de distribuir fluidamente con atributos y categorías. El carácter físico del papel estipuló por si mismo que los tópicos tuvieran que ser separables y confinados a lo que cupiera en las cubiertas. La inmutabilidad del papel implicó una estabilidad del conocimiento. La soledad del papel se prestó a que autores individuales escribieran en compartimentos cerrados.
Liberado del papel, continuaremos nuestra larga marcha del conocimiento, porque lo hacemos con una rara habilidad. Pero en el tercer orden, damos la vuelta a un artículo en nuestras manos, notando su reflejo y textura, intentando recordar lo que nos recuerda. Hacemos una nota. La nota es un enlace público que existe en el mundo y puede ser descubierto y ser reutilizado. El resultado es un cambio alarmante en la creencia de nuestra cultura acerca de que la verdad significa precisión, eficacia, que requiere la adherencia a líneas claras de comando y control, y el conocimiento es poder.
No se trata de lo que es correcto o incorrecto. Se trata de como los distintos puntos de vista se negocian y personifican, con pasión e interés. El pensamiento de los individuos ahora tiene peso, y la autoridad y el profesionalismo están perdiendo algo de su seriedad.
No se trata de quién divulga o te divulga, o de cómo se filtra alguna experiencia de otro. Es cómo estás conectado reticularmente y de cuan densos son los enlaces con el significado
No es lo que sabes, y no es incluso a quién conoces. Es cuánto es el conocimiento que das. El conocimiento almacenado disminuye tu energía porque disminuye tu presencia.
Un tópico no es un dominio con aristas. Es cómo se enfoca la pasión.
Estamos construyendo un montón cada vez mayor de elegantes hojas que podemos organizarlas a medida de que las necesitamos en cualquier momento. Algunas formas de organización (encontrar el significado en ello) serán poblaciones de base; algunas serán oficiales. Algunas se aplicarán a grupos pequeños; algunos generarán grupos grandes; algunos derribarán grupos establecidos. Algunos serán divertidos; algunos serán trágicos. Pero serán los usuarios quienes deciden lo que significan las hojas.
El mundo no permanecerá siempre misceláneo porque juntos lo hacemos nuestro.
Aquí dejó un vídeo de casi 1 hora de explicación del libro por el mismo autor:
Actualización 21/09/07: Nuevas referencias de interés para mostrar más información del libro:
Vi la charla y no me convenció. Sus argumentos me parecieron muy flojos. Categorizamos las cosas porque eso permite establecernos un patrón mental del funcionamiento de la naturaleza. Un átomo es un átomo, un neutrón un neutrón, y un quark un quark. A veces esas cosas tienen una relación simple y otras veces la relación es más compleja. El árbol de la vida, por ejemplo, se le supone jerárquico, y hay mucha razón por la cual hay especies que son de un tipo, y hay especies que son de otro tipo. Así que no veo por qué hay que sentenciar el final de las categorizaciones, porque incluso los ‘tags’ son categorías. Quizás no entendí lo que quiere decir con «todo es misceláneo».
Victor, creo que el tema central al que se refiere Weinberger con el sustantivo o adjetivo misceláneo, tiene validez para lo digitalizado, en donde categorías y etiquetas a veces se identifican. Por ejemplo como ejemplo común, Un libro de Historia de Psicología social puede estar en psicología pero también podría estar en historia. Pero claro, el libro sólo puede estar en uno de ellos. Las categorías en lo predigital eran mutuamente excluyentes: no pueden estar en dos categorías a la vez, porque el objeto no puede estar en dos sitios a la vez. Otro buen ejemplo son los mashups y de la remixabilidad de lo digital con las estructuras de los metadatos. Tasmbién lo hac posible estructuras abiertas y reticulares. Eso es lo que veo factible en una evolución en los procesos de organización y clasificación de organismos e instituciones.